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Herbalismo Honorable

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13 de julio, 2020

Liliana Ruiz-Healy

Instagram: @goodeden_nola

ww.goodkarmanola.com

El herbalismo se ha convertido en una moda, y a veces en un lujo estos últimos años.

Leemos artículos sobre lo maravillosa que es una planta, adaptógeno u hongo, o vemos a nuestros influencers favoritos usar productos que a veces son inalcanzables.

Por un lado, indagar sobre estas plantas es muy bonito, pero por otro, muchas de estos artículos en internet y nuestros influencers tienen muy poca información acerca de cada planta: cuáles son las dosis recomendadas, las contradicciones y las cualidades energéticas de cada hierba. Todo esto es importante ya que muchas veces algo que le puede resultar bueno a un conocido, puede que no sea la mejor aliada para nosotros. Siempre debemos de usar nuestro instinto y razonamiento o buscar la ayuda de alguna herbalista entrenado.

Con las palabras “herbalismo honorable” me refiero a que el herbalismo comenzó desde hace muchos años. Era algo accesible, ya que nuestros ancestros utilizaban lo que la tierra tenía que ofrecer. Utilizaban lo que crecía en su región y temporalmente. Y cada cultura alrededor del mundo tiene sus propias hierbas. Hoy en día parece ser que entre más exótico y caro, mejor. Eso no es verdad. Muchas de estas hierbas “trendy” como la equinácea y la chaga están en peligro de extinción y son sumamente caras. Otras opciones que tienen las mismas funciones que éstas son el shiitake y la sambucus nigra. O ahora también está de moda quemar salvia blanca, la cual también está en peligro de extinción, y las tribus que la utilizan para ceremonias sagradas han comentado que es una falta de respeto hacia su cultura. Otra opción accesible y abundante sería quemar romero o la salvia común con la que cocinamos. Ambas matan bacteria en el aire y huelen delicioso.

Y no se trata de dejar de usar hierbas y salirnos a cortar las plantas (aunque sí es una opción y es muy linda si es algo que te interesa), pero se trata de ser intencional con este tipo de prácticas. Son prácticas “holísticas”, lo cual se refiere a que considera a todo como uno para sanar, y eso también toma en cuenta el ecosistema en el que vivimos.

Aquí dejo unas recomendaciones para practicar Herbalismo Honorable:

1. No todas las hierbas actúan igual en cada uno de nosotros. Todos tenemos cualidades internas energéticamente, condiciones de salud diferentes, o alergias, o dietas. Mientras el jengibre puede ser muy beneficioso para algunos, puede agravar síntomas para otros.

2. Las dosis y tiempos de trabajar con plantas son importantes para obtener mejores resultados. Muchas veces nos damos por vencidos con este tipo de “medicina”, porque no funciona. La realidad es que existen dosis precisas y tiempos para que empecemos a tener buenos resultados y también saber cuándo dejar de tomarlas, ya que después de un tiempo pueden dejar de ser potentes. Aquí es cuando visitar a un herborista que nos guíe de la mano.

3. Nuestros hábitos alimenticios y estilo de vida juegan un rol importante, si no es que el más importante, ya que es la fundación para que alcancemos resultados cuando trabajamos con hierbas.

4. El herbalismo debe ser accesible y trabajar junto con cada individuo.

5. El herbalismo debe respetar a la tierra en la que estamos y trabajar junto con ella.

Este debe ser nuestro acercamiento al herbalismo: honrar nuestra tierra. Honrar nuestras temporadas. Honrar a nuestros ancestros y sus prácticas. El rol de un herbalista es el de guiar y educar sobre esta “medicina”; de aumentar las conexiones entre nuestras comunidades, las plantas y el ecosistema.

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