¿Por quién vas a votar?

A estas alturas del partido podría pensar que ya todos sabemos por quién vamos a votar pero no es así.

28 de mayo, 2024

Barbara Lejtik

La guerra sucia y el bombardeo de información, muchas veces falsa, tiene confundida a mucha gente. Nos han hecho sentir por medio de discursos (no siempre fundamentados y basados en el miedo) que si votamos por tal o cual candidata o candidato caerá sobre nosotros la responsabilidad de un país destruido, hundido en la peor de las miserias. A mucha gente se le hace fácil lanzar este tipo de aseveraciones y comparar nuestro futuro con el de otros países u otras épocas fatídicas ¿Qué tanta razón tienen?

La verdad es que ya hemos atravesado en los últimos gobiernos prácticamente por las tres opciones partidistas que hay en el país. Algunas cosas han cambiado, muchas no. Algunos aspectos mejoraron, otros empeoraron en todos los ámbitos. Lo importante sin duda ha sido que nos convertimos en un país democrático y libre. La mayoría de las cosas que nos han afectado no han sido culpa de los gobiernos sino de las circunstancias y de nuestras propias acciones, seamos honestos.

Hemos atravesado por terremotos y pandemias, huracanes, guerras en otros países que nos afectan como el caso de la guerra de Ucrania y un montón de factores que han influido en los precios y el ambiente social. Una cosa es cierta, no existe el gobierno perfecto, jamás ha existido. Hay gobiernos que te benefician o benefician a la gente con la que te identificas, hay ideologías que te convencen y hay candidatos que te caen mejor, hay propuestas que te llenan el oído y hay promesas que te quieres creer.

Cada sexenio es beneficiado por un sector de la sociedad pero no porque no sea al que tú perteneces o anhelas pertenecer quiere decir que sea un fracaso ni un caos como todos en su momento hemos asegurado cuando no nos hemos sentido representados. El tejido social compuesto por toda la ciudadanía es delicado y frágil en estos momentos. El jaloneo mediático nos tiene irritables y contrapuestos, la verdad es que nunca vamos a lograr estar de acuerdo porque, como bien dicen, cada cabeza es un mundo. Y está bien. Cada sensibilidad e ideología es válida y cada percepción y preferencia es correcta.

Es un hecho que estamos frente a un suceso histórico y que por primera vez nuestro país será gobernado por una mujer y eso es una muy buena señal de evolución y reconocimiento a nuestro género, pero hay que estar consciente que será un gobierno distinto y difícil, como en todos los ámbitos en los que las mujeres hemos ganado espacios y se nos ha exigido el triple y juzgado diez veces más. Es un hecho histórico en el que sin duda todos deberíamos querer participar, aunque sea para tenerlo como anécdota de vida, para ser parte del suceso.

Votar todo por un solo partido o en contra de uno, como muchos lo piensan hacer, puede estar bien o mal, tener mayoría en el congreso facilitará al gobierno las cosas, la pluralidad como en todo representa más retos pero también hace más lentas las tomas de decisiones, lo que es bueno o malo según el caso.

¿Quién es el mejor? La respuesta más difícil de responder ¿Con base en qué? ¿Según quién? Todo depende. Lo que es un hecho para los ciudadanos de a pie es que nuestra responsabilidad es acudir a las urnas y manifestar nuestra preferencia, hacerlo informados, votar con la cabeza y no con las vísceras. Dejarnos influir y convencer por lo que dicen los demás o por la marea de opiniones es casi lo mismo que ser indiferentes y no votar, las redes sociales son muy entretenidas pero no son un medio de información fidedigno. Es responsabilidad de todas y todos buscar en medios oficiales y serios información acerca de los y las candidatas, su historia en los cargos que han ocupado, sus propuestas y también evaluar de la forma más objetiva posible si las cosas que prometen en campaña son viables o solamente obedecen a un acto desesperado por convencer al electorado y denostar a su opositor.

En mi caso, pero este es un tema muy personal y por lo tanto no es más que una opinión, votar pensando en el bien común de todo el país es la forma más acerada de proceder porque preocuparse solo por nuestros similares y olvidar a toda la gente que vive otras realidades es más que egoísta, poco asertivo. Porque olvidar o ignorar a los sectores de la sociedad más desfavorecidos siempre se nos va a revertir de forma negativa a todos los mexicanos y pobladores del país pues la desigualdad social siempre nos atraerá inseguridad, injusticia y resentimiento algo contraproducente para todos. Tenemos que estar bien y tener oportunidades y apoyo a todos para que todos avancemos parejos, pero bueno, como lo dije esa es únicamente una opinión personal e intransferible.

Votar todo a favor o en contra, votar por candidatos de diferentes partidos, anular el voto e inclusive no votar son formas de manifestar nuestra opinión y nuestro sentir y estar bien.

Saber que no podemos exigir a un gobierno cualquiera que este sea un cambio si no empezamos por nuestra propia casa es inútil y siempre nos ocasionará frustración e irritabilidad social.

Al final, dentro de la mampara solo estará uno mismo y su genuina y respetable decisión con base en sus principios y convicciones.

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