Recientemente tuve la oportunidad de asistir a un worshop en Santiago de Chile, con muchos negocios y mucha interacción. Además de la agenda educativa hubo oportunidad de conocer algunos lugares y de tener experiencias muy gratas en sitios interesantes.
Todos coincidimos en lo gratificante que es el “face to face” y también se entablaron charlas sobre lo cansado que es estar generando contenido para las redes sociales, estar todo el tiempo captando imágenes – no se diga de la gastronomía – y ver muchas de las cosas a través de la pantalla de un teléfono celular.
Si bien hoy tenemos la oportunidad de convivir nuevamente en eventos presenciales, también es cierto que parte del tiempo no estamos del todo presentes. “Vivimos” una buena parte del día en el espacio virtual; nos ocupamos (y también nos preocupamos) de ver cuántos likes tienen nuestras fotos en social media o a quién le gusta la nueva foto de perfil que pusimos en nuestro WhatsApp.
Esto nos hace estar presentes y al mismo tiempo ausentes. Estamos una parte del tiempo en el mundo real y la otra en el virtual. No es que sea bueno o malo, el punto es preguntarnos qué tanto estamos disfrutando realmente lo que está delante de nuestros ojos, si nos estamos maravillando con el paisaje natural y percibiendo con todos nuestros sentidos todo lo que la vida nos está brindando.
Mi impresión es que la mayoría de las veces nos perdemos de mucho. A menudo estamos más preocupados, insisto, por capturar decenas o tal vez cientos de imágenes que, si bien compartimos con otras personas que no tienen la oportunidad de estar donde nosotros, también hace que no tengamos la plena conciencia de estar y disfrutar el momento presente. Sin duda no es lo mismo ver con los ojos que mediante una pantalla.
Los animo a pensar en esto para que, cuando disfrutemos de un viaje, de una amena charla con amigos o simplemente de un momento con nosotros mismos, estemos, con plena conciencia y con los ojos tan abiertos que nos maravillemos con cada imagen, con cada sonido, con cada palabra. Recordemos que el tiempo y el momento que se va, jamás regresa.
¿Qué opinas de las redes sociales, te gustan?, ¿Te has cuestionado cuánto tiempo gastas en el ciberespacio?, ¿Cuándo sales tienes todo el tiempo el celular contigo?, ¿eres capaz de dejar a un lado tu teléfono mientras estás con otra persona? ¡Cuéntame!
Gracias por leerme y por compartir estas ideas. ¡Hasta la próxima!
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