Las “generalizaciones orientadoras” no conforman la verdad total y última, pero resultan útiles y necesarias para relacionar diferentes ramas del conocimiento.
Lo que se pretende con este tipo de análisis es construir visiones panorámicas donde el acento se ponga en las coincidencias, en los patrones repetidos, en las tendencias más frecuentes.
Las “generalizaciones orientadoras”, concepto tomado de la Teoría Integral del filósofo norteamericano Ken Wilber, consisten en afirmaciones amplias y generales sobre las que hay un consenso generalizado.
Lo que se pretende con este tipo de análisis es construir visiones panorámicas donde el acento se ponga en las coincidencias, en los patrones repetidos, en las tendencias más frecuentes. Es como si intentáramos ver al ser humano desde la perspectiva de la Tierra que tiene un astronauta que observa por la ventanilla de la estación espacial. Se trata de una mirada total y abarcadora, que no invalida lo que un científico puede ver desde el microscopio de su laboratorio. Se trata también de una visión que es consciente de sus limitaciones intrínsecas y que por ello se plantea ya de inicio como una “generalización orientadora” y no como una serie de verdades absolutas e incuestionables.
Para los astronautas del ejemplo, sean americanos, rusos o pakistaníes o se trate de una misión combinada, la Tierra es esférica, mayoritariamente azul, está, en apariencia, suspendida en el vacío cósmico y saben, por los conocimientos de física compartidos por los tres, que debido una combinación de fuerzas electromagnéticas y gravitatorias, gira sobre su propio eje, al mismo tiempo que gira alrededor del sol y un sin fin de datos más que les permiten tener un consenso muy amplio al respecto de lo que la Tierra es, aun sabiendo que se trata de un acuerdo circunscrito al punto de vista específico desde donde la miran en ese preciso momento del espacio-tiempo. Sin embargo la importancia de ese acuerdo les permite tener, aunque sólo sea a ese nivel, una visión unificada que los habilita para trabajar en equipo. Ese nivel de acuerdo no invalida ni desaparece las diferencias o particularidades, pero sí saca la máxima utilidad a sus coincidencias.
Observar el mundo a partir de este propósito unificador nos obliga en principio a un elevado nivel de abstracción. Utilizando otra metáfora, una “generalización orientadora” consiste en mirar el bosque sin entrar en primera instancia a fondo con los árboles. Dicha manera de observar permite un elevado grado de acuerdo acerca de cuáles son los bosques importantes de la Tierra, aunque todavía no terminemos de estar de acuerdo en el número concreto y las variedades de árboles que contienen cada uno. Y además tiene una ventaja adicional: esta manera global de entender los fenómenos aporta visión, significados, información y comprensiones a los que no puede accederse desde las partes que lo componen; desde el estudio de un árbol en particular no puede inferirse el bosque en su conjunto.
Regresando con los astronautas, puede ejemplificarse con la célebre primera foto de la Tierra completa e iluminada, a la que se le conoce como “The Blue Marble” (la canica azul). Dicha imagen fue tomada el 7 de diciembre de 1972 por la tripulación del Apolo 171. Como había dicho algunos años atrás William Anders, astronauta del Apolo 8, autor de otra fotografía histórica, la conocida como “Earthrise” (amanecer de la Tierra), la cual, aunque sale incompleta, es la primera imagen de la Tierra tomada desde la luna: “Vinimos hasta aquí para explorar la luna, y lo más importante es que descubrimos la Tierra2”.
No hay ningún elemento aislado dentro del planeta, por más profundamente que se le estudie, que aporte el significado que se infiere de observar esa “canica azul” flotando en la inmensidad del cosmos. Por primera vez pudimos “vernos” desde afuera, aceptar, como lo hizo el propio Anders, que desde esa distancia no fue capaz de observar ninguna frontera, que por más diversidad que exista, somos un solo planeta, y todos los seres humanos, sin importar las diferencias que en efecto nos separan, viajamos en el mismo pedazo de piedra, cubierto de tierra y agua, y con ello nuestros destinos están irremisiblemente unidos. Nada de eso se puede inferir a través del microscopio, ni a través de ninguna de las partes que componen ninguna de las ciencias o las artes. Esa visión de la Tierra como una totalidad, como una sola esfera que gira y gira trasladándose suave e impasible a través de la inmensidad del espacio es, no sólo un nuevo punto de vista adicional a todos los anteriores para entender el planeta, sino, en términos simbólicos y conceptuales, una “generalización orientadora” de la cual el ser humano puede inferir una enorme cantidad de significados, imposibles de observar desde otra perspectiva.
