Chile 1973/México 2024

El 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas de Chile defendieron su Constitución contra las cada vez más graves y frecuentes violaciones que cometía y pretendía seguir cometiendo impunemente Salvador Isabelino Allende Gossens, capitaneando la pedacería...

13 de septiembre, 2023

Julio Chavezmontes Messner

Los comandantes Augusto Pinochet, José Toribio Merino, Gustavo Leigh Guzmán y César Mendoza, NO INCURRIERON DESLEALTAD ALGUNA, porque su única lealtad era para con la Constitución Chilena y las instituciones a las que Allende había jurado lealtad y se había comprometido a cumplir y hacer cumplir.

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Por cierto que si López Obrador espera NOVENTA POR CIENTO LEALTAD Y SOMETIMIENTO del Ejército Mexicano, será porque los 14 años de fósil en la UNAM no le sirvieron para aprender que las Fuerzas Armadas Nacionales no se venden a cambio de prebendas ni concesiones aeroportuarias ni aduaneras.

La plana mayor de nuestras fuerzas armadas, tanto del Heroico Colegio Militar como de Anton Lizardo y de Zapopan, velan ANTE TODO, POR EL HONOR DE MÉXICO, como lo proclaman sus hijos cada vez que pasan la lista de honor en sus planteles.

Salvador Allende pretendía que las fuerzas armadas LE JURARAN LEALTAD PERSONAL A ÉL, como si fuese un monarca absoluto que también habitaba en un palacio, como el de La Moneda, cuya sencillez no se acerca a la opulencia virreinal e imperial de Palacio Nacional de México.

Los comandantes que integraron la Junta de Gobierno a partir del 11 de septiembre de 1973, hicieron exactamente lo mismo que previene la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 136.

A continuación transcribo los fundamentos invocados por los jefes militares que rescataron Chile de la intervención Cubana y Soviética.

“Los Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y el General Director de Carabineros “SE CONSTITUYEN EN JUNTA DE GOBIERNO” y “ASUMEN EL MANDO SUPREMO DE LA NACIÓN con patriotismo compromiso de restaurar la chilenidad, LA JUSTICIA Y LA INSTITUCIONALIDAD QUEBRANTADAS, conscientes de que ésta es la única forma de ser fieles a las tradiciones nacionales, al legado de los padres de la Patria y a la historia de Chile, y de permitir que la evolución y el progreso del país se encaucen vigorosamente por el camino en que la dinámica de los tiempos actuales exigen a Chile en el concierto internacional de que forma parte…”.

Es verdad que Salvador Isabelino Allende Gossens arribó a la Presidencia de Chile por la vía democrática, pero no siguió la misma línea que José Mújica, el ex guerrillero marxista y ex presidente de Uruguay.

Hay que recordar que Adolf Hitler también fue elegido democráticamente como Canciller de Alemania en 1933, y que una vez que estuvo afianzado en el poder, hundió a Alemania entre las llamas de la TERCERA TANSFORMACIÓN que se conoce como TERCER REICH; el Reich que iba a durar mil años…

Allende juró cumplir y hacer cumplir la Constitución Chilena, pero desde el primer momento se dedicó a violarla y a intentar el desmantelamiento de las instituciones constitucionales que habían hecho del régimen político de Chile, el ejemplo de toda América Latina.

Allende también comenzó a importar “médicos” cubanos y “asesores” agrícolas enviados por Fidel Castro, así como docentes y un número inusitado de diplomáticos antillanos para actuar con inmunidad e impunidad en la subversión y desmantelamiento de las instituciones democráticas chilenas.

Allende también tuvo conflictos con la Corte Suprema de su país, porque le incomodaba que le recordaran que le debía su lealtad a su “constitución burguesa”…

Para hablar de cualquier tema, pero muy especialmente de política, HAY QUE SABER HISTORIA Y DERECHO.

Hablar de un cuartelazo en Chile en 1973, es lo mismo que decir que hacer cumplir el artículo 136 de nuestra Constitución, sería una violación de lo que el porro tabasqueño llama “su investidura presidencial”.

En el México asediado por la ilegalidad presidencial, la Ministra Norma Piña y los ministros INDEPENDIENTES de nuestra Suprema Corte de Justicia no se doblegan ante sus caprichos ni se conducen como sus empleados incondicionales de MORENA en el Congreso de la Unión y desde luego SE NIEGAN A PERMITIRLE QUE USE LA CONSTITUCIÓN COMO SU TRAPEADOR.

