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Las pequeñas cosas: semillas

“Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan”. – Friedrich Nietzsche (1844-1900), filósofo...

16 de agosto, 2021

Elizabeth Cruz Ramírez

“Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan”.

– Friedrich Nietzsche (1844-1900), filósofo alemán.

La semilla es la estructura a través de la cual se da la reproducción de las plantas y es también, en un sentido práctico, el inicio de lo que más tarde florecerá, como puede ser un proyecto profesional, una obra de arte, un vínculo o el proceso de embarazo en la mujer. En el mundo de las plantas puede ser que alguna necesite de muchas semillas para germinar o bien, que envuelva éstas en una capa muy dura que se ablanda con las lluvias y por ello, la importancia de la producción de semillas de forma natural o industrial para la agricultura, pero sea de una forma u otra existen dos momentos esenciales: la siembra y la cosecha. En ese sentido, el dicho popular dice que “cosechamos según lo que sembramos.”

Un paso más allá del campo de la agricultura y como antes mencioné, la semilla (del latín seminia, plural de seminium: simiente, siembra) es causa u origen de algo, y por esta razón es que el término se asocia a la infancia, a los pequeños como las semillas que darán su fruto con el paso del tiempo. Y ya que hablamos de infancias, es importante mencionar que han resultado las más afectadas al pasar los últimos diecisiete meses de su vida en el aislamiento y el encierro, pero punto y parte de la situación particular de cada uno, existe un mantra en la práctica del yoga para niños que me parece oportuno destacar: sa ta na ma (semilla soy, seré una flor y volveré a renacer) y aunque hace referencia a la rueda del samsara (ciclo de nacimientos, vida, muertes y renacimientos en las tradiciones filosóficas de la India), parte de la misma idea al referirse al inicio de la vida como una semilla que florecerá (germinará) y que pasado su ciclo vital, morirá para renacer; lo cual, en la praxis podemos aplicar también a los diferentes momentos de nuestra existencia y a la forma en que cambiamos constantemente a partir de las experiencias que vivimos.

Después de la infancia, la adolescencia y la juventud están a un borde del colapso ante el escenario que viven cada día, por eso es momento de sembrar semillas tal como lo están haciendo algunos jóvenes aún en medio de la adversidad (y aunque se les culpe de la ola de contagios) con conciencia colectiva y alma emprendedora. Tal es el caso de Angélica Limón, egresada de la licenciatura de Cirujano Dentista por la FES Zaragoza de la UNAM, bailarina, emprendedora y que el pasado fin de semana celebró la 1er. Expo Festival Sembrando Amor en el que reunió a artistas y artesanos de diferentes regiones a exponer su trabajo de forma virtual para crear comunidad, difundir el trabajo de todos ellos y demostrar que el arte transforma vidas, tal como lo hemos visto en los meses de confinamiento durante el cual, las expresiones artísticas le han dado la vuelta al mundo para darnos un respiro, y es que a pesar de que en tiempos pandémicos resulta difícil pensar en conceptos de siembra y cosecha, es posible tener una chispa de esperanza, un atisbo de ilusión si se selecciona bien la semilla.

Que la economía, la política, la variante Delta, la salud mental, el confinamiento, los contagios, las vacunas y los antivacunas no sean motivo para desalentarnos, porque la vida sigue su curso y debemos seguir sembrando semillas cargadas de arte, de esperanza, de emprendimiento, de creatividad, de inspiración, de conciencia colectiva (pasando por seguir las medidas de bioseguridad correspondientes en cada lugar al que tengamos que asistir), porque no es en la historia que encontraremos nuestra razón de ser ni nuestra identidad sino en #laspequeñascosas que realizamos cada día, esas semillas que sembramos hoy, que de forma natural florecerán mañana y nos recordarán que “El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará.” (2 Corintios 9:6).

Que cada uno haga su propio balance de vida.

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