En Petrogrado, el 10 de noviembre de 1862, se pone en escena la ópera de Giuseppe Verdi, La Fuerza del Destino. En junio de 1867 se oye por vez primera en Londres; el 2 de febrero de 1865 en Nueva York, y con el último acto incluido (revisado por el compositor, en la Academia de Música en el año 1880), con Annie Louise Cary, Campanini, Galassi, y Del Puente. Los personajes principales son el Marqués de Calatrava (bajo); Doña Leonora (soprano) y su hijo Don Carlo (barítono); Don Alvaro (tenor) y el Abad de los Frailes Franciscanos (bajo). También hay arrieros, campesinos, soldados, frailes, etc. Las escenas transcurren en España e Italia durante el siglo XVIII de la Edad Media. El libreto, basado en la obra “Don Álvaro o la Fuerza del Destino”, fue escrito por el Duque de Rivas.
Don Álvaro se ha fugado con Doña Leonora, hija del Marqués, a su regreso éste último descubre a Leonora y Álvaro, fallece asesinado accidentalmente por Don Álvaro. El Marqués maldice a su hija por haberle causado la muerte e invoca la venganza de su hijo Don Carlo, sobre ella y su amante. Leonora, temerosa de la situación, escapa vestida de hombre a un monasterio cercano, se confiesa con el Abad quien la conduce a una cueva, donde éste le asegura que estará absolutamente segura.
Don Álvaro y Don Carlo se encuentran ante la cueva. Luchan en un duelo en el cual Don Álvaro hiere mortalmente a Don Carlo. Doña Leonora, saliendo de la cueva y encontrando a su hermano muerto, corre hacia él. Haciendo un último esfuerzo él la apuñala en el corazón.
Don Álvaro se arroja a sí mismo hacia un precipicio cercano. Uno de los números principales de la ópera es “Madre, pietosa Vergine” (Madre, Virgen piadosa). Dicho tema es cantado por Doña Leonora, mientras se encuentra arrodillada a la luz de la luna, cerca del convento, desde donde se oye el canto de los sacerdotes. Este mismo tema suele ser utilizado como obertura en numerosas ocasiones.
La forza del destino está entre las cien óperas más representadas, aunque la precede una fama de “¡Jettatore!”, ya que, durante su estreno y ejecuciones posteriores, estuvo plagada de desgracias y contratiempos. En 1960 durante su ejecución en el MET de New York, murió el barítono Leonard Warren mientras cantaba “¡E salvo! O gioia”,lo que parece decirnos que “La forza del destino” sigue ejerciendo su predeterminación aún arriba de un escenario.
NOTAS
https://noticiasdeanzoategui.blogspot.com/2019/11/1862-en-san-petersburgo-rusia-se.html
https://www.historiahoy.com.ar/la-fuerza-del-destino-n1352
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