La Incertidumbre XXI evidencia la rentabilización de la desreglamentación liberal de los mercados por parte de los cazadores transnacionales de rentas financieras. Como sucede desde la época de Ricardo, estos rentistas cabildearon tanto en Anglo Sajonia como en los principales centros del poder mundial, para que los gobiernos legislaran tal desreglamentación.
Terminado el ciclo keynesiano de los Treinta Gloriosos 1945-75, sobrevino una nueva edición del liberalismo económico, esta vez fundamentalmente monetarista, la cual difundió el modelo mental de la teoría neoclásica en los centros neurálgicos de la economía mundial. Pocos, muy pocos, denunciaron que la apertura del sector externo, la desreglamentación y la privatización se estaban instrumentando en consonancia con la apertura de numerosas áreas de rentabilidad para los rentistas financieros. Obviamente que tampoco lo hicieron los populistas, quienes nos llenaron las orejas con sus discursos demagógicos destinados a fabricar chivos expiatorios; pero no a acusar al rentismo.
Desde el punto de vista ideológico, la implosión del comunismo en 1989 convergió con la prosperidad estadounidense de los 1990 para que, desde la realidad económica, el ambiente intelectual de todo el mundo olvidara la historia de las crisis financieras que desde la de los tulipanes en Holanda durante el siglo XVII, han hecho trastabillar al capitalismo y han escrito facturas sociales de enorme daño para toda la humanidad.
El ajuste estructural es un programa de reformas amistosas con el mercado que busca hacer emerger a las naciones rezagadas competitivamente y/o reconfigurar a las economías nacionales avanzadas en el desarrollo competitivo. Si en los 1980 y 1990 creíamos que tal ajuste estructural era privativo de las economías rezagadas, particularmente las latinoamericanas, actualmente es evidente que los centros del Mundo Occidental, especialmente los EE.UU., deben asumir tal reconfiguración del todo y las partes en los conjuntos nacionales correspondientes. En todo caso, se trata de un cambio de largo aliento en las instituciones y organizaciones abocadas a la producción, la distribución y el consumo de bienes o servicios.
Recordamos que las instituciones son las reglas del juego económico para todos los equipos, mientras que las organizaciones son equipos constituidos habitualmente como empresas. El cambio institucional se remite siempre y en todo lugar a una interacción entre instituciones y organizaciones, el cual puede dirigirse a configurar una economía donde los factores de la producción sean sustentables porque se articulan a un sector financiero abocado a financiar las inversiones productivas y el desarrollo de las ganancias de productividad; pero si se aboca a capturar rentas, se desarrollará la vulnerabilidad secular. El ajuste estructural del tipo evocado en primer lugar dentro de la oración anterior; consiste en un conjunto de reformas de eficiencia y eficacia que permite hacer frente a los problemas estructurales como el desempleo masivo de larga duración o el sobre endeudamiento de los gobiernos o la estanflación; más allá de los estrangulamientos de corto plazo que tanto preocupan a los rentistas transnacionales porque necesitan asegurar la solvencia de los países para que la rueda de la captura de rentas siga dando vueltas. En el caso del ajuste estructural anotado en segundo lugar, las vueltas de la rueda no serán obstáculo para que los rentistas se embolsen pingües beneficios.
Desde nuestro punto de vista institucional, la economía corresponde al conjunto de normas (“nomía”) y organizaciones, o sea reglas del juego, apto para movilizar los factores productivos de una colectividad determinada (“eco” = casa, familia, nación) por medio de la estructura artefactual que corresponde a una determinada dotación institucional (institutional endowment); por lo que la unidad de análisis del intercambio tiene lugar en una dotación institucional circunstanciada.
Este mundo de las naciones pretendientes de la economía numérica, está cada vez más configurado por las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones, la robotización y la inteligencia artificial. Sometidos en distinta medida por la dictadura de los salarios reales, los trabajadores estadounidenses o alemanes o angoleños, esperan que sus clases políticas sepan arbitrar la recuperación por medio del ajuste estructural más atinado en una economía del conocimiento que revalida al capital humano como el eje de la transformación; al mismo tiempo que los empresarios de la verdadera iniciativa privada reconocen que solamente los innovadores organizacionales movilizan a los intereses incluyentes forjadores del bien común, pero no los patrones rentistas quienes usufructúan confortablemente a su parasitismo. En ambos casos será decisivo el capital humano guiado por el modelo mental compartido y dominante, pero no los bienes de capital o la soberanía del consumidor.
Después de estudiar a la clase ociosa, Thorstein Veblen se dedicó a escudriñar la economía de lo viviente personalizada en el sexo femenino con gran entusiasmo y muchas destinatarias, lo cual le otorgó sendos placeres, pero también el que un rector universitario celoso lo expulsara de su casa de estudios. Al mismo tiempo; pero, por otra parte; nos enseñó que los seres humanos y los patrones mentales de sus modelos cognitivos, desarrollan tanto a las instituciones tecnológicas que hacen avanzar la productividad factorial de las naciones, como a las ceremoniales que fagocitan a las inversiones productivas, las cuales reciclan al régimen de poder establecido. Lo anterior no es indicador de ninguna ambivalencia sino de que los seres humanos y la economía de lo viviente son multidimensionales tal como lo es el comportamiento económico actuado por un prototipo sociológico producto de los hábitos y las costumbres territoriales de gran influencia en el cambio institucional del ajuste.
Hasta aquí, hemos comentado la visión institucionalista del ajuste estructural, cuyo desafío colectivo debe asumir un futuro que ya comenzó. La semana que viene, haremos lo propio con el ajuste estructural en Alemania, Argentina y México.
Te puede interesar:
Según examen PISA 2022, la calidad educativa ha empeorado gracias a AMLO
Guanajuato se consolida como el quinto estado exportador de México
El pasado 15 de noviembre de 2024, se informó sobre las exportaciones del tercer trimestre del Estado de Guanajuato....
noviembre 20, 2024El mercado de bienes para producir energías limpias en tiempos de la COP19
Sería muy positivo que la política energética de México en este sexenio se inserte de manera efectiva en las...
noviembre 19, 2024Foro Mar de Cortés
El valor de estos foros regionales radica en su capacidad para convertir las discusiones en acciones concretas.
noviembre 18, 2024¿Listo para comprar? Todo lo que necesitas saber sobre El Buen Fin 2024
El Buen Fin es un esquema de descuentos generalizados para el consumidor final de bienes y servicios que se...
noviembre 13, 2024