Un estimado amigo, refugiado español, me compartió esta anécdota. Platicando con su abuelo, con quien pasaba sus vacaciones en el norte de España disfrutando de la vida campirana, preguntó por qué, después de la cosecha otoñal acostumbraban sembrar su trigo antes de que cayera la primera nevada del invierno. Le respondió que las semillas se preparaban para la primavera del año siguiente; meditaban en su futuro, aprendían a resistir las inclemencias del tiempo y se fortalecían para recibir las aguas del deshielo y germinar para la temporada siguiente. El frío del invierno las templaba y ellas se fortalecían con las aguas que las despertaban y entonces se reportaban para germinar y ofrecer una buena cosecha en la siguiente temporada.
La cosecha del año pasado quedó en los libros de la hacienda; buena o mala, sequía, inundación o buen tiempo y trabajo ya son historia. Hay que prepararse para la siguiente, aceptar lo pasado y planear lo siguiente.
Tiempo similar es el que vivimos; estamos en un invierno histórico. Nuestra labor del momento se centra en fortalecernos en la crudeza de nuestro invierno planetario: primero sobrevivir, reforzar nuestro sistema inmunológico, repasar nuestra historia: mundial, nacional y personal, rememorar tantos recuerdos gratos que hemos vivido: la llegada del hombre a la Luna, la caída del muro de Berlín, los intentos postguerra de mejorar este mundo, la creación de la ONU, la guerra fría, la crisis de los misiles rusos en Cuba, la muerte de Kennedy, la época de las dictaduras; los grandes líderes: Juan Pablo II, Gorbachov, Ángela Merkel, Margaret Tatcher, Teresa de Calcuta, Salvador Allende, José Mújica; los desastres financieros de todos tipos, devaluaciones, inflaciones galopantes de hasta tres dígitos, derrumbe del comunismo y de la Cortina de Hierro; las reconstrucciones milagrosas de Japón y Alemania, las corruptas imitaciones de los populismos latinoamericanos que evaporaron tantos planes de ayuda a costa de tantas vidas, tantos martirios donde relumbran el Padre Pro y el obispo Romero. Los esfuerzos de tanta gente buena en todos los campos que poco han logrado porque es la necesidad demasiado grande y los auténticos trabajadores son muy pocos.
Tal vez el campo deportivo traiga a nuestra mentes mejores motivos de alegría, Necaxa venciendo al Santos de Pelé, las campeonísimas Chivas, el América de Roca, la selección de Trelles en Chile; los Diablos Rojos de Ramón Arano, el Zurdo Ortiz y Aurelio López; Cóndores de UNAM, Águilas Blancas de Poli, las olimpiadas del 68, los grandes equipos mundiales: Real Madrid, Yanquis de Nueva York, Celtics de Boston, Santos de Brasil; los grandes héroes Pelé, Maradona, Di´stéfano, Valenzuela, Hugo Sánchez, Roger Federer, Florence Griffin, Nadia Comaneci, Michael Jordan Dick Fosbury, Michael Phelps mención especial a mi gusto para Jesse Owens. Y unas miríadas más.
Aterrizando remembranzas con nuestro país, de Don Porfirio para acá, lo que vivimos y recordamos, lo que nos platicaron nuestros mayores y lo que hemos leído y escuchado de escritores y conocedores nos llevan a la actualidad, la sempiterna división de opiniones y actuaciones nuevamente se radicaliza y nos mantiene tan enfrentados como en los años finales de Don Porfirio, como en las disputas postrevolucionarias y en la guerra cristera y aunque ahora se publicita que el México Bronco se ha domado (tanto como la pandemia), la realidad nos muestra todo lo contrario al ver la Guardia Nacional que ni siquiera ha reducido los niveles de violencia, con incremento incontenible y sostenido de los asesinatos, invadiendo de manera alarmante esferas antes respetadas, haciéndome recordar el ambiente descrito por Agustín Yáñez en su novela “Al Filo del Agua” y hoy me siento al filo de la tormenta.
En todas las crisis se presentas insospechadas áreas de oportunidad. La sociedad generará diferentes conductas, reacciones, relaciones, interacciones; repitiendo algunas pasadas, modificando algunas, inventando nuevas, la antigua normalidad jamás regresará y pasará un tiempo para llegar a una nueva normalidad, hoy impredecible, depende de lo que hagamos. El México con el que soñamos empieza con eso: soñar con un país utópico, diseñar idealmente un mundo nuevo donde podamos vivir, realizarnos y trascender, el mundo que queremos dejar a nuestros hijos y nietos, lo que esperábamos en nuestra juventud y buscamos en nuestra madurez; y después bajar el nivel hacia algo realizable.
Planeado el edificio procederemos a fijar los cimientos, esos mismos que se han sacudido con el paso de los años y tenemos que asentarlos firmemente. La Nación requiere un refrendo de la axiología nacional fundamentar la jerarquía donde el mayor valor sea LA VIDA por encima del dinero, el poder, el placer, la apariencia y el lujo que en muchas áreas y ocasiones han venido a ponerse falsamente como principales y que han venido desvirtuando de manera lenta pero segura la vida cotidiana orientando nuestros pasos por senderos muchas veces equivocados.
