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4 aportaciones de España para México (que no son la corrupción)

Aquí va un recordatorio para nuestro presidente sobre algunas cosas que nos trajeron los españoles.

2 de octubre, 2023

Aquí vamos de nuevo, amigas y amigos, con otra declaración inflamatoria de nuestro presidente. Y es que ahora resulta que la corrupción, sí, esa mera que el mismo López prometió erradicar desde el primer día de su administración, fue traída a México por los españoles durante la Conquista. En el universo alterno en el que vive el presidente (en ese mismo en donde la gasolina está a diez pesos, nuestro sistema de salud es mejor que el de Dinamarca y en el que todo el país está en paz y todos cantamos tomados de las manos), si los españoles no hubiesen llegado a nuestro territorio, la corrupción no existiría. De ser ese el caso, deberíamos invertir todos nuestros recursos en crear una máquina del tiempo y ¡enviar a López a evitar la Conquista! Sería ocioso entrar en un debate sobre si su afirmación tiene siquiera un gramo de verdad. Como lo saben las personas que han dedicado su vida a estudiar el fenómeno de la corrupción, es un asunto que tiene muchas aristas. Por ello, tomar en serio esta declaración maniqueísta, digna del nacionalismo más chafón de López, está más perro que creerse eso de que “Noroña es Pueblo”.

Sin embargo, sí podemos instar al presidente a ser coherente con sus palabras (ya sé, pedir milagros a estas alturas es más ingenuo que creer que doscientos pesos alcanzan para pagar la renta, el teléfono y la luz y que todavía sobre) y recordarle que muchas de las cosas que utiliza, disfruta y que le han ayudado a llegar hasta donde está, ¡las trajeron los españoles!

Así que aquí le va un recordatorio para nuestro presidente sobre otras cosas que nos trajeron los españoles y que debería dejar de utilizar (o prohibirlas de plano, ¿por qué no?) ¡para que nos demuestre que es un patriota más fregón que el mismísimo Homelander!

Las universidades

Como alguna vez el mismo López lo dijo, es verdad que en México hubo una universidad antes que en Estados Unidos. La Universidad de Harvard fue fundada en 1636, mientras que la Real y Pontificia Universidad de México, en 1553. Cuando la Ciudad de México ya formaba parte de la Nueva España, Don Antonio de Mendoza, el primer virrey, le pidió una cédula al emperador Carlos V para crear una universidad en el territorio colonizado. Así, con el apoyo del primer obispo de la diócesis de México, Juan de Zumárraga, se fundó la universidad que, con el tiempo y para no hacer el cuento largo, evolucionaría hasta convertirse en lo que hoy es la Universidad Nacional Autónoma de México. La universidad en la que nuestro preciso estudió y se tituló. Con trabajos, eso sí, pero de que se tituló, se tituló.

La imprenta

Oh, la imprenta. Uno de los inventos más importantes de la humanidad, que permitió compartir conocimientos entre culturas, lugares y épocas. Uno de los inventos clave en la historia del Renacimiento, el cual dio pie a lo que se conoce como la comunicación masiva. Aunque la imprenta moderna no fue inventada en España, sino en Maguncia (una región que actualmente forma parte de Alemania) por el orfebre Johannes Gutenberg en algún momento entre 1436 y 1450, la introducción de este invento a México fue gracias a la Nueva España. La historia nos dice que Juan Pablos, impresor de origen italiano, estableció la “Casa de Cromberger” (fruto de negociaciones realizadas entre Fray Juan de Zumárraga, el virrey Antonio de Mendoza y el impresor alemán Juan Cromberger) en 1539. Esta imprenta sería la primera en México y en América Latina. Sin la imprenta, ¡no hubiésemos podido disfrutar de joyas como A la mitad del camino o Hacia una economía moral!

Varios ingredientes y alimentos

Todos amamos un buen pozole y unos tacos, ¿no es así? Tal vez al presidente ya se le olvidó, pero los españoles introdujeron durante los tiempos de la Conquista y de la Nueva España varios alimentos que se utilizan cotidianamente en la cocina mexicana. Por ejemplo, el orégano, la lechuga y el rábano (ingredientes utilizados en el pozole) llegaron gracias a los españoles. La variedad de tacos que tenemos no hubiese sido posible sin la llegada de las reses, cerdos y borregos desde el continente europeo. Eso sin hablar de alimentos y bebidas que son comunes en la vida del mexicano, como los churros y el rompope.

El idioma

Sí, es lo más obvio, pero es digno de mencionarse. Y es que si bien es cierto que el idioma español sería menos rico e interesante sin nuestros mexicanismos, la base sobre la que hemos podido agregar palabras como chido, chafa, gacho y muchísimas más es el idioma español. Ese mismo idioma en el que el presidente da sus conferencias a diario y en el que ha escrito sus libros y las cartas al gobierno de España. ¿Quieren un dato locochón? La cifra varía entre fuentes, pero todas indican que hay alrededor de 490 millones de personas que hablan español como lengua materna. Si a López de veras le interesa estar en modo patriota, podría dar las conferencias de su último año como presidente en alguna de las más de 60 lenguas indígenas que hay en nuestro país. Son tantas que estoy seguro de que el presidente debe hablar fluidamente, al menos, una de ellas.

Y así podríamos seguirle dando a la lista, pero para no estar aquí todo el día, díganme, ¿qué otras cosas añadirían a la lista? ¡Los leo en los comentarios!

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