Certificación Great Place to Study: ¿la felicidad se puede medir?

El bienestar no solo se traduce en un mayor estado de felicidad, sino también en un ambiente más sano y óptimo para el aprendizaje. 

21 de enero, 2022

Unas décadas atrás, las industrias y los gobiernos se dieron cuenta de la necesidad de medir ciertos estándares para garantizar que los niveles de calidad de la producción fueran los esperados y cumplieran las expectativas de los consumidores. Sin embargo, esas mediciones estaban casi exclusivamente centradas en los productos y en los procesos y dejaban a un lado el elemento más importante: el factor humano. Debido a eso, la forma de “calificar” la calidad de una empresa, se fue modificando para tomar en cuenta aspectos como el respeto a los derechos humanos y el medio ambiente, las condiciones laborales, el entorno de trabajo, la calidad de vida y, sorprendentemente, el bienestar y el índice de felicidad de los empleados.

Y si eso han hecho las empresas para posicionarse como “las mejores en el mercado”… ¿No suena lógico que lo hagan también los colegios?

Pero… ¿De verdad se puede medir la felicidad?

No solo se puede sino que debe hacerse. No nada más porque hoy sabemos que el bienestar integral (físico, mental y espiritual) es un factor determinante para que los alumnos puedan aprender y los maestros enseñen mejor, sino además –en medio del huracán al que nos ha orillado la Pandemia– porque hoy vivimos momentos en los que necesitamos, primero, dar contención emocional a nuestras comunidades educativas y después, contar con planes de acción que nos permitan salir avante, fortalecidos y plenamente adaptados (y adaptables) a las necesidades de un mundo que cambia vertiginosamente.

Great Place to Study nace como una extensión de la conocida empresa internacional Great Place to Work, con la intención de ayudar a los colegios a conocer, de manera tangible y, mediante estudios de datos científicos recopilados en encuestas de satisfacción previamente diseñadas, los niveles de satisfacción de sus comunidades educativas y el índice de felicidad de sus alumnos. Estos estudios “califican” a los colegios permitiendo que alumnos, exalumnos, padres y maestros, expresen su opinión desde su propia experiencia y de manera anónima, tomando en cuenta seis factores determinantes: experiencia de aprendizaje, infraestructura, vida en el campus, actividades extracurriculares, factor de felicidad y satisfacción de padres y maestros.

Lo que no se mide no se puede mejorar

Todos sabemos que para poder curar lo que nos duele hay que ir al médico. Pero… ¿qué pasa cuando no sabemos ni cómo nos sentimos? En el ámbito de la educación, aunque para los colegios siempre ha sido importante tener parámetros que les indiquen cómo van, si lo que están haciendo es efectivo y hacia dónde se dirigen, los momentos que vivimos actualmente los obligan a hacer una pausa de recapitulación, en algunos casos para saber si se están haciendo bien las cosas y en otros por desgracia, incluso para saber qué hacer en este océano de clases a veces presenciales, a veces online, a veces híbridas y a veces “como se pueda”.

Me atrevo a decir que ningún Colegio, por mejor preparado que estuviera, imaginó siquiera que tendríamos que enfrentar algo así y, aún hoy, no sabemos qué nos depara el futuro inmediato, porque son situaciones que nunca habíamos vivido.

Por ello, considerar hacer una valoración de 360 grados sobre cómo estamos hoy (¿Cómo se sienten nuestros niños? ¿Cómo está su corazón? ¿Qué preocupaciones tienen nuestros padres de familia? ¿Cómo han “sobrevivido” nuestros maestros?) es necesaria e indispensable para toda institución educativa que pretenda mejorar sus prácticas, sus estrategias, sus directrices y sobre todo, hoy, brindar verdadera contención emocional a sus comunidades y garantizar la continuidad del aprovechamiento académico de sus alumnos.

Colegio Eugenio de Mazenod: ¡Un gran lugar para estudiar!

Tomar la decisión de ser “calificados” justo en el ojo del huracán, en medio de una crisis tan fuerte y al haber sido obligados a cambiar todo aquello a lo que estábamos acostumbrados, fue difícil. Pero hoy, después de haber pasado por el proceso de evaluación, de encontrarnos con resultados que superaron nuestras expectativas y de haber tenido la valiosa oportunidad de identificar con claridad nuestras áreas de oportunidad, nos sentimos muy orgullosos de constatar que somos un colegio con un Factor de Felicidad muy alto, que tenemos uno de los mejores programas de educación socioemocional y de valores de país, y que nuestros niños, maestros y papás saben que están en un colegio que sabe hacer muy bien las cosas.

¡Felicitamos a toda la Familia Mazenod por esta certificación que no nada más nos hace parte de una red internacional del colegios privilegiada, sino que reafirma nuestro compromiso con el bienestar, el corazón y la parte humana de todos los que integramos esta comunidad educativa!

Visítanos hoy y descubre por qué somos la mejor opción para tu familia.

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