Todos queremos que la vida sea lo más placentera posible. A lo largo del camino experimentamos episodios que nos hacen felices y otros que son dolorosos, todo es parte de la vida. Sin embargo, en nuestras manos está ejercer ciertas acciones que contribuyen a una vida más simple.
Te animo a practicar lo siguiente:
- Todos quisiéramos que ciertas cosas fueran distintas, pero no siempre es posible. Aprende a aceptarlo pues de lo contrario sólo gastarías energía valiosa. Mejor invierte esa energía en algo positivo para tu bienestar y el de tus semejantes.
- Encárgate sólo de ti. Ningún ser humano puede pensar por otro, así que no creas que puedes ir por la vida cambiando pensamientos o actitudes. Mejórate a ti mismo y ya está. Ya lo dijo Mahatma Gandhi: “Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”.
- No juzgues, no analices y no busques explicaciones donde no las hay; en pocas palabras: “para qué buscarle tres pies al gato”. Las cosas son como son.
- Apártate de la gente que no te hace bien, pero no lo hagas enfadado o generando pleito. Cuando sientas que algo/alguien no te aporta retírate en silencio.
- Busca en tu corazón. Aquí hay más sabiduría que en la cabeza. A veces le damos mil vueltas a un asunto cuando todas las respuestas están dentro de nosotros. Cierra los ojos, busca el silencio y aprende a escuchar tus latidos.
- Como dicen las abuelas “pa qué tanto brinco estando el suelo tan parejo”. Si algo no fue y no es, muy probablemente tampoco será. Suelta y deja todo en paz.
- No tienes que demostrar, ni siquiera a ti mismo. Sólo agradece cada mañana el hecho de ver la luz y poder moverte, y enfócate en el aquí y ahora.
- Deja de “machacarte”. El pasado no existe, no tiene sentido lamentarte o culparte por lo que no hiciste bien o dejaste de hacer, según tu punto de vista. Pon tu vista al frente, por algo tenemos los ojos en la cara y no en la nuca, ¿no crees?
- Sé un hacedor más que un hablador. Muchas veces tenemos buenas ideas y estamos llenos de buenas intenciones pero de nada sirven si no las practicamos.
- Desapégate. No quiere decir que no establezcas vínculos afectivos, los seres humanos sanos lo hacemos. El apego tiene que ver con aferrarte, con negarte a soltar cuando ya no está contribuyendo a tu felicidad. La sabiduría consiste en mostrar madurez y serenidad ante lo que no podemos cambiar y valentía para transformar lo que sí podemos.
Si te gustaron estas ideas te invito a compartirlas en tus redes sociales. Si deseas mejorar algún aspecto de tu vida cotidiana escríbeme, juntos crearemos una estrategia personalizada. Mándame un mensaje si deseas contactar con tu espiritualidad mediante un ritual simple y relajante.
[email protected] / LinkedIn: Nancy Fuentes Juárez
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