Ya que todos los hombres y mujeres que habitan este planeta somos del mismo género y especie, todos nacemos libres e iguales y estamos provistos de la misma dignidad y valor profundo.
Existen dos componentes para la gestación de ideas y acciones extremas e intolerantes: la convicción de que se posee la […]
La tesis central del movimiento posmoderno consiste en la afirmación de que la verdad no existe en sí misma, sino que depende de la perspectiva, de la cultura y del punto de vista desde donde se le interprete.
Con el pretexto del cierre de año interrumpiré la serie de artículos que he publicado en las últimas semanas para […]
Considerar los hechos objetivos y confrontar las opiniones informadas de nuestros pares resulta medular para construir verdades legítimas y duraderas.
El dualismo cuerpo-mente ha sido discutido desde Descartes (1596-1650) hasta filósofos más contemporáneos como Ken Wilber (1949).
Ser auténtico implica no tener miedo de manifestar una individualidad que nos contraste con los otros.
Ser fieles a nosotros mismos, si bien tiene que ver con ser congruentes entre lo que se piensa, se dice y se hace, también implica la suficiente plasticidad interna para abrirnos al cambio y la evolución.
Es innegable que dentro de nuestra existencia particular nacemos inmersos en una serie de contextos que si bien no califican como destino, condicionan nuestra vida de manera muy importante.
Por alguna razón consideramos que nosotros no tenemos la obligación de esforzarnos por gestionar nuestra incomodidad y frustración; son los otros quienes deben proveernos de escenarios distendidos y relajados.
Una opinión, un chiste, una broma o un comentario fuera de tono, por aberrantes que suenen, no pueden compararse con una acción concreta que dañe efectivamente a otros ni merecer la misma sanción que un delito.
En algún momento todos hemos hecho un comentario desafortunado, un chiste de mal gusto o una broma insensible que de ser recuperada podría meternos en un buen lío. Quien esté libre de culpa que lance el primer tuit
La cultura de la cancelación es la forma más sofisticada de la censura que incluso toleran nuestros sistemas democráticos actuales. Juan Carlos Aldir nos dice los mecanismos que la operan.
Para interpretar el mundo no basta la razón. Los sentidos, sentimientos, intuiciones y emociones también juegan un papel primordial en nuestra percepción de la realidad y forma de pensar.
La auténtica empatía duele por sí misma a quien la experimenta. Mucho más que un acto de bondad altruista, se trata de una decisión consciente que nos resulta conflictiva y hasta lacerante.