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Diatriba conservadora

Reza el adagio “a río revuelto ganancia de pescadores” y lo refiero porque en este momento en el escenario mediático de la nación mucho se habla de polarización, pero nada se dice de la transformación que se...

19 de mayo, 2023

Paola Felix Diaz

Tal pareciera que se trata de un asunto en contra del jefe del Ejecutivo y su entorno, pero en realidad lo que está en disputa es la nación, es la riqueza y los privilegios de los que gozaban de impunidad, de los excelsos que tenía el grupo de los más ricos en el país, sin importar la mayoría de la población y que otorgaban los gobiernos anteriores a un minúsculo grupo de elitistas.

Lo que quizás no entienden es que a veces se gana el gobierno, pero lo que no se obtiene es el poder que, en el mejor sentido del concepto, estamos hablando de ese poder del pueblo y para el pueblo, que no es otra cosa, que una democracia, como la que en este momento se está llevando a cabo con la transformación.

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Estamos hablando de un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de éste a elegir y controlar a sus gobernantes, cosa que no ocurrió, por lo menos, durante 36 años en que se aplicó una política en la que todos los poderes recaían en una sola persona, esa persona que, como presidente de la República, controlaba todo el país desde un solo centro de poder.

Ahora se está apoyando una forma de gobierno en la que el poder está distribuido entre muchas partes y todas son libres de elegir a sus representantes, una nación de individuos iguales ante la ley, con derechos políticos y garantías individuales, y un presidente electo democráticamente por la mayoría de las y los mexicanos.

En este contexto valdría la pena recordar el Plan Ayutla, formulado en 1854, que dio pie a la constitución de 1857 para desconocer el gobierno del que podríamos llamar dictador Antonio López de Santa Anna, que decía: “en el poder es un amargo (amenaza) constante para las libertades públicas, puesto que con el mayor escándalo, bajo su gobierno se han hollado (pisoteado) las garantías individuales (…); Que los mexicanos (…) se hallan en peligro inminente de ser subyugados (sometidos) por la fuerza de un poder absoluto, ejercido por el hombre á quien tan generosa como deplorablemente se confinaron los destinos de la patria; Que (…) solo ha venido á oprimir (…) a los pueblos recargándolos de contribuciones onerosas (costosas), sin consideración á la pobreza general, empleándose su producto en gastos superfluos (innecesarios), y formar la fortuna, como en otra época, de unos cuantos favoritos…”.

Digamos que en la actualidad estamos dejando atrás algo similar: la de los conservadores frente al Gobierno de la Cuarta Transformación que pone el poder al servicio de los demás y, en este contexto, muchos como tantos personajes que vivieron de privilegios con el único objetivo de acumular dinero por los medios que sean, sin escrúpulos morales de ninguna índole, y actuando de manera discriminatoria, sin mostrar respeto para la sociedad mexicana.

Esa es la diatriba conservadora y mediática en la que se engancha a los periodistas y medios de comunicación, para generar, a su favor, adeptos y seguir controlando el gobierno, más no el poder que ahora nos pertenece a todos.

Contacto: @larapaola1

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