Preparado el terreno, compactado con la roca del valor de la vida procederemos a erigir el cuerpo del edificio sustentado por cuatro columnas principales: BONDAD, BELLEZA, VERDAD Y JUSTICIA.Y partir de esta estructura uniforme procederemos cada quien a construir su porción agregando el resto de valores y acomodándolos como nos parezca, integrándonos al resto de sociedad sobreviviente que ha vivido la misma experiencia y que seguramente será susceptible de poner manos a la obra.
Requerimos para esto una actitud optimista, una mente abierta, dejando atrás todo lo pasado recordando que si queremos resultados diferentes tendremos que accionar de manera diferente. Dispuestos a no repetir los mismos errores, conscientes de que no somos infalibles y que cometeremos errores con la esperanza de que serán menos graves y menos trascendentes.
Inspirados en una actitud de renovación y ambientándonos a esta nueva realidad iremos reanudando anteriores y nuevas relaciones, integrándonos a viejos y nuevos grupos, adquiriendo nuevos compromisos, buscando nuevas metas o las mismas con diferente óptica o metodología.
Este proceso ya lo hemos vivido y no veo cómo modificarlo en la forma pero sí en el fondo, de esa manera se irán formando grupos de amigos con intereses comunes, asociaciones, clubes, sociedades, empresas, agrupaciones, institutos, cadenas, conglomerados, iglesias, gobiernos, naciones.
INSTITUCIONES
El tamaño de las mismas dependerá del objetivo que se propongan, de la capacidad de sus integrantes y del esfuerzo coordinado de todos sus elementos, la permanencia y desarrollo de las mismas no depende del dinero que se emplee en ellas, sino del paulatino crecimiento de los resultados que se vayan obteniendo, de la permanente evaluación y rectificación de curso.
El objetivo de rediseñar un país no está al alcance de un solo hombre por muy carismático que sea ni por muy altas que sean sus miras, sino de un ideal claro y sencillo, constructivo, alcanzable, evaluable, integrador que motive a todo un pueblo a conseguirlo; con un líder que una y no divida, personas como Gandhi, Mandela, Luther King, Kennedy que llevaron a sus seguidores a conseguir la sal, a finalizar el apartheid, a defender sus derechos civiles o a conquistar la Luna.
Estamos muy lejos de conseguir algo así, pero cada uno de esos hombres son producto de una cultura que les dio bases para mejorar, y hoy tenemos la oportunidad de iniciar una nueva sociedad, integrando diferentes instituciones que arraiguen en nuestro inconsciente colectivo de tal manera que nos sea imposible vivir sin ellas y que no puedan ser destruidas con un plumazo ocurrente del mandatario en turno.Es a los legisladores a quienes corresponde iniciar reivindicándose del papel de oficialía de partes dependiente de un dictador que no admite ni una coma de corrección y que los ha dejado en el papel de mandaderos sin voz ni voto, aunque lo que se les pide sea inconstitucional desde un principio.
Es con la REDINE, ya propuesta, que serviría de gimnasio de entrenamiento a todos los ciudadanos interesados en mejorar nuestro país. Se les daría una plataforma donde sus voces serían tomadas en cuenta ofreciendo un foro de debates a quienes quieren ocupar los puestos directivos y donde serían electos aquéllos que convenzan a sus electores y que en verdad representen sus intereses con prioridad, aunque en algunos casos difieran de los de sus partidos. Los miembros de cada chat distrital moderarían sus lenguajes y se obligarían a razonar, argumentar, convencer, arriesgándose a quedar mal con sus vecinos, familiares y amigos, con la experiencia vendría la oportunidad de dialogar, conocerse y terminarían por integrarse en una comunidad electoral y el representante sería realmente popular.
Al rendir allí mismo sus cuentas, no solo de efectivo, sino de actuación en la Cámara y fuera de ella, dificultaría la corrupción siendo castigado adecuadamente por sus conciudadanos. Muchas zonas citadinas ya sufrieron las experiencias de las asociaciones de colonos, consejos de participación ciudadana, etc. y podrían aportar mucho; se conocerían e intercambiarían experiencias, comentando sus propósitos dándose cuenta de que quienes no votan igual que uno también están buscando el bien común y sólo difieren en el camino de búsqueda.
Los partidos políticos dejarían de asignar candidaturas por compadrazgo o amiguismo y tendrían que dejar de nombrar impresentables para los puestos públicos, de la misma manera se reduciría el dispendio electoral muchas veces insultante para las mayorías, y al no disponer de dinero para campañas habría menos interés de fundar partidos espurios que sólo desangran el presupuesto nacional.
No es un sueño de opio ni se lograría de un plumazo, pero podemos dar el primer paso.
Pensar la vida
Construir nuestra vida a partir del planteamiento de un propósito nos permite insertarnos en el mundo a partir de...
noviembre 22, 2024México regresa al complejo escenario mundial
El regreso de México al escenario internacional se da en medio de una realidad global que se ha modificado...
noviembre 21, 2024Presupuesto educativo. Obras y no buenas razones
Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado – Benjamín Franklin
noviembre 21, 2024IMPULSA CLAUDIA SHEINBAUM UN GOBIERNO CON ENFOQUE HUMANISTA: SERGIO SALOMÓN
En México, la desigualdad y división que existían en el pasado van quedando atrás con una autoridad con enfoque...
noviembre 20, 2024