La vida todos los días nos plantea escenarios distintos, de tal forma que tenemos argumentos para decir qué buen o mal día tuve hoy.
Si estás conforme, la tranquilidad interior te lleva a la satisfacción del “deber cumplido” y como el término lo sugiere estás conforme contigo porque sabes que hiciste las cosas lo mejor posible
Para estar conforme es perentorio (necesario) que aceptes la realidad que te tocó vivir y con base en esa aceptación estarás conforme con lo que vives. Haz tu mayor esfuerzo por no caer en el conformismo porque éste aprisiona tu anhelo de ser mejor y ésta debe ser una de las características de tu persona.
El conformista siempre regatea sus esfuerzos y el común denominador de sus acciones es: “para que?, no es necesario”.
Sé conforme y alimenta todos los días tu capacidad de ser mejor.
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