Si se quiere saber de verdad lo que ocurrió en Chile en 1973, es indispensable leer de entrada el libro del peruano Eudocio Ravines titulado “EL RESCATE DE CHILE”, cuyas fuentes bibliográficas y archivísticas pueden consultarse por quien tenga EL TIEMPO Y EL INTERÉS SERIO DE CONOCER LA VERDAD.

Por cierto que la Junta Militar Chilena editó y publicó un LIBRO BLANCO con toda la evidencia de las ilegalidades cometidas por Salvador Allende, buscando PRORROGAR SU MANDATO y desmantelar la estructura democrática de la que se sirvió para llegar al poder.

Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver.

(¿Por qué será que mientras voy escribiendo estas líneas, voy viéndole más y más parecido con la actual situación de México?).

Lo que sucedió en Chile el 11 de septiembre de 1973, fue la aplicación de lo que aquí se encuentra ordenado en el artículo 136 de nuestra Constitución Política.

Articulo 136.- “ESTA CONSTITUCIÓN NO PERDERÁ SU FUERZA Y VIGOR, aun cuando por alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier trastorno público SE ESTABLEZCA UN GOBIERNO CONTRARIO A LOS PRINCIPIOS QUE ELLA SANCIONA, tan luego como el pueblo recobre su libertad, SE RESTABLECERÁ SU OBSERVANCIA, y con arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren expedido, SERÁN JUZGADOS, ASÍ LOS QUE HUBIEREN FIGURADO EN EL GOBIERNO EMANADO DE LA REBELIÓN, COMO LOS QUE HUBIEREN COOPERADO A ÉSTA.”

Salvador Allende pretendió INTERRUMPIR Y HACER A UN LADO LA CONSTITUCIÓN CHILENA, buscando abolirla para implantar un gobierno marxista al estilo de Cuba.

Pretendía establecer un gobierno contrario a los principios de la Constitución Chilena.

Los soldados de Chile, con sus generales y almirantes a la cabeza, se condujeron CON LEALTAD A SU CONSTITUCIÓN, A SUS INSTITUCIONES Y A SUS LEYES, en defensa de la ciudadanía y de todo el pueblo chileno.

Cuando la Junta Militar procedió legalmente contra quienes intentaron desmantelar la democracia chilena, los voceros de la izquierda desde entonces, la señalaron como GUERRA SUCIA.

El caso es que los cómplices de Allende fueron juzgados de acuerdo a las leyes que buscaban abolir, y en muchos casos fueron ejecutados o enviados a prisión.

El reciente periplo del peje lagarto a Colombia y Chile, parece que lo hubiera realizado como HACIÉNDOSE UNA DE ESAS LIMPIAS DE SANTERÍA QUE PRACTICA CON FRECUENCIA.

Ha de ser para que no le echen “mal de ojo”, que ya no viaja en vuelos comerciales, mezclado con el pueblo bueno y sabio que cada vez que lo ve, le expresa su rechazo y hasta le recuerda a la más vieja de su casa…

¿Creerá tal vez, que su intento de disfrazar a Marcelo Ebrard de “DISIDENTE ENOJADO” para hacerlo CABALLO DE TROYA, y descarrilar a la oposición para robarse las elecciones de 2024, podrá realizarse sin que nadie defienda la Constitución Mexicana ni las instituciones que él ha dicho que quisiera mandar al carajo?

El peje ni se quiere ir a La Chingada el año que entra, ni quiere emular a Salvador Allende, porque le gustan demasiado los tamalitos de chipilín y los lujos que gozan sus engendros.

Las vallas blindadas de cuatro metros de altura que rodean Palacio Nacional, los drones de vigilancia y el Ex Estado Mayor Presidencial, exhiben su miedo y su cobardía, lo mismo que sus camionetotas blindadas que ni siquiera Fidel Castro ni Salvador Allende se atreverían a usar.

Ya veremos si el peje finalmente se la rifa, y si llegado el caso, estaría dispuesto a seguir el ejemplo de Salvador Allende, OFRECIÉNDOSE A MORIR POR LA “CUARTA TRANSFORMACIÓN”, combatiendo a los republicanos del vecino del norte, ataviado con un casco como el de Allende, aquel 11 de septiembre de 1973, a las puertas del Palacio de la Moneda.

Chile de 1973 se parece más al México de 2024, conforme el fósil politólogo de la UNAM, juega con el fuego de su arrogancia y su intransigencia.

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