La pandemia y el resguardo preventivo sin duda nos ocasionaron estrés. Al sentir más de cerca la muerte, nuestra cabeza se inundó con pensamientos catastróficos y esto a su vez provocó que experimentáramos sentimientos difíciles de manejar. Si es tu caso y dicha situación te ha ocasionado conflictos con tus seres queridos, plantearte estas preguntas te resultará útil:
¿Cómo me estoy vinculando con los míos?, ¿lo estoy haciendo desde lo que representan para mí, es decir, desde el amor, o lo estoy haciendo desde otro sentimiento que en realidad no siento pero que estoy maximizando debido al estrés?
Piensa cuáles de estos sentimientos estás experimentando: enojo, tristeza, preocupación, angustia, etc. Enseguida:
- Detéctalos
- Piensa en cuáles son las situaciones que te están provocando estos sentimientos
- Trata de buscar una solución para esa situación que se tornó complicada; todo en esta vida la tiene. Lo único irremediable es la muerte.
- Considera que no todo está en tus manos, no todo puedes controlarlo, ¿qué sí puedes modificar con una acción?, ¿cuál sería esa o esas acciones concretas?
- Pregúntate: ¿cómo quiero recordar esto mañana?
Recuerda: puedes afrontar las situaciones desde dos diferentes posturas:
- a) constructivas
- b) destructivas
Recuerda que aunque no podemos decidir absolutamente todo lo que nos sucede, sí podemos definir nuestra postura y, sobre todo, nuestra reacción ante las circunstancias que nos va presentando la vida. Por ejemplo, aunque no decidimos que el virus SARS-CoV-2 apareciera ni podemos decidir que se vaya, sí tenemos la libertad y responsabilidad para precisar cuál será nuestra actitud y comportamiento ante este hecho. Como dice Viktor Frankl ꟷneurólogo, psiquiatra y filósofo austriacoꟷ “sólo actuando respondemos a las cuestiones vitales”.
Las emociones no se limitan, pero sí las reacciones, sobre todo cuando dañan a quienes amamos. También recuerda que a una emoción siempre la precede un pensamiento. El secreto está en cómo pensamos, en la historia que nos contamos en el día a día. Pensar de manera positiva no siempre es sencillo, pero como dice Wayne Dyer en su libro titulado Tus zonas erróneas “sólo puedes ser competente en lo que practicas, no en lo que evitas hacer”, así que aprender a pensar de forma saludable es un trabajo de todos los días.
¿Te resultaron útiles estas ideas?, ¿tienes alguna otra que practiques? ¡Cuéntame!
Twitter: @nanfuentes2021 / LinkedIn: Nancy Fuentes Juárez
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