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Congruencia patriota

Ginés Sánchez nos comparte un relato con su peculiar humor negro.

27 de noviembre, 2024

Hoy estoy feliz, muy feliz, eufórico y orgulloso de mi Patria, de la Nación más poderosa sobre la Tierra, la del DESTINO MANIFIESTO, la del AMÉRICA PARA LOS AMERICANOS, y es que la noticia del gran logro de nuestro gobierno de la detención del peligrosísimo capo mexicano, Ismael EL MAYO Zambada, tal cual lo anunció la secretaria de Estado. Mi país da cátedra de aplicación de justicia al mundo entero; vaya, se yergue como el ejemplo por excelencia en el tema de Estado de Derecho y lo mismo en ética por cuestiones de Estado y de congruencia entre el decir y el actuar. Vamos, ¡es que somos un modelo a seguir en cuestiones de toda índole!

Bien vale la pena pues el surtirme de cervezas, y también el de llamar al servicio de ‘delivery’ para pedir una pizza a casa, y también por supuesto, que la ocasión lo amerita, un par de gramos de coca de calidad y tres onzas de mariguana de invernadero. Y es que sí, al tiempo de echarme a ver por la tele el partido de hoy de la serie mundial, la euforia patriota por escuchar de pie nuestro himno nacional y puesto bien a tono como es debido.

Insisto, la ocasión no es cosa menor, ya que toda la semana trabajé sin descanso en la empresa familiar, en la armería (tan surtida que tenemos en venta desde una pistola de aire y balines hasta un fusil AR15 de alto poder) y que está ubicada en uno de los tantos Wall Mart de mi Ciudad, Roma, en el estado de Texas.

Por supuesto que el domingo, así sea con una resaca de Dios es padre, estaré en el templo, ya que mi comunidad es completamente apegada a los principios morales del protestantismo, sin duda, uno de los pilares que sostienen a una Nación tan grande, no sólo en lo geográfico sino que también en el ser un ejemplo al resto del planeta de cómo un país debe comportarse respecto a Dios y a sus semejantes.