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¡Crónica de una Muerte Anunciada…!

28 de mayo, 2021

Los recientes acontecimientos que están creando otra triste historia en el Hipódromo de las Américas son inéditos. Es un llamado de atención no solo de la Secretaría de Gobernación y su órgano regulador –la Dirección General de Juegos y Sorteos–, sino tal vez de muchas otras dependencias federales como pudiera ser la Fiscalía General de la República y la Sagarpa, incluso de la Presidencia de la República que está empeñada en combatir la corrupción (el principal cáncer del país de acuerdo con lo que observa el presidente Andrés Manuel López Obrador, con lo cual también estoy convencido, pero que, a la fecha, no se ha podido erradicar en el país).

Lo que está pasando es producto de la impunidad, corrupción y simulación que desde hace años se viven en el centro hípico más importante del país: el Hipódromo, que se ubica en las Lomas de Sotelo. La crónica de los hechos es la siguiente:

Un prestigiado criador de caballos Cuarto de Milla del estado de Chihuahua denunció públicamente que le habían ofrecido que sus caballos pudieran participar con “jeringa libre” en el Hipódromo de las Américas. En el medio hípico se originó un escándalo a raíz de dicha denuncia. Chihuahua es donde no solo florecen bellezas como la recién electa Miss Universo, Andrea Meza, también los oriundos del estado con mayor superficie territorial del país son reconocidos por su franqueza.

Así pues, los criadores de caballos Cuarto de Milla se reunieron ―con asistencia de entrenadores y otros propietarios de caballos Pura Sangre― el pasado 18 de mayo, para tomar determinaciones con respecto al grave problema ―que es un rumor en el medio―, sobre todo por el desempeño inusual de algunos caballos a la hora de competir. En un momento dado, a la pregunta de quién entre los asistentes había recibido la “oferta” de que, mediante “un moche” sus caballos tendrían derecho a participar con “jeringa libre” –es decir, sin pasar por el antidoping–, la respuesta no se hizo esperar: varios levantaron la mano.

Es necesario saber que las carreras de caballos que se ofrecen en un hipódromo deben estar fuertemente vigiladas para proteger a los participantes, sobre todo al público aficionado que con sus apuestas contribuyen a hacer posible el espectáculo. Los hipódromos son esencialmente casas de juego y siempre hay la sospecha de que se puede hacer trampa, por lo que la autoridad hípica debe ser intachable y estar muy atenta ante las posibles infracciones que se puedan cometer. Es por ello que se han creado las Comisiones de Carrera que deben regular, vigilar y sancionar toda la actividad. ¡El espectáculo debe ser como una caja de cristal…!

Después de la reunión, los directivos de la empresa permisionaria invitaron a los denunciantes a dialogar, en la cual solo participó el denunciante. Al parecer no quiso señalar a quien le hizo el ofrecimiento ilegal. Y como en este mundo hay muchas sorpresas, se encontraron con el representante de la Comisión Mexicana de Carrera A.C. (Órgano Técnico de Consulta que no tiene autorización para ejercer las funciones que desempeña), el licenciado Manuel Ignacio Pacheco Hinojosa, quien hace mucho tiempo fungió como el primer presidente del Consejo de Comisionados de la cuestionada Comisión Mexicana. Pacheco Hinojosa renunció a tan digno cargo pero quedó, mañosamente, como consejero de la Comisión, de acuerdo al acta de Asamblea del 30 de junio de 2014, lo que explica su presencia en dicha reunión. En esta liga se puede saber quién es este personaje de acuerdo con el artículo que escribió el 25 de marzo de 2014, en Milenio el periodista ―siempre bien informado― Roberto Fuentes Vivar, que intituló: “Creel y el Fraude en Carreras de Caballos”.

Y la pregunta es: Santiago Creel Miranda, el creador del sospechosismo, ahora candidato plurinominal a una diputación federal, seguirá teniendo ligas con su amigo el licenciado Manuel Pacheco… Tal vez habría que preguntarle a doña Marcela González Salas, actual Secretaria de Cultura y Turismo del Estado de México, quien fue nombrada por Enrique Peña Nieto como la primera directora de la Dirección de Juegos y Sorteos en ese sexenio y sabe perfectamente por qué el señor Pacheco renunció a su cargo. Cuando el ingeniero Juan Manuel Alavez González ―mandamás del Hipódromo, en su tiempo y autor intelectual de todo este tinglado―le presentó a Marcela a los “nuevos presidentes” de la Comisión y que se iban a rotar cada año: el señor Patricio Zambrano, el MVZ Manuel Salgado y el señor Jaime Castrulita, ex presidente de la Federación Mexicana de Charrería (qué tendría que hacer un charro con las carreras de caballos), Doña Marcela se sorprendió y le respondió que si con uno no se podía, con tres menos, y no aceptó. Acto seguido le preguntó a Manuel Ignacio Pacheco qué hacía ahí si ¡ya había renunciado!

Es necesario saber que, en el sexenio de Vicente Fox, Santiago Creel fue nombrado secretario de Gobernación y el MVZ Carlos Guzmán Clark fue nombrado presidente de la “Comisión Nacional de Carreras” por un tiempo y cuando renunció, Manuel Pacheco fue designado en 2004. Cuando Santiago Creel publicó el Reglamento de la Ley de Juegos a finales de 2004, derogó el decreto que había creado la Comisión Nacional de Carreras, en el cual se sustituye por la asociación civil “Comisión Mexicana”, quedando al frente Manuel Pacheco… ¡Negocio redondo!

Por lo que trascendió en la reunión del 18 de mayo, los directivos de la empresa permisionaria ―tan emproblemada financieramente― y el señor Pacheco, se comprometieron ante el criador denunciante a revisar el asunto de fondo.

Así, se confirma la existencia de la auténtica mafia del poder que existe en las Lomas de Sotelo y en mi opinión, cuando la Dirección General de Juegos y Sorteos de doña Olga Sánchez Cordero investigue mis afirmaciones, va a aprender cómo se arma una simulación completa, es decir, cómo se conformó el Órgano Técnico de Consulta denominado Comisión Mexicana de Carreras de Caballos y Galgos, A.C., que, por cierto, también regula las carreras de galgos, que ofrece Caliente de Jorge Hank Rohn, en Tijuana.

Por lo pronto, la “crónica de la muerte anunciada” de los caballos Pura Sangre mexicanos continúa con el triste proceso de su extinción… y claro que hay responsables.

(Recuerden, en las ligas azules se sustentan las afirmaciones).

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