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Sobre la reunión bilateral entre México y EEUU para abordar el tema migratorio

30 de marzo, 2021

El pasado 19 de marzo el Canciller Ebrard anunció que se había logrado que el gobierno de Estados Unidos enviaría a México en préstamo 2.7 millones de dosis de la Vacuna AstraZeneca. Tanto el canciller como el presidente López Obrador enfatizaron que no se había hecho ningún compromiso para reciprocar este préstamo de vacunas de alguna forma. El siguiente martes 23 visitó nuestro país una delegación americana encabezada por Roberta Jacobson, Coordinadora del Programa de la Frontera Sur, y Ricardo Zúñiga, Coordinador del Programa del Triángulo Norte de Centroamérica en la administración del presidente Biden.

Tras insistir en que no había compromiso alguno del gobierno mexicano en reciprocar la ayuda de vacunas, tras la visita de ambos funcionarios americanos tanto a México como a Guatemala, el sábado 27 de marzo los ejércitos de Guatemala y México y la Guardia Nacional de nuestro país participaron en una reunión bilateral fronteriza en Tecún Umán, Guatemala. Ahí se anunció que esta reunión se dio “para fortalecer los puestos de control en la frontera sur de México para reducir la migración y evitar una crisis sanitaria en la frontera por el coronavirus”.

Dos comentarios para reflexión sobre estos acontecimientos.

Primero. A pesar de sus declaraciones en contra, es evidente que el gobierno del presidente López Obrador acordó con el gobierno del presidente Biden intercambiar vacunas por control migratorio en la frontera sur de México. Al unir esfuerzos con el también presionado gobierno de Guatemala, la coordinación entre ambas naciones ha establecido una barrera muy efectiva contra el flujo de migrantes, que servirá al gobierno de Biden para controlar la crítica recibida de su oposición republicana respecto a su laxitud para detener el flujo de migrantes centroamericanos. En sus primeros dos meses de gobierno, el gobierno de Biden reportó una cifra superior a los 120 000 migrantes detenidos. Entre los críticos que aprovecharon este fenómeno para desprestigiar a su administración podemos mencionar a la representante por Arizona, Debbie Lesko, quien solicitó al secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, un informe de la situación migratoria hasta el día de hoy; el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, Kevin Mccarthy, quien anunció que viajaría con otros legisladores a la frontera con México para conocer la magnitud del problema; y el Gobernador de Texas, Abbott, quien recientemente visitó la frontera binacional para anunciar un nuevo programa de control migratorio estatal.

El porqué la administración del presidente López Obrador sigue negando esta realidad permanece un misterio. El porqué no es aprovechada la oportunidad para negociar con el gobierno americano un programa de legalización de los mexicanos radicados en Estados Unidos es otro misterio más.

Segundo. Ante el evidente enfrentamiento entre los gobiernos de Estados Unidos y China, México podría aprovechar la situación migratoria para impulsar una agenda de integración que insistiera en la importancia de un acuerdo laboral integral entre los países de la zona norte de América, mismo que permitiría resolver muchos de los problemas legales que enfrentará México como resultado de las disposiciones incluidas en la renovación del tratado con el gobierno del presidente Trump. Desafortunadamente, dado el concepto de soberanía nacional y rectoría de la economía adoptado por el gabinete y miembros de Morena en el Senado y la Cámara de Diputados, las propuestas de política hacia el sector minero y energético presentadas hasta el momento, así como el desinterés demostrado en respetar acuerdos legales internacionales referentes a inversiones en nuestro país, el gobierno de la 4T ha logrado convencer a los gobiernos y empresarios de Canadá y Estados Unidos del desinterés que tiene por atraer nuevas inversiones, así como de honrar los acuerdos establecidos en tratados internacionales.

Como lo he dicho en ocasiones anteriores, el México retro-utópico venerado por el gobierno mexicano no deja de sorprendernos, constituyendo el tercer misterio que debemos considerar.

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