EDUARDO TAMBIÉN ESTÁ EN:

La impunidad gobierna la Industria Hípica Mexicana y la Secretaría de Gobernación lo permite

Enrique Rodríguez-Cano expone los malos manejas que tienen mermada a la Industria Hípica en México.

2 de julio, 2025

La impunidad gobierna la Industria Hípica Mexicana y la Secretaría de Gobernación lo permite

A lo largo de muchos años he sido testigo de la impunidad que abunda en nuestra nación. Ha sido el cáncer en muchas actividades productivas del país, como seguramente muchos de ustedes, estimados lectores, lo han comprobado. Es el caso de la Industria Hípica Mexicana de Carreras de Caballos con Apuesta y es una pena constatarlo, pero la impunidad con que opera la empresa permisionaria del Hipódromo de las Américas es más que evidente.

Cuando empecé a tener contacto con la Dirección de Juegos y Sorteos (DGJyS) de la SEGOB, por allá de 1989, se decía que esa dependencia era la “caja chica” del secretario de Gobernación en turno. Eran tiempos de Fernando Gutiérrez Barrios.

En aquellos tiempos los juegos de azar no estaban autorizados y solo se permitían las carreras de caballos con apuesta y sorteos de números (bingos). Los juegos de azar poco a poco ganaron espacio y se permitieron formalmente en el año 2000, con la publicación del Reglamento de la Ley de Juegos y Sorteos de 1947.

Con Santiago Creel Miranda al frente de la Secretaría, de triste memoria para la hípica por la decisión de derogar la Comisión Nacional de Carreras y crear una Comisión para que un amigo suyo estuviera al frente de una asociación civil, ilegal, por cierto, y que fue la autoridad hípica del país por algunos años.

Hoy día se puede jugar de todo en la gran cantidad de casinos autorizados en el país: ruleta, póker y deportes en línea, con lo cual las carreras de caballos quedaron en desventaja. No es lo mismo conectar una “tragaperras china” que criar un caballo de carreras y no hay autoridad gubernamental que impulse o defienda la actividad. Hasta pudiera ser —siendo mal pensado— que la autoridad está maiceada.

Es importante saber que las 52 hectáreas del bien inmueble en donde se ubica la unidad hípica denominada Hipódromo de las Américas, está considerada como un bien del dominio público y es propiedad de la Nación, es decir, de todos los mexicanos.

Comenta uno de los miembros del Consejo Directivo de nuestra asociación: “Los casinos se crearon como giro complementario al otorgamiento del permiso, con el pretexto de que la actividad y la empresa contara con recursos suficientes para su operación. En el camino voltearon las condiciones abusivas en su favor. Como ejemplo está la explotación del Centro Banamex y del cual no aflojan un centavo”.

“Lo que es inexplicable el actuar y la apatía con la que la DGJS actúa, ante tantos reclamos, quejas e inconformidades que han denunciado, propietarios, jinetes y entrenadores, respecto al abuso y mal manejo del permiso que se les otorgó, la empresa hace ver qué realmente no le interesa la Hípica Nacional y si, solo conservar y explotar sus casinos y giros complementarios del cual goza de un negocio muy carnoso y del cual además no paga sus adeudos, como según se prueba más adelante”.

“Es tal el descaro de la empresa permisionaria goza de todo un espacio corporativo de oficinas, que hasta la Fórmula Uno está metido en dichos terrenos sin pagar un centavo, pero sí, gozar de los beneficios que se les otorgó de a gratis”.

Hace poco en los portales de varios medios de comunicación, como es La Jornada (el 28 de mayo), se comunica que “la primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio un revés a la empresa de casinos Codere de México, al confirmar en definitiva que debe pagar un crédito fiscal de mil 272 millones 385 mil 927 pesos. El articulo completo se puede leer en esta liga.

Ahora, el 22 de junio pasado, en el portal de ContraRéplica y de acuerdo con el reportaje de la periodista Claudia Bolaños relata que los empleados del Hipódromo demandan la revisión de la concesión. Basta leer el permiso otorgado en donde existen múltiples causas para su inmediata revocación. En esta liga se puede leer el reportaje completo.

En las reuniones que sostuvimos en marzo de este mismo año, la asociación civil que represento planteó la necesidad imperiosa para empezar a rescatar la actividad era y es, primero contar con una autoridad hípica independiente de la empresa, para que haya transparencia en sus determinaciones, tanto para los participantes, los caballistas, así como para el escaso público aficionado, los apostadores.

La otra demanda era y es, contar con buenos premios. Nada de ello se consiguió. Por supuesto, otras de las asociaciones representantes de algunos caballistas y criadores no querían tocar, ni con el pétalo de una rosa a la autoridad hípica, el Comité, lo cual siempre levanta sospechas. ¿Tendrán arreglos para permanecer intocables?

Así pues, la autoridad hípica, el Comité de Arbitraje y Vigilancia de Carreras de Caballos, A.C., sigue haciendo de las suyas imponiendo sanciones excesivas e imponiendo multas por positivos muy sospechosos (principalmente por el uso de dexametasona) y así, el ilegal Comité, mantiene sus ingresos sin rendirle cuentas a nadie.

Por lo visto, tendremos que volver a denunciar este grave problema y asistir a la conferencia mañanera de doña Claudia Sheinbaum que odia que la impunidad domine la responsabilidad gubernamental. ¿Quién apoya esta iniciativa?

Todos mis artículos que he publicado desde 2014 en el generoso portal de www.ruizhealytimes.com se pueden leer en la siguiente liga.