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De Frente y Claro | EL AEROPUERTO MAMUT DESTINADO AL FRACASO

La construcción del aeropuerto Felipe Ángeles plantea más dudas que respuestas.

23 de septiembre, 2021

El aeropuerto Mamut, Felipe Ángeles, por el que cancelaron el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), se inaugurará, supuestamente, el 21 de marzo del 2022. Seguramente así será ya que quien lo tiene a su cargo, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), va sin que nadie ni nada lo frenen. E inclusive, aunque López afirme que la SCT no va a presionar para que al menos las aerolíneas mexicanas lo utilicen, la verdad es que sí lanzaron la advertencia a través del subsecretario Carlos Morán el 17 de septiembre del 2021 de limitar los vuelos en el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México si no utilizan el Felipe Ángeles. Con todo ello, dicho aeropuerto va destinado al fracaso, las aerolíneas tanto mexicanas como extranjeras no quieren utilizarlo, pues implica un doble costo usar dos terminales.

Casi es seguro que la SEDENA cumplirá en tiempo y forma la entrega de su austero aeropuerto –o su elegante terminal de autobuses, como se le quiera ver–, ya que todo parece indicar que con lo austero que quedará, habrá un aeropuerto de primera, que será el de la CDMX y el de segunda, el Felipe Ángeles. Ya sabe usted, estimado lector, cuál preferirán usar los viajeros y las mismas aerolíneas.

Reiterando que si bien insisten en que estará listo el Felipe Ángeles el 21 de marzo del 2022, lo que nada dicen y menos se vislumbra es cuáles serán las vías que comunicarán al aeropuerto internacional Benito Juárez de la CDMX con el Felipe Ángeles para que estén conectados; eso en cuanto a los pasajeros.

Para las aerolíneas es aún peor. Éstas no le encuentran sentido alguno al nuevo aeropuerto ni cuentan con la información necesaria para hacer un plan de negocio en cuanto a costos. Por lo cual, si les dan opción de qué aeropuerto usar, obviamente preferirán el de la CDMX. Es por ello que, insisto, aunque lo niegue López, por eso la SCT anuncia que, de no usarse el Felipe Ángeles, va a empezar a restringir el número de operaciones a 64 y si sigue aumentando el turismo, se verán forzados a usarlo.

Este aeropuerto Mamut, su terquedad de construirlo y usarlo, refleja más bien un proyecto político que genera enormes incógnitas en el aspecto económico y más aún en el tema de logística. Hay una gran incertidumbre porque no se sabe cómo se trasladarán a los pasajeros que lleguen al aeropuerto de la CDMX y que tengan que hacer una transferencia al aeropuerto Felipe Ángeles o viceversa. Y peor aún para quienes vayan a utilizar ese nuevo aeropuerto y tengan que trasladarse de sus casas a esa terminal.

No podemos dejar fuera el tema de que todo este embrollo tendrá un aumento en el precio de los vuelos. Obviamente quien terminará pagándolo será el pasajero. Tampoco podemos dejar fuera la promesa de López que sus proyectos prioritarios no aumentarían de precio como pasaba con la Mafia del Poder. Resulta que este proyecto ya elevó su costo: de los 79 mil millones de pesos que anunciaron que costaría, aumentó a cerca de 85 mil millones de pesos, es decir, casi ¡6 mil millones de pesos más! Falta agregar lo que se acumule de aquí a que lo terminen e inauguren.

Qué grave que López insista porque así lo ha hecho desde que inició su pésima administración: todo a la fuerza, todo por decreto, nada por consenso y obligando a quien se tenga que obligar para que se sometan a sus órdenes. Como ya lo hizo con el subsecretario Carlos Morán, no por voluntad de las aerolíneas sino a la fuerza, argumentando supuesta incapacidad de vuelos en el aeropuerto de la CDMX para que tengan que usar el Felipe Ángeles.