Aunque las “generalizaciones orientadoras” no conforman la verdad total y última, construirlas es extraordinariamente útil y necesario porque son capaces de relacionar las diferentes ramas del conocimiento. Ante esa fotografía de la Tierra flotando en el espacio tanto la física como la psicología, la teología, la antropología, la filosofía y un largo etcétera de ciencias y disciplinas, tienen algo qué decir. Ninguna de esas ciencias terminará por descubrir la “Verdad”, pero si aportará visones parciales y específicas que enriquecerán esa comprensión panorámica de lo que somos.
Jack Crittenden en el prólogo que escribió para el libro El ojo del espíritu, también de Ken Wilber, describe la generalización orientadora como un cierto nivel de abstracción en el que la sensible mayoría de los especialistas de cada disciplina están de acuerdo, y pone uno de los ejemplos que a mi juicio retrata de forma más gráfica el proceso construcción de una generalización orientadora: ¿Están todas las religiones de acuerdo con que Jesucristo es Dios? No, por lo tanto en este nivel no hay acuerdo y no podíamos utilizar esa idea como “generalización orientadora”. ¿Están todas las religiones de acuerdo en la existencia de Dios? Aquí dependerá del significado que cada una de ellas asigne al término <Dios>. Tampoco aquí es posible hablar de un acuerdo general. ¿Están de acuerdo todas las religiones en la existencia de un Dios, siempre que éste sea descrito como incalificable? En este nivel de abstracción, donde es posible considerar desde la vacuidad budista hasta la explicación teológica de la Santísima Trinidad, hay un acuerdo generalizado, con lo cual, al afirmar que todas las religiones creen en un espíritu inefable, estamos haciendo una generalización orientadora ampliamente aceptada como verdadera.
Desde luego, como el propio nombre lo indica, se trata de una visión tan general que no agota los ejemplos concretos y es perfectamente natural que en cada una de ellas pudieran existir excepciones. No todos los bosques de coníferas son idénticos. Si entrásemos al detalle, nos daríamos cuenta de que cada uno sobre la Tierra, dependiendo de sus latitudes y las condiciones específicas del suelo y de los ecosistemas que lo componen, posee aspectos específicos y únicos; sin embargo, comparten una serie de características generales que permiten distinguirlos de una selva o de una sábana, aun cuando en todas ellas haya árboles.
Desde luego, el propio Wilber reconoce que incluso las visiones generales, más aceptadas, distan mucho de ser definitivas o de estar acabadas. Pensemos que durante milenios una generalización orientadora pudo ser que la Tierra era plana, o, puesto que de un modo u otro todas las cosmogonías lo plantean, que somos indiscutiblemente producto de la creación de ese dios inefable del que hablábamos antes. No fue hasta que se instituyó la ciencia como base del paradigma Moderno que ambos acuerdos dejaron de ser universales y de funcionar como “generalizaciones orientadoras”.
Desde esta perspectiva resulta paradójico que gran parte de lo que hoy sería en toda regla una “generalización orientadora”, en algún momento dejará de serlo. Pero mientras tanto, resultan de gran utilidad para analizar la realidad en que estamos inmersos.
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1 National Geographic España, Héctor Rodríguez, “Las mejores fotos históricas de la Tierra desde el espacio”
21 de abril de 2016, Actualizado a 22 de abril de 2020.
Consulta: 2 de octubre 2021
2 BBC News, bbc.com, Alejandra Martins, BBC News Mundo, “50 aniversario de Earthrise: “Fuimos a explorar la Luna y descubrimos la Tierra””, 24 de diciembre del 2018
Consulta: 2 de octubre del 2021
https://www.bbc.com/mundo/noticias-46620324
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