¿Se puede humanizar la era digital? ¿A qué le podemos llamar humanidades digitales?

25 de septiembre, 2023

María del Pilar Cordero César

¿Se puede humanizar la era digital? ¿A qué le podemos llamar humanidades digitales?

Si lo entendemos como un “ciclo de tiempo” que conlleva humanizarnos, en las circunstancias digitales actuales en las que el hombre se insertó desde el siglo XXI, o dentro del cambio de tiempo de la llamada era digital y lo que representó como un cambio sin precedente en la interrelación del mundo con el hombre, del hombre consigo mismo y del hombre con el hombre, cabe preguntar: ¿se puede humanizar ese ciclo de tiempo (sea cual fuese)?; ¿cuánto puede tardar? La respuesta más inmediata sería: no lo sabemos, o quizá no, si nos referimos a lo digital.

Lo digital es una herramienta al servicio del hombre para, como fin último, humanizarnos y en el camino hacer la vida humana más sencilla y placentera (quizá feliz). Depende de qué tan deteriorado estemos como individuos como consecuencia de la digitalización/individulización/trastornos sociales y psicológicos, y de qué tan críticos somos para darnos cuenta.

El mundo de hoy, que se expresa a través de reglas diferentes, a través de una pantalla, la revolución digital ha acaparado todos los ámbitos de la vida humana. Nada es ajeno a esta revolución, ni la filosofía, literatura, antropología, la música, el arte, el diseño, la medicina, todas se han visto alteradas por la emergencia del nuevo modo de ser humano bajo los entornos digitales.

Las Humanidades digitales son un área emergente e interdisciplinaria en la que convergen las disciplinas humanísticas y sociales con las tecnologías de la información, la comunicación y los nuevos entornos de aprendizaje. Se ha modificado la manera de comunicarnos, de recibir y vivir el arte y la cultura, la polìtica y la forma de vivir en sociedad.

Gracias a la unión del conocimiento humanístico con la tecnología y las nuevas herramientas computacionales, podemos cambiar la manera de estudiar e investigar las humanidades proporcionando nuevas lecturas e interpretaciones.

Son conceptos y herramientas básicas necesarias para entender el análisis de lo humanístico. Desaparece el experto solitario y erudito, para emerger un nuevo tipo de profesional altamente capacitado, pero que está abierto a trabajar con expertos en diversas áreas para generar nuevos conocimientos.

Hoy se está viviendo lo que algunos investigadores llaman “el cuarto paradigma”. Explicando, el primer paradigma surge en el renacimiento con los grandes descubrimientos y el uso del método científico, así el primer paradigma es el de la experimentación. El segundo, es el paradigma de la ciencia teórica (estadística y probabilidad). El tercero es el paradigma de la ciencia computacional, cuando surgen las computadoras como máquinas de cálculo muy complejas y potentes. El cuarto paradigma se refiere al aumento exponencial de datos, internet, comunicación e interrelación de usuarios (gracias al masivo uso de computadoras y redes de comunicación con sistemas cada vez más complejos).

La digitalización de la sociedad es un proceso que empieza alrededor de los años 80 con la popularización de los ordenadores personales pero que no adquieren verdadera relevancia hasta los años 90 con la creciente comercialización de aparatos digitales como cámaras o teléfonos móviles y la apertura al público de lo que se conoce como la World Wide Web. Desde entonces su crecimiento ha sido exponencial, especialmente a partir del siglo XXI.

Para que un aparato o sistema se considere digital es preciso que haga una gestión de la información mediante el uso de señales discretas. Sin duda alguna, el ordenador es la representación por excelencia del procesamiento digital de la información. El internet es la expresión más clara de la penetración de lo digital en la vida de las personas. De hecho la medida que se utiliza más comúnmente para

evaluar el grado de digitalización de una sociedad tiene que ver con el uso de internet.

El manejo inteligente de cantidades ingentes de datos y la automatización de aparatos y procesos que ello permite está transformando no sólo el aspecto de nuestro mundo sino también nuestra manera de estar en él. Si en sus inicios, la ciencia era observacional, devota por ir por el mundo, paso a paso, llegó a ser de bata al entrar en los laboratorios y, finalmente, llegó a ser de botón, a causa de las computadoras e internet.

La aplicación de máquinas a las numerosas investigaciones de las áreas propias de las humanidades y el propio estudio social, antropológico, psicológico de cómo esta tecnificación ha modificado al ser humano, constituyen el núcleo de las humanidades digitales. Algunos ejemplos de este desarrollo son los siguientes:

Big Data son aquellos datos que, por su cantidad y complejidad, solo pueden analizarse mediante una computadora. Las humanidades se están transformando completamente, gracias a estos Big Data, facilitando la creación de modelos y el desarrollo de predicciones sobre los hábitos sociales, culturales y políticos de la gente. Un ejemplo es el sitio que muestra en tiempo real datos que se estàn actualizando, el “worldometer”, que da indicadores como poblaciòn mundial, gobierno y economía, sociedad y medios, medio ambiente, alimentos, agua, energía y salud, interesante sitio.

