La convención demócrata tendrá lugar del 17 al 20 de agosto próximos. En ella ungirán a Joe Biden y Kamala Harris como sus candidatos a la presidencia y vicepresidencia de los Estados Unidos. La selección de Harris tuvo efectos iniciales positivos para Biden. Las últimas encuestas colocan a los demócratas con 10 puntos de ventaja sobre Trump en el voto popular y auguran triunfos en estados pivote como Pensilvania, Wisconsin, Florida, Michigan, que permitieron a Trump ganar el voto electoral en 2016. Con su selección, Harris parece consolidar el respaldo de la población afroamericana y otras minorías étnicas y contar con el apoyo de líderes como Sanders y Warren, ya que la recepción positiva a este nombramiento por Wall Street y Main Street permite a Biden presentar un programa con tendencia “izquierdista” –salpicado con ideas de Sanders y Warren– sin asustar a los empresarios de ese país. A lo largo de la campaña que ya inició, tendremos que discutir muchos de estos temas.
Hoy, sin embargo, me parece que analizar la diferencia que un gobierno Biden-Harris haría en el contexto internacional es más interesante como tema de nuestra conversación ya que la actuación del gobierno de Trump ha dejado al mundo en una situación internacional que podemos describir como confusa y convulsa. Su ignorancia ha debilitado a instituciones como la OMC, OMS, OTAN, OIEA, instituciones esenciales en el equilibrio mundial del derecho internacional. Su populismo se refleja en que acuerdos como el de París (COP21), Irán (P5+1), Transpacífico (TPP-11), entre otros, estén teniendo resultados mediocres en el mejor de los casos, o en crisis económica y política en otras ocasiones. Su narcisismo ha terminado por entorpecer el funcionamiento de la Unión Europea, trastocar el equilibrio geopolítico en la cuenca del mar de China, fortalecer a dirigentes autoritarios en Rusia, Corea del Norte y Turquía (por mencionar solo algunos), y afectar el respeto a los derechos humanos de manera consistente dada su política anti-inmigrante, por dar solo ese ejemplo.
Desde la Segunda Guerra Mundial, el mundo no enfrentaba tantos conflictos políticos y de seguridad a la paz mundial, ni existía tanta confusión acerca de los valores que deben predominar en las relaciones entre países. Testigo de esto son los conflictos geopolíticos en el Medio Oriente (incluyendo el actual acuerdo entre Emiratos Árabes Unidos e Israel que complicará la solución en Palestina), el choque entre Grecia y Turquía, la situación de Ucrania que causa división en la Unión Europea, la volátil situación en Libia que muestra la debilidad del mandato de la ONU, el retroceso democrático en Hong Kong, el incremento de tensión entre India y China en la frontera del Himalaya, los roces constantes en el mar de China, etcétera.
Un gobierno encabezado por Biden y Harris repararía esta regresión del papel de Estados Unidos, iniciada en 2017 por el gobierno de Trump.
Ambos están convencidos del valor de un sistema democrático como sistema de gobierno. Ambos rechazan el racismo y la intolerancia hacia migrantes mostrados por Trump. Ambos entienden que una nación como Estados Unidos debe fortalecer la arquitectura multilateral y el apego al derecho internacional en la solución de conflictos comerciales y geopolíticos que afecten la seguridad y paz mundiales. Ambos creen en la solidaridad y cooperación internacionales para el desarrollo pacífico de otras naciones. Por último, la inclusión de Harris en la boleta electoral demuestra el rechazo al racismo y a la intolerancia ética que encabezaría un nuevo gobierno de Estados Unidos encabezado por ellos.
En todos los aspectos mencionados hay también un mensaje para México.
Un gobierno de Trump permitiría que en nuestro país siguiera consolidándose el debilitamiento de instituciones independientes de gobernanza, el desprecio hacia migrantes de otras naciones, el racismo hacia minorías no consideradas parte del electorado del gobierno, y el autoritarismo como forma de gobierno interviniendo en el proceso electoral para asegurar resultados propicios al régimen.
Un gobierno como el encabezado por Biden y Harris apoyaría acciones en sentido contrario a las mencionadas. ¿Lo veremos en 2021?
Eso dependerá de que los factores mencionados al inicio de este escrito sigan definiendo una campaña del partido demócrata que no cometa las equivocaciones de 2016, cuando Hillary Clinton se confió en su estrategia electoral. Sobre todo porque como presidente en funciones, Trump cuenta con muchas más palancas para robustecer su posición electoral como lo ha demostrado al atacar el sistema electoral señalando fallas en el sistema de voto por correo, forzando la visita del presidente López Obrador para atraer voto latino y de minorías y en este momento usando el poderío de su gobierno para establecer el acuerdo diplomático entre EAU e Israel.
La elección es clave no solo para Estados Unidos, lo es para el resto del mundo y particularmente para nosotros.
Pensar la vida
Construir nuestra vida a partir del planteamiento de un propósito nos permite insertarnos en el mundo a partir de...
noviembre 22, 2024México regresa al complejo escenario mundial
El regreso de México al escenario internacional se da en medio de una realidad global que se ha modificado...
noviembre 21, 2024Presupuesto educativo. Obras y no buenas razones
Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado – Benjamín Franklin
noviembre 21, 2024IMPULSA CLAUDIA SHEINBAUM UN GOBIERNO CON ENFOQUE HUMANISTA: SERGIO SALOMÓN
En México, la desigualdad y división que existían en el pasado van quedando atrás con una autoridad con enfoque...
noviembre 20, 2024