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El espejo del Dr. López-Gatell

Estas semanas han sido muy intensas, llenas de sorpresas e incidentes políticos que en ocasiones retratan muy bien la realidad mexicana. Una de ellas –de la cual todavía no me repongo– es la entrevista que la reportera...

2 de octubre, 2023

Antonio G Trejo

Estas semanas han sido muy intensas, llenas de sorpresas e incidentes políticos que en ocasiones retratan muy bien la realidad mexicana. Una de ellas –de la cual todavía no me repongo– es la entrevista que la reportera Violeta Nuñez le hizo al Dr. Hugo López-Gatell el 22 de septiembre en el portal Rompeviento TV. En dicha entrevista el doctor expresó su deseo de participar como aspirante a la candidatura interna de Morena para definir al titular que los representará en la elección del próximo Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Posteriormente, hizo una presentación en la Casa Moctezuma (09-26-23) donde confirmó su propuesta:

Su afán por continuar y cumplir los objetivos de la 4T.
Humanizar a la Ciudad de México
Ofrecer mejores oportunidades de vida a los más desprotegidos y los ancianos.

Estas acciones muestran diversas excentricidades, son inauditas por la poca memoria que exhibe el autor, son increíbles por la falta de respeto a los ciudadanos, son groseras y ridículas por la vulgaridad misma en la manera de expresarse, asumiendo ser una luz que ilumina nuestra existencia. De repente, pareciera suceder que, sin ninguna explicación, la imagen de López-Gatell no se refleja en el nítido espejo, desapareciera en el espacio.

El doctor López-Gatell obtuvo el título de Médico Cirujano en la UNAM en 1994, posteriormente se graduó como Doctor en Epidemiología en la John ’s Hopkins University en 2006, una institución de gran renombre de manera que obtuvo una sólida preparación académica. Después de su regreso a México se integró a la Secretaría de Salubridad donde desempeñó varios cargos importantes relacionados con la prevención de las enfermedades y la epidemiología; sin embargo, no sobresalió ni destacó en ninguno de ellos sino todo lo contrario.

En 2009, él estuvo al cargo de un episodio de fiebre porcina que se desarrolló en el estado de Veracruz. Su estrategia para mitigar la infección fue todo un fracaso al grado de que fue removido del encargo, pero continuó en la Secretaría de Salubridad en una categoría menor. Ahí continuó como investigador destacando en diversos proyectos hasta que reapareció en el panorama político como Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en la Secretaría de la Salud, desde el inicio de la actual administración ejecutiva (12-01-18), nombramiento al cual renunció recientemente para poder auto proponerse como candidato interno del inefable Morena.

Los primeros casos de COVID-19 se detectaron en los últimos días de febrero del 2020, los agentes infecciosos fueron mexicanos que regresaban de Italia. El contagio se expandió en forma espectacular, para marzo y abril clínicas y hospitales estaban abarrotados con pacientes que presentaban la misma sintomatología respiratoria, causando gran alarma en las comunidades infectadas. La pandemia pronto se transformó en una alarma nacional que pasó desapercibida para las autoridades médicas que no mostraron la menor intención de asombro. Después, poco a poco fueron apareciendo los primeros comentarios y declaraciones conminando a la ciudadanía a la calma y la paciencia ya que solo se trataba de una gripita que pronto concluiría su ciclo.

Mientras, que el resto de los países declaraban alerta nacional o emergencia sanitaria, en nuestro país el estratega principal de la pandemia nos consolaba y nos invitaba a tener fe en una estampita religiosa que sacó de entre sus ropas. Poco después, apareció una voz más formal, con mayor autoridad instruyéndonos a quedarnos en casa con el fin de evitar el contacto personal

Los meses subsecuentes registraron una cantidad infinita de infecciones y decesos que nuestras autoridades epidemiológicas trataron de minimizar para esconder las fallas y deficiencias del abasto de artículos e implementos médicos utilizados en el tratamiento de las infecciones respiratorias, tales como: uniformes y tapabocas especiales utilizados en infectología, agentes desinflamatorios, materiales estériles etc., etc. La situación sanitaria en el país parecía una competencia macabra, mortal, donde la manifestación de la pandemia crecía en proporción directa a los esfuerzos por explicar las razones para evitar la adquisición de las pruebas para el diagnóstico del virus y las vacunas; nada de esto era necesario.

