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Las pequeñas cosas: sones, sismos y sentimientos

“Negrita de mis pesares, ojos de papel volando…” – Son de la Negra (Dominio popular).

18 de septiembre, 2023

Las pequeñas cosas: sones, sismos y sentimientos

El sentimiento de mexicanidad se exalta cada 15 de septiembre y nos guste o no lo que nos cuenta la historia oficial, seamos afines de un partido u otro lo cierto es que no podemos permanecer al margen del ambiente festivo por motivo de la Independencia. Pero ¿qué nos hace mexicanos?; ¿qué significa ser mexicano? México no es una nación de primer mundo aunque alberga en su geografía a una de las ciudades más grandes y su centro histórico es considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO con su fusión entre lo prehispánico y lo colonial además de su estilo moderno plasmado en construcciones y servicios urbanos. México es selva, sierra, playa, mares, ríos, desierto, montañas, cuevas, puertos, minas, etc. cuenta con recursos naturales increíbles pero también con líderes corruptos que se han dedicado a saquear sus riquezas desde tiempos remotos pero esa, es otra historia.

Sí acepto que me da orgullo sentirme y saberme mexicana no en fecha conmemorativa únicamente sino los 365 días del año con todo y los aspectos en contra que tenemos cada día pero si pensamos en México como en una persona entenderemos que es un país con sus luces y sus sombras, con sus virtudes y sus defectos y que su cerebro cambia cada sexenio por lo que resulta complicado mantener la integridad y la congruencia además de cumplir las garantías de sus millones de habitantes así que tarea fácil no es pero reconocer el lugar que se habita, la raíz de la que se nació y el lugar al que se pertenece ayuda a crear identidad y a tomar un lugar en el mundo, lo cual es un gran paso para el desarrollo personal. Y si no, imagine a un mexicano sintiéndose alemán, lo cual equivale a un periodista sintiéndose doctor (y los hay pero esos no tienen salud mental) La identidad es importante para entender nuestro rol en la sociedad aunque a algunos se les da muy bien eso de ser ciudadanos del mundo, sin establecer un lugar fijo en el que echar raíces y a veces, no les va tan mal (lo cual tampoco garantiza que estén del todo cuerdos).

Julio Verne (escritor francés) escribió: “El viaje más maravilloso no es al centro de la tierra o a los confines del universo, sino al fondo de uno mismo” descubrir quiénes somos, el lugar que habitamos y nuestro origen, nos coloca de frente al autoconocimiento y nos permite actuar conforme a lo que queremos en la vida de acuerdo a la escala de valores que rija nuestro diario vivir. El viaje es hacia adentro porque es el punto de partida para reconocer #laspequeñascosas que le dan sentido a nuestra vida y que nos permiten disfrutar el aquí y el ahora en cualquier rincón al que viajemos porque somos exploradores por naturaleza y en el camino de explorar salen a nuestro paso descubrimientos inimaginables que quizá nos lleven por un camino diferente al planeado. Todo eso y más es lo que provoca saberse y sentirse mexicano porque es un punto de partida para los pasos que deben darse hacia el estilo de vida anhelado o como dicen los influencers de la psicología positiva: para alcanzar nuestros sueños.

A manera de colofón: Para los que gustan de las tendencias y conmemoraciones, el próximo martes 19 del mes en curso se cumplirán seis años del tormentoso sismo que dejó diversos sentimientos entre los habitantes de la Ciudad de México provocados por las numerosas pérdidas humanas y materiales, así como una cultura de la prevención que permite generar los protocolos de seguridad adecuados. DEMAC (Documentación y Estudios de Mujeres, A.C.) lanzó la convocatoria “Es más la Esperanza” para participar con textos autobiográficos del Sismo 2017, los cuales dieron origen a una edición especial (publicada en 2018) recopilando testimonios de 49 autoras de los cuales extraje un brevísimo fragmento a propósito de la iniciativa #SoyLectoraDEMAC lanzada por la misma asociación. Las coincidencias en las fechas desde el año 1985, las creencias y los memes se los dejo a los expertos en cada tema; en lo particular, me da alergia todo lo que tiene que ver con sismos, simulacros y conmemoraciones alusivas quizá producto de algún trauma del pasado sin descubrir que habita todavía en mi subconsciente.