Open Data: los datos abiertos entronca con los movimientos de “Open source” o código abierto de software. “Open access” que se refiere al acceso gratuito a la información y al uso sin restricciones de los recursos digitales como tester, bases de datos, soportes de audio, vídeo o multimedia en general, así como, el Open Knowledge. También la Demographic Database in Umea, Suecia, o la The Utah Genealogical Database, en Estados Unidos, o la Scania Database, también, en Suecia.

De esta manera, la demografía histórica y su necesidad de datos para sus investigaciones resulta ser un buen laboratorio para la creación de datos abiertos, con la participación de ciudadanos voluntarios a partir del paradigma de crowd sourcing.

Por ejemplo, ahora es posible procesar fácilmente una gran cantidad de datos relacionados con el léxico y la lengua o analizar textos desde un punto de vista estilo métrico, es decir, utilizando programas informáticos para cuantificar patrones gramaticales y frecuencia de uso del léxico.

La estilometría es un análisis estadístico del estilo literario utilizado en peritajes de linguística forense y para estudiar atribuciones de autorías. Permite medir varios aspectos gramaticales y léxicos de un texto y enfrentarlos con otros, por lo que proporciona datos objetivos para reconocer la autoría de un escrito.

Con la idea de preservar el patrimonio y la cultura europea, nació Europeana, una macro biblioteca digital que proporciona acceso a más de 50 millones de archivos digitalizados y dispone de sofisticadas herramientas de búsqueda y filtrado. Cuenta con la colaboración de un amplio número de instituciones europeas que aportan su contenido a Europeana, entre las cuales se encuentran bibliotecas y universidades españolas.

Una de las plataformas que colabora con Europeana es la biblioteca virtual Miguel de Cervantes, que recoge más de 198.000 registros bibliográficos además de estudios críticos y de investigación, materiales históricos, periódicos y revistas disponibles a veces a través del facsímil, en PDF o a partir de transcripciones de ediciones modernas autorizadas.

En ese sentido, hay que mencionar las dos bases de datos de la Real Academia Española, por una parte tenemos el CORDE, el Corpus Diacrónico del Español y el CREA, el Corpus de Referencia del Español Actual. Fuentes de consultas obligadas para estudios diacrónicos y sincrónicos relacionados con la lengua española, de donde se puede extraer información para estudiar las palabras, sus significados y sus contextos.

También existen bases de datos que están más enfocadas al estudio de la literatura, como por ejemplo Dialógica, especializada en el diálogo hispánico que ofrece datos sobre autoría, características literarias y formas de difusión de este género literario.

También tenemos el portal de escritoras españolas Bieses, y las bases de datos sobre emblemática, relaciones de sucesos, polianteas o inventario del portal Diviso. Todas ellas coordinadas en la red de investigación Aracne. Merece mención especial el proyecto Artelope, que pone a disposición del investigador una base de datos y argumentos del teatro de Lope de Vega.

Para finalizar, otro ejemplo es la investigación digital sobre arqueologìa. La explicación histórica ya no es un texto que hay que leer y entender, sino un conjunto de algoritmos que construyen un simulacro del proceso concreto que se pretende explicar. No leemos lo que pasó, sino que el ordenador produce un escenario virtual en el que vemos una simulación de lo que pudo haber pasado. Y esa simulación es producto de un algoritmo concreto que implementa conocimiento científico.

Este procedimiento en particular fue descrito acertadamente por Bateson con el concepto explicación cibernética que se desarrolló en arqueología allá por los años 80 por Jean Claude Gardan. La sugerencia de que el razonamiento científico podría consistir simplemente en una secuencia de asociaciones de entrada-salida o percepción-acción ha sido desarrollada por otros muchos autores.

La idea central estaría que el razonamiento científico no implica ninguna introspección en el proceso de pensamiento, sino que es en sí mismo un proceso de reconocimiento de patrones y por tanto realimentado por la experiencia. Este procedimiento parece pedir una biblioteca organizada de algoritmos en la que se asocie diversas situaciones perceptivas prototípicos a una etiqueta conceptual que contenga su explicación. La comprensión explicativa consiste entonces en la

aprehensión de casos concretos como instancia de un tipo general.

La era digital como herramienta que facilite el trabajo a las humanidades es un reto, y el análisis sobre éste viene dado por la forma de usar datos, de compartir, de difundir con un aspecto ético para las relaciones humanas. Lo ètico es un punto a trabajar en la nueva era digital.

La exposición “10 en humanidades”, en Universum, Museo de las Ciencias, se presenta con el objetivo de ofrecer una mirada articulada del conocimiento entre las ciencias (tecnologìa) y las humanidades, organizado por las direcciones generales de Divulgaciòn de las Humanidades (DGDH) y la Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM como un esfuerzo conjunto que ofrece ejemplo de los beneficios que las investigaciones en humanidades y ciencias sociales aportan a la sociedad. La exposición estará del mes de septiembre al 12 de noviembre.

Referencias:

Las aportaciones para este artículo fueron tomadas del curso Humanidades Digitales impartida por la universidad Autònoma de Barcelona a través de una Mooc de cursos digitales.