SIN CATEGORÍA 1

Y qué decir de que México perdió hace poco tiempo la Categoría 1 en seguridad aérea. Si no se recupera, el aeropuerto Felipe Ángeles no podrá ser internacional al no tener autorización de la internacional Civil Aviation Organization (OACI). Por lo cual no podrá haber vuelos internacionales. Por su parte, Air Canadá ya externó que no usará ese aeropuerto porque falta todo el tema de aeronavegabilidad. Se ve muy complicado el futuro del aeropuerto Felipe Ángeles. Todo mundo va a querer seguir usando el aeropuerto Internacional Benito Juárez de la CDMX porque tiene conexiones internacionales y conexiones terrestres adecuadas.

Sumándole a todo lo anterior, en verdad pensarán que pueden presionar a las aerolíneas a usar a la fuerza el Felipe Ángeles, estando Aeroméxico en concurso mercantil, Interjet en quiebra, y con la pandemia, a las aerolíneas en general les ha afectado económicamente. ¿Y así las piensan obligar a tener doble operación en los aeropuertos Benito Juárez y Felipe Ángeles? Eso puede suscitar un grave conflicto. E inclusive, si ya en funciones hubiere algún accidente por lo de la aeronavegabilidad, con toda seguridad responsabilizarán al gobierno y a la SCT por haberlos presionado.

¿O acaso ese aeropuerto será únicamente para la aerolínea que López quiere crear, que podría llamarse Aerolínea del Bienestar, que pretenden crearla con lo que queda de Mexicana de Aviación y con trabajadores de Interjet? Con lo costoso que será reactivarla, y ese sueño de tener 60 aviones, como si costaran tres pesos.

Y como nada les sale bien pretendían ampliar el Tren suburbano para que llegara al nuevo aeropuerto, pero resulta que en algunas de las colonias que están en esa ruta no lo aceptan, inclusive ya se ampararon para que no pase por esa zona.

Ante este galimatías, nos muestra un proyecto mal dimensionado desde su origen, que inició con el capricho de aferrarse a que fuera en Santa Lucía, enfocándose solamente a los recursos para su construcción, subestimando y menospreciando dotar de la infraestructura de comunicación que se necesita. Es por ello que hasta este momento no se sabe nada en este vital y determinante tema, que inclusive, ya debería estar si no terminada, ya casi concluida. Por ser una obra en global mal planeada, se convertirá en un grave problema también para el gobierno más allá del 2022, involucrando más costos por requerir mayores ajustes a los que tenían previstos.

Muy grave que con todos los problemas que traen encima, López siga obsesionado con imponer fechas de entrega. Aunque el nuevo aeropuerto tenga listas las pistas, la torre de control y la sala de espera, ello no significa que se encuentre en óptimas condiciones para entrar en funciones. Las compañías que ahí vayan a operar requieren saber claramente cómo funcionarán y poder prever qué inversiones tendrán que llevar a cabo.

Asimismo, sigo insistiendo en que al no tener la logística para poder llegar a este nuevo aeropuerto desde donde sea, considero que no han previsto lo complicado que es llevar a cabo obras de vialidad y transporte en la zona metropolitana, vale la pena mencionar esa gran obra que es el tren a Toluca, que está detenida, inconclusa.

Tampoco podemos olvidar que en un principio se mencionó que se conectarían los aeropuertos de la CDMX, Toluca y el Felipe Ángeles. Pero sin tomar en cuenta que casi nadie preferiría volar desde el de Toluca porque es un aeropuerto muy caro por la altura, y para las aerolíneas despegar de esa terminal cuesta más al gastar mucho combustible. El Felipe Ángeles carece de vías de comunicación accesibles, ¿quién va a querer usar estas terminales? Preferirán seguir usando el Benito Juárez.

Se ha llegado al grado de prever el fracaso de este aeropuerto y que le pase lo que sucedió con el de Toluca. Inclusive se comenta que la Sedena está muy contenta porque si fracasa como aeropuerto ellos tendrían una Base Aérea muy moderna.

En fin, desde que se dio a conocer este proyecto, particularmente señalé que al igual que los otros dos (la refinería Dos Bocas y el Tren Maya) serían un fracaso. Y no creo haberme equivocado. Así las Ocurrencias de López y su 4-T.

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