¡Órale!

Ha pasado poco más de una semana desde la última vez que nos leímos y, ¡guau!, han ocurrido varias cosas sorpresivas en el ámbito político nacional, cosas que solamente la mente más febril imaginaría, cosas dignas de un mundo bizarro o de la ciencia ficción más loca. Cosas que uno nunca hubiese imaginado que ocurrirían ni en mil millones de años. Por eso he decidido abarcar algunos de esos temas en un solo texto, porque si no, no nos daría la vida. ¡Agárrense bien, Ray Bradbury y Ursula K. Le Guin, que lo que voy a contar nunca se lo hubiesen imaginado!

Resulta que, en un arrebato de rebeldía sin precedentes, en una verdadera muestra de independencia de pensamiento, la ganadora de la elección presidencial, Claudia Sheinbaum, anunció que, a reserva de lo que opine el presidente López, ella tendrá una reunión diaria con el gabinete de seguridad y que dará una conferencia matutina a las siete de la mañana. Ya sé, ya sé, yo también pensé que esto era orden del presidente favorito de la Vía Láctea o un intento de copiarle a nuestro tlatoani la fórmula que tanto éxito le ha dado. Pero no, resulta que doña Claudia generó ella solita esas ideas geniales.  Que lo que hará Sheinbaum sea lo mismo que ha hecho López los últimos seis años, es una mera coincidencia, pues. ¡Órale! Yo no sé ustedes, pero esto de que haya Sheinbaumañaneras solo es una muestra más de la genialidad de nuestros amados líderes, ¿o de qué otra forma se puede explicar que ambos tengan las mismas ideas, pero cada quien por su lado? Intente usted explicar este fenómeno de pensamiento paralelo y de seguro llegará a esa misma conclusión. 

Y por supuesto, ¿qué sería de la política nacional sin la presencia del clan Monreal? Una familia tan inmaculada, tan unida y tan alejada de los escándalos y de la corrupción que me hace pensar en una familia así bonita, como el Brady Bunch. Por eso me cayó tan en raro que unos demócratas consumados como ellos estén friegue y friegue a la (legítima) ganadora de la elección en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, Alessandra Rojo de la Vega. Aunque la voluntad del pueblo, ese que tanto aman y respetan los morenistas (siempre y cuando voten por ellos), ya quedó demostrada una y otra y otra vez, Caty Monreal nomás no queda satisfecha con el resultado y ahora lo impugnará con el pretexto de que Rojo de la Vega ejerció violencia política en razón de género en contra de ella. Es decir, lo que Caty Monreal no ganó en las urnas, quiere ganarlo a la mala, porque ahora sí, “la ley es la ley”. ¡Doble órale! ¿Quién hubiese pensado que los Monreal fuesen así, si siempre han tenido una conducta intachable y digna, caray?

Otra que anda haciendo cosas raras, que nunca hubiésemos imaginado de ella, es Ana Gabriela Guevara. En plena resaca olímpica, la incorruptible directora de la Conade se defendió de las críticas que varios medios hicieron contra ella. Porque sacarle lana a Guevara para los deportistas es todo un cuete, pero eso sí, la todavía directora no se privó de asistir a París para la justa deportiva y pasársela bomba en restaurantes franchutes por aquí y por allá. ¿Y cómo creen que contestó la atleta devenida en funcionaria de la 4M (cuarta mafufación)? Nada más y nada menos que así:  “Todo lo que gano me lo trago, me lo unto y me lo visto como me da mi chingada gana. No tengo marido, ni marida, ni concubino, ni nadie que me exija en qué gasto”. ¡Triple órale! Ella, que siempre se expresa tan bien y de manera tan fina, ahora llega y nos aplica un Paco Ignacio Taibo II. ¡Tiempos raros en los que vivimos!

Otro asunto sorpresivo e impredecible fue cuando mi presi precioso declaró que él no se reuniría nunca de los nuncas con un personaje de tan dudosa honorabilidad como el presidente argentino, Javier Milei, que porque mi prócer macuspano, palabras más, palabras menos, “no coincide con su forma de pensar ni de ser”.  ¡Cuádruple órale! Yo que siempre he pensado que mi tlatoani es el paladín del diálogo y el mayor demócrata entre los demócratas, quien es capaz de tender puentes con la oposición de una manera respetuosa y sin poner epítetos ni insultar, a pesar de que no todos piensen como él, y ahora me sale con esas declaraciones, más dignas de un amigo de Vladímir Putin o Nicolás Maduro. Incluso creí que dichas declaraciones fueron creadas por esos periodistas apátridas, que inventan fake news con la misma facilidad con la que respiran (y quienes nunca quieren decir cuánto ganan). Lo bueno es que el mejor presidente del universo no tendrá que verse cara a cara con su homólogo argentino porque Javier Milei nomás viene a México a participar en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) que se realizará el próximo 24 de agosto, y no como parte de una visita diplomática. Menos mal, porque si no, capaz que a mi presi López le da el patatús y el telele juntos a unos días de dejar el encargo y eso nos arrebataría el honor de verlo irse a “La Chingada” (su rancho).  ¡Órale!, pues así las cosas, con varios políticos actuando como nunca hubiésemos esperado. Pero, en defensa de todos los aludidos, pienso que de seguro deben estar actuando como loquitos por culpa de los nervios del nuevo sexenio que ya mero se nos viene encima y el cual, todo parece indicar, ¡será todavía másmejor!

Te puede interesar:

El arte de “vivir para algo”