¡Hola!, ¿Cómo te encuentras hoy? Mi deseo es que todo marche lo mejor posible. Recientemente mis días están llenos de actividades: el trabajo, el estudio, la familia, la pareja, ufff, de cada rol que desempeño se desprenden muchas acciones. Esto me ha provocado experimentar estrés; por momentos siento una carga aplastante y me pregunto: ¿por qué estoy metida en tantas cosas? Más allá de la respuesta, es cierto que cuando te dedicas a varias cosas a la vez, sin duda experimentas momentos estresantes.
Como creo que la mayoría experimentamos estrés, al menos en algunos momentos de la vida, es importante aprender a gestionarlo para no sentirnos agobiados. Te comparto algunos tips que me han funcionado.
- Ser consciente de que nada es tan grave y si algo no sale como lo tenía planeado siempre hay solución para arreglarlo. Cuando entras en estrés todo lo magnificas, pero si piensas en el peor de los escenarios te das cuenta de que nada es tan terrible.
- Darme momentos para la reflexión. Unos días comienzo más temprano que otros, sin embargo, en las noches sí o sí busco un espacio para meditar y pensar en mis acciones, en si lo que estoy haciendo está ligado a mis objetivos y es congruente con el estilo de vida que quiero llevar, o me estoy conduciendo en piloto automático. A mí me funciona ponerlo en papel porque me hago más consciente de todo. Cuando se tienen claros los objetivos también disminuye el estrés.
- Hacer ejercicio. Mover el cuerpo ayuda a despejar la mente. Es un momento para el autocuidado. Obvio nadie tenemos tiempo para hacerlo, por eso hay que buscarlo, ponerle una hora y un espacio; 30 minutos, por lo menos, harán la diferencia. Los ejercicios de yoga me gustan porque te ayudan a estirar cada parte del cuerpo y se trabaja con la respiración, lo que provoca una sensación de bienestar al instante.
- Tener momentos de no hacer. Vivimos en una sociedad donde los momentos de no hacer nada son el equivalente a perder el tiempo. Te aseguro que no es así, si bien otorgarse momentos para el ejercicio, la lectura o el ocio pueden brindar una sensación de bienestar, también es agradable y válido estar sin hacer. ¿Por qué todo el tiempo tienes que estar en actividad? Hoy estamos acostumbrados a la sobreestimulación y consideramos “normal” estar todo el tiempo en acción, pero el cuerpo agradece cuando simplemente estás. Meditar no es únicamente adoptar una posición específica, cerrar los ojos y emitir un “Om”. También puedes meditar sentándote en un parque y disfrutando de los sonidos, observando curiosamente lo que hay alrededor y permitiéndole a tu mente divagar.
Deseo que estos cuatro puntos te sean de utilidad, si es así te animo a compartirlos en tus redes sociales o con tus seres queridos. ¡Hasta la próxima!
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