Este escrito no pretende ser una reflexión exhaustiva sobre el tema de propaganda ni de análisis político, más bien, pretende llevar a la reflexión y a la argumentación sobre el tema de la propaganda negra, su origen y la aplicación en determinados contextos particulares.
Mauricio Saldaña Rodríguez afirma que la propaganda negra es la madre de la mercadotecnia, tanto en términos cronológicos como de modificación del pensamiento humano, más allá de cualquier consideración ética, y por supuesto, moral. Saldaña enfatiza que la persuasión comercial no tiene otro propósito que detener -por un instante- la capacidad reflexiva del inminente comprador para aturdirlo con palabras, imágenes y sonidos que hagan del producto en cuestión una oferta atractiva, aunque más tarde el propósito consumidor se pregunte por qué adquirió tal mercancía, tal servicio. El primer motor de la persuasión es el miedo porque a través de éste controlas.
En su libro El Código de Proteo Saldaña menciona que la creación de la propaganda oscura o negra fue Paul Joseph Goebbels Oldenhausen, con discusión respecto a los escritos de Hitler antes de su llegada al poder y/o posterior también Haushofer o el instituto Tavistock o Licio Gelli. Siguiendo los mismos escritos del politólogo Mauricio Saldaña, éste indica “que la propaganda oscura en el campo político maneja dos extremos. En el primero, dos candidatos a un puesto de elección popular pueden despedazarse y de paso sembrar desconfianza entre el electorado. Pasados los comicios, el candidato ganador se funde en un abrazo con el perdedor e invita a olvidar la pasión de la contienda, lo que hace suponer que aquel enfrentamiento a muerte era mera simulación; o bien, que ambos políticos confían en la estulticia* y la desmemoria de la sociedad, como para olvidar los insultos y las amenazas para continuar como si nada hubiera ocurrido. En el otro extremo, las campañas no enfrentan a los candidatos, sino a las masas que los siguen, provocando violencia en grado tal que pueden pasar años en que el tejido social pueda sanar ante semejante caos” ¿coincidencias con el hacer política en México?
Útil será para el análisis del discurso político hoy en México hacer una comparativa de hechos frente a los 11 principios de la propaganda oscura o negra que sirven de discurso controlador:
Principio de simplificación. El uso de una sola idea, un solo símbolo. La simplificación facilita que la audiencia pueda centrar su capacidad de percepción en el propósito del mensaje. Por ejemplo, los gobiernos neoliberales, corruptos y culpables de todo. El uso de un héroe nacional como ejemplo de acciones políticas públicas -aunque el contexto histórico sea completamente diferente-. Juárez y Madero. Otra idea, un gobierno para los pobres, los militares.
Principio del contagio. Reunir a los distintos adversarios en una sola categoría, así se maximiza la simplificación. Hoy, la categoría podría ser “los enemigos de la patria” “contra los neoliberales”, “los conservadores”.
Principio de transposición. Este parte de la base de que aún en las peores condiciones siempre es posible ocultar sus efectos mayores, con noticias menores, como inventarse a sus enemigos y culparlos continuamente, “estábamos peor, hoy hay más beneficios para los pobres”.
Principio de la desfiguración. Los extremos de la desfiguración son la minimización (la burla) y maximización (alarmarse) de las características de un adversario principalmente, o de la situación. Los enemigos del presidente, las feministas, las familias de niños con cáncer, los narcos, el jaqueo, de los que se burla. Minimiza desastres y nunca hay culpables (mineros, línea 12, defensores ambientales, periodistas perseguidos y asesinados, etc.).
Principio de la vulgarización. Condicionar las limitaciones intelectuales y emocionales de su “mercado”, es decir, enviar mensajes fáciles de entender y memorizar. Por ejemplo, “tengo otros datos”, las mujeres como corazoncitos, culpa de los conservadores, abrazos no balazos.
Principio de orquestación. Para optimizar los efectos de un mensaje claro y -dicho brutalmente- a prueba de tontos hay que repetir incansablemente y desde distintos ángulos dichos elementos. ¿qué repite incansablemente en las mañaneras López Obrador? Eso ya lo dije… Es evidente que… austeridad…para algunos, yo tengo otros datos, sus datos están erróneos.
Principio de la renovación. Intensificar al máximo la propagación de mensajes diferentes, se mantendrá la atención del público. Sus obras que detonan desarrollo (aeropuerto, tren maya, refinería), democracia, reforma electoral (contra el INE) pobreza franciscana, no somos iguales a los anteriores.
Principio de la verosimilitud. Con argumentos sólidos, que, aunque se cambien de lugar sus componentes, el resultado es el mismo y por lo tanto es difícil encontrar fisuras. Lo que AMLO dice es verdad, solo esa es la verdad, lo demás ni se debe tomar en cuenta, porque es de los traicioneros a la patria, los conservadores, los “otros” datos, nos dejaron un pueblo empobrecido.
Principio del silenciamiento. Si se carece de argumentos eficientes y eficaces para responder a los ataques de un adversario, debe modificarse la agenda ante los medios y hacer lo necesario para que la gente se concentre en los errores de aquél. Hacia las mujeres, los feminicidios, la violencia armada contra ciudadanos, periodistas censurados, los ataques son disfrazados con promesas o con imágenes y adulaciones a la personalidad de Obrador.
Principio de la transfusión. Cualquier propaganda debe trabajar con el “ethos” nacional, con los valores y antivalores de los que dispone cualquier ciudadano. Por los pobres… las mamás tienen la razón…
Principio de la unanimidad. Se debe crear una idea de comodidad a partir de la lógica comunitaria. Decir lo que la mayoría quiere escuchar (se atiende a la emoción no a la razón) prometer y prometer cada año lo mismo, medicamentos, banco de bienestar, tandas, salud para todos gratis y de primer mundo.
¿Cuántos más ejemplos puede usted, lector, implicar en cada principio?
Instrumento de poder: la palabra, la propaganda obscura.
Pero siempre detrás de la mentira está la realidad objetiva que mueve ciudadanos críticos. Para la propaganda oscura, los ciudadanos son sus consumidores, sus clientes, tener contentos a los clientes, crece la popularidad, no importa los medios para lograrlo. Así, ¿el presidente miente o hace propaganda?, o ambos. La finalidad, controlar para mantener el poder personal, y ¿su séquito lo sabrá?
REFERENCIAS
Saldaña Rodríguez, Mauricio (2010) El Código Proteo, experiencia internacional comparada de la propaganda oscura 3. Ediciones de educación y Cultura, México.
*Estulticia: Ignorancia, necedad o estupidez de una persona.
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