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Eulogía de la pobreza

En su Informe Perspectivas Económicas de América Latina 20111, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) describe a la clase media latinoamericana como la que se encuentra creciendo a mayor velocidad en la región...

16 de junio, 2021

Luis Ernesto Derbez

En su Informe Perspectivas Económicas de América Latina 2011¹, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) describe a la clase media latinoamericana como la que se encuentra creciendo a mayor velocidad en la región y expresa que, en general, existe una relación estrecha entre el tamaño de una próspera clase media y un crecimiento económico a largo plazo, una mayor igualdad y una menor pobreza. Al tiempo que describe lo anterior, la OCDE dejó en claro que por los altos niveles de empleo informal y la baja cobertura de programas de protección social a los que tiene acceso esa misma clase media, los recursos fiscales limitados para mejorar los servicios públicos pueden incrementar la vulnerabilidad económica de los latinoamericanos que han logrado ingresar a los estratos medios y reducir el que más personas puedan ascender socialmente en nuestros países.

En su actualización publicada en 2019², la OCDE deja en claro que para mitigar los riesgos derivados de esta vulnerabilidad, y favorecer la movilidad ascendente de la población, los gobiernos deben poner énfasis en tres medidas: (i) extender las redes de protección social para consolidar la posición de los estratos medios; (ii) promover la movilidad social ascendente mediante la educación y; (iii) fortalecer el contrato social mejorando la calidad de servicios públicos como la salud y la educación.

Nada de ello ha ocurrido en los dos años y medio de gobierno de la administración del presidente López Obrador; la explicación del porqué quedó aclarada recientemente. En su conferencia diaria del pasado 11 de junio, el presidente López Obrador expresó que la derrota electoral de los candidatos de Morena en las zonas urbanas del país se debió a que “la clase media con estudios de licenciatura o superiores se dejan influenciar por políticos conservadores y campañas sucias”. En tono irónico añadió: “A los integrantes de esa clase les digo: sigan su camino, van ustedes muy bien porque su actitud aspiracionista es triunfar a toda costa, salir adelante, muy egoísta”.

Equivocado como es el juicio presidencial sobre los valores de las personas pertenecientes a la clase media mexicana, la declaración presidencial confirma que para López Obrador su frase favorita de “por el bien de todos, primero los pobres” no es un eslogan, sino su convicción del mandato popular recibido en julio de 2018: empobrecer a México para beneficiar a todos los mexicanos. Esta convicción explica las acciones llevadas a cabo en los últimos dos años y medio por su administración y nos aclara el porqué de su rechazo hacia la clase propietaria de pequeñas y medianas empresas y sus trabajadores, que creció durante el período denominado por el presidente “neoliberal”: porque permitió por primera ocasión en la historia del México moderno el nacimiento de una clase media mexicana independiente de empleos o subsidios del gobierno federal.

Para entender esta aversión hacia las clases medias, debemos comprender lo que éstas representan para cualquier país:

Independencia política. Entre los beneficios que se le atribuyen al crecimiento de la clase media se destaca que por su independencia económica, mejor nivel educativo y aspiración de continuar ascendiendo mediante su trabajo en la escala social, el robustecimiento de este sector social hace a una sociedad menos proclive a ser manipulada ideológicamente, cohesiona las exigencias de las diferentes clases sociales al reducir las diferencias entre clases altas y bajas del país, y propicia reformas que favorecen el fortalecimiento del capital humano y la gobernanza nacional.

Servicios públicos eficientes. La CEPAL indica que las nuevas clases sociales emergentes y los sectores vulnerables que recientemente dejaron atrás la pobreza han incrementado las exigencias al Estado, del que reclaman la provisión adecuada de servicios públicos y colectivos de calidad, tales como seguridad, transporte, salud y educación. Se caracterizan también por ser usuarios recurrentes de las irreverentes redes sociales. En consecuencia, se manifiesta que es necesario rediseñar los equilibrios entre el Estado, el mercado y la sociedad para construir pactos en que concurran aquellos sectores que garanticen acuerdos políticos de largo alcance.

Igualdad e innovación. La clase media emergente incrementa el nivel educativo promedio de sus habitantes llevando a exigencias sociales que rediseñen los equilibrios entre el Estado, el mercado y la sociedad misma para construir un nuevo pacto social en que se armonice la sostenibilidad económica, social y ambiental de la nación. Por ello, pasado un umbral mínimo de independencia económica, sus integrantes privilegian la incorporación del conocimiento a la producción y la generación de un alto valor agregado del empleo en los procesos productivos de la sociedad.

La clase media es, por lo tanto, el sustento sobre el cual la democracia se fortalece. Lo contrario ocurrirá en un país donde la pobreza se fortalece, un país en el cual la política de beneficio social es el único camino para lograr la supervivencia de la mayoría de la población; ruta segura de la destrucción de la democracia.

¿Habrá quien en este país defina como objetivo de la política pública el robustecimiento de la clase media? Los resultados de la elección de junio 2021 no parecen esperanzadores en definir una visión política con ese objetivo.