No sé si usted, estimable lector, se ha dado cuenta de unos anuncios que han proliferado, cuales gérmenes, recientemente en la ciudad. Lo que primero me llamó la atención fue su aparente falta de sincronización. Después, me fijé en el aparente error (ya llegaremos a eso) de redacción en la frase. Sin embargo, después de que la idea reposó un tiempo en mi cabeza, me pregunté si acaso no estamos siendo víctimas de un enorme spoiler . Sí, un spoiler para la película que nuestro supremo líder tabasqueño filma a diario con nuestros impuestos.
Me refiero a unos anuncios en donde se lee tal como lo voy a escribir: “Que siga López: estamos Agusto” (sic). Oh, Dios, tantas preguntas a raíz de tan pocas palabras. Aquí van algunas: ¿Por qué siguen apareciendo anuncios con ese mensaje si el “ejercicio de revocación” de López Obrador fue, si no mal recuerdo, en abril? Si son resabios de aquel momento “histórico” (en realidad vergonzoso), ¿por qué no los han borrado si ya estamos en pleno noviembre? ¿Por qué el mensaje está escrito con un error de redacción? La forma correcta de escribir la frase sería “Estamos a gusto” y la RAE me respalda.
Sin embargo, me di cuenta de que estaba siendo muy simplista en mi acercamiento a este acertijo tan suculento y digno de Edward Nigma. Y brincaron, como conejos rabiosos, nuevas preguntas: ¿Por qué di por sentado que dicho mensaje se refiere a “López Obrador”? ¿Y si ese error no es tal, pero sí es un (ingenioso, aunque algo torpe) juego de palabras entre “a gusto” y “Augusto”?
¡Eureka! Un nombre brincó después de tantas elucubraciones: Augusto López. Adán Augusto López, para ser más preciso, secretario de Gobernación y, más importante aún, carnalazo del supremo. Entonces, todo cambió y creo que es momento de revisar si en Morena no tienen a personas expertas en esa onda de los mensajes subliminales y ocultos. Porque, con esa fijación (que borda en la monomanía) que tiene nuestro Presi con eso de asegurar su “legado” (de corrupción, opacidad, apoyo al crimen y más corrupción) igual y ya están preparando a la gente para decirles “quién es el mero bueno” en las elecciones presidenciales próximas (nótese cómo omití el año, porque con eso de que al supremo no le gusta que la gente pueda elegir, chance y no hay una elección presidencial en 2024). Igual y ya nos están diciendo quién será el ganón del dedazo presidencial de la candidatura de Morena para la grande y nosotros en la lela, como diría la chaviza.
Tantas preguntas, tan pocas respuestas. Para terminar este texto con una pregunta más, le dejo esta: usted, estimable lector, ¿está Agusto?

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