Nuestra crisis sanitaria pronto quedó fuera de control, clínicas y hospitales agotaron las camas, las medidas de emergencia para el personal médico pronto fueron insuficientes, conduciéndonos a la nefasta estadística de ser el primer país en el mundo con el número de decesos médicos por la falta de uniformes y tapabocas con el filtro microscópico adecuado.

Un cálculo aproximado del número de víctimas ocasionadas por la pandemia reporta 750 000 casos, de los cuales se estima que por lo menos 250 000 se pudieron haber salvado de haber respondido adecuadamente a tan severa pandemia. Los hornos crematorios en las diversas instituciones trabajaron al máximo sin descanso, el desfile de cortejos fúnebres era interminable en todas las rutas que conducían a los panteones. Un indescriptible ambiente de dolor, lastima, impotencia y frustración sacudieron los corazones de muchísimas familias mexicanas, es un sentimiento infame que no trasciende ni se olvida.

Los responsables de esta incalificable colección de actos criminales no pueden caber en una sola personalidad, para efectos de justicia podríamos señalar a tres responsables: el Ministro de Salubridad, el Presidente de la República y el Subsecretario de Salubridad, quienes no solo usaron su autoridad y poder en toda su expresión para despreciar, escatimar, minusvalorar etc….etc… a la ciudadanía mexicana que además ha sido víctima de otros actos abominables tales como:

La desaparición del Seguro Popular.
Cancelar los tratamientos y las intervenciones quirúrgicas de miles de mexicanos que no poseen los recursos económicos requeridos.
Interrumpir y cancelar los tratamientos oncológicos de miles de pequeños pacientes que carecen de una economía suficiente para adquirir las prescripciones, además de que pronto se agotaron en las farmacias convencionales.
Adquirir vacunas extranjeras que carecen de la certificación de calidad y otros estándares oficiales aprobados por agencias y organismos internacionales.
Adquirir uniformes de emergencia y tapabocas que no cumplen los estándares de calidad. Estas compras obedecieron a supuestos ahorros en los precios de los artículos.

Estas son algunas de las pifias y decisiones más relevantes que sin duda afectaron el curso y la dinámica de la pandemia. Es importante hacer notar que los responsables de estos crímenes siempre argumentan ignorar las consecuencias de sus actos o simplemente declaran haber seguido las órdenes recibidas.

En este caso tan demostrativo, los tres servidores públicos ejercieron su poder y autoridad para cometer estas abominables fechorías, inclusive dos de los criminales son médicos cirujanos con conocimiento y experiencia en la salud pública. En el caso de López-Gatell, su especialidad de epidemiólogo en una prestigiosa institución le facultaba para dirigir una estrategia científica específica para mitigar la pandemia; sin embargo, él prefirió la influencia demencial de nuestra presidencia. Esta consideración solo refleja el verdadero carácter y personalidad del Dr. López-Gatell que equivocó su vocación, su existencia y su capacidad humanitaria. Nadie puede ver el reflejo en el espejo de López-Gatell porque simplemente su presencia no proyecta nada. Perdió su brillo como persona, como médico y nunca ha sido el epidemiólogo que en alguna ocasión pretendió ser.

El Director General Jurídico del PAN presentó una demanda ante la Fiscalía General de la República, contra los tres responsables de este acto tan inhumano. Los cargos son por: homicidio culposo, sabotaje y ejercicio ilícito de funciones contra la pandemia del COVID 19*.

Existen varias definiciones de genocidio, los hechos, las evidencias digitales y escritas, las declaraciones de testigos, las estadísticas oficiales y las manipuladas son elementos que están descritos en el texto de la definición oficial de Genocidio.

Alguien con mayor conocimiento en estos asuntos debía encargarse de preparar y presentar una denuncia.

International Court of Justice

Peace Palace

2517 KJ The Hague

The Netherlands.

REFERENCIAS:

*Anónimo, ¿Cómo será la investigación contra López-Gatell acusado por negligencia criminal? El Heraldo de México. Noviembre 24 del 2020.

Correo electrónico: [email protected]

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