Las pequeñas cosas: neko

28 de marzo, 2022

Elizabeth Cruz Ramírez

“Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará allí.”

– Chesire, personaje de “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll (1832-1898).

Quitemos el foco de atención de las noticias del momento, de la entrega de premios Oscar, de la próxima consulta, de la guerra, de trenes y aviones para voltear la mirada a lo cotidiano, a lo simple, a lo de todos los días como el maullido o la mirada de un gato. Relacionados con brujas, hechizos y mala suerte, pareciera que los gatos tienen mala fama además de que pueden provocar ciertas alergias a los humanos y dejar pelaje por todas partes; sin embargo, su presencia en la historia de la humanidad data de épocas ancestrales e incluso, se le ha considerado como animal sagrado.

Del latín tardío cattus, es un mamífero de la familia de los félidos, digitígrado, doméstico (Felis silvestris catus) y utilizado en algunos lugares para cazar ratones. Su domesticación se asocia a los egipcios, los asirios o alguna otra cultura predecesora a partir del gato salvaje. Se le asocia con calma, tranquilidad y espiritualidad por su relación con los monjes budistas, razón por la cual se considera que son capaces de traer la armonía al hogar y que son seres libres, no se dejan llevar por el ego y son leales, fieles y afectuosos. Neko en japonés, cat en inglés, chat en francés, katze en alemán, gatto en italiano, kot en ruso, mixi en otomí, miztli en náhuatl, mixtu’ en zapoteco, miis en maya. Del Gato con Botas al Gato Culto pasando por los Aristogatos, Chesire, Silvestre, El Gato Félix, Tom, Garfield, Don Gato y su pandilla, Gatúbela hasta llegar a los gatos de Monsiváis o de Cortázar, los que acompañaron los últimos días de Nahui Ollin, los de Jorge Luis Borges o los de Ernest Hemingway han sido adorados, perseguidos, adoptados y amados como parte de la convivencia humana con los animales de compañía.

“…el más joven, que no recibió más cosa que el gato, no se consolaba de tener tan pobre herencia (…) El gato se asustó tanto de ver un león frente a él que pegó un brinco hasta el techo, no sin pena ni peligro, pues sus botas no eran para andar sobre las tejas (…) El marqués hizo grandes reverencias, aceptó el honor que el rey le concedía, y ese mismo día tomó en matrimonio a la princesa. El gato se convirtió en gran señor y ya no persiguió más a los ratones, a no ser por diversión.” (Fragmento de “El Gato con Botas” de Charles Perrault).

En 1981 surgió un nuevo espacio en el diario El Universal, se trataba de una viñeta publicada por el periodista Paco Ignacio Taibo, definida por él mismo como: “realizada con un sentido del humor muy peculiar, sin ofensa y siempre en el plano chusco”. Se trataba de El Gato Culto publicada durante 26 años.

En los últimos años, Nahui vive rodeada de sus recuerdos, su obra, sus libros, sus gatos y su soledad. Algunos le temen, en otros provoca lástima. Pero ella los engaña, como dice en uno de sus poemas: “Yo no soy rica / y hago trampa / frente a los adinerados / que se preocupan / por ser ricos / en amor / como yo… No soy rica / pero le hago trampa a la vida / Como ladrones / todos pagan / la felicidad / que yo he encontrado / sin un centavo… Soy rica / porque le hago trampa a la vida. (Nahui Ollin, Adriana Malvido, Ed. Circe, 2017).

La ciencia ficción también nos ha heredado personajes malvados y gatunos como la conocida Gatúbela de Batman o tiernos y cómicos como Garfield.

Espirituales o no, los gatos son los favoritos de muchas personas que disfrutan de la compañía de un felino que no requiere de muchos cuidados, que es autónomo y que se ha convertido en el preferido de niños y adultos porque las anteriormente llamadas “mascotas” también nos acercan a #laspequeñascosas de la vida, lejos de malas noticias, debates, dimes y diretes, virus y crisis mundiales porque la historia de la humanidad está plagada de momentos críticos, unos más que otros pero al final, de lo que se trata es de vivir y seguir adelante, siempre adelante a pesar de la cruda realidad, esa que no podemos controlar pero sí que podemos aprender a enfrentar.

A manera de colofón: el próximo domingo 3 de abril inicia el horario de verano, así que recuerde adelantar su reloj una hora; en lo personal, no es mi horario favorito y aunque existe una enorme polémica al respecto no podemos negar el efecto que causa dicho ajuste horario. Algunos dicen que es el horario de los locos, la realidad es que el tiempo es relativo.

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