En las últimas semanas se ha agravado el problema de abasto de los semiconductores y chips informáticos en el mundo entero debido a que Taiwán, el principal productor de estos elementos, ha retrasado las cadenas de suministro hacia todo el mundo.
Es bien sabido que Taiwán es un territorio que en las últimas décadas ha incrementado exponencialmente su competitividad y sus ventajas comparativas para ciertos elementos y procesos tecnológicos, los cuales tienen repercusión en todo el mundo por tratarse de un sector altamente globalizado y disperso a lo largo y ancho del planeta.
En Taiwán, que China considera una provincia, se localiza el consorcio Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC), la fundición más grande del mundo de estos elementos, y que es además un productor enorme de chips para teléfonos inteligentes, inteligencia artificial y computación de alto rendimiento de Apple.
Así que no debería sorprendernos si esta crisis el suministro termina afectando también otro tipo de empresas. De hecho, esta ralentización de la producción no es nueva, comenzó en 2020 y ocasionó que los precios de las computadoras personales se elevaran considerablemente durante ese año. Algunos equipos de cómputo tuvieron incrementos de hasta 30%, por la relativa escasez que se generó de algunas computadoras, al no haber suficientes chips para fabricarlas.
La importancia de Taiwán en el negocio de los semiconductores y la escala tan grande de su producción ha permitido que este país sea un elemento tan relevante en este sector, que algunos países como Estados Unidos y Japón están ya comenzando a ver de qué manera pueden volcarse a la autosuficiencia en la producción. La administración de Donald Trump negoció con TSMC para establecer una planta de fabricación de chips de 12 000 millones en Arizona. Adicionalmente, Samsung ha anunciado estar lista para instalar una planta con un costo de 10 mil millones de dólares en Austin (Texas).
Por su parte, la Unión Europea quiere reforzar su autosuficiencia tecnológica mediante una alianza que inicialmente plantea conjuntar 36 mil millones de dólares de inversión público-privada para aumentar la participación de Europa en el mercado mundial de chips, estimando que podrían lograr abarcar hasta el 20% de la producción global. El problema no está en si Europa lo consigue o no, sino ¡cuándo sucederá esto! Esta crisis de los chips y semiconductores tiene detenidas ya a un buen número de plantas automotrices de diversas marcas en Norteamérica, Europa, Japón y Oceanía.
La situación en México no es menos preocupante
Desde mediados de enero, Audi anunció que reduciría su producción en México por la falta de semiconductores y el golpe ha sido brutal, de nada menos que 42% de reducción.
Por su parte, Ford redujo su producción en 65.9%, Mazda en Salamanca (Guanajuato) en 31% y Stellantins (antes Fiat-Chrysler) ha tenido una reducción de 28.5%.
La disminución de producción en México se ha visto reflejada ya en las exportaciones, pues comparado con enero del año pasado, las exportaciones de vehículos cayeron 6.4%, con 223 mil autos exportados. Esta caída en las exportaciones automotrices de enero, es la más grande en nada menos que 12 años.
El país más afectado por las exportaciones de vehículos manufacturados en México ha sido Alemania, por la fuerte conexión de Audi y Volkswagen. La disminución en las exportaciones a Alemania fue de 51%.
Canadá también se vio afectada por la disminución de la producción de vehículos en México, experimentando una disminución de casi 10%. Por su parte, Estados Unidos se vio afectado apenas en 2%, pero dado que prácticamente el 90% de nuestras exportaciones de vehículos van hacia ese mercado, el impacto no es menos preocupante.
Hace un mes, el INEGI dio a conocer las cifras del sector manufacturero y en éste se dio a conocer que el Subsector 336 “Fabricación de equipo de transporte” en el mes de noviembre del 2020, se encontraba 4% menos personal ocupado con respecto a noviembre de 2019. En ese mismo mes, noviembre de 2020, también el número de horas trabajadas en la fabricación de equipos de transporte disminuyó en 6%.
Fuente: INEGI. Comunicado de enero de 2021.
Será cuestión de tiempo (finales de marzo y de abril) para ver de qué tamaño es el impacto de la disminución en el personal laborando y las horas trabajadas durante enero y febrero de este año por la crisis de los semiconductores, pero el golpe se vislumbra significativo.
El mercado interno deprimido: otro elemento que se suma a la crisis del sector
El INEGI dio a conocer hace apenas unos días que en el mes de enero se vendieron 81 203 autos en el país, siendo una caída de 22.6% con respecto al mes de enero de 2020. Esta cifra de venta de autos en el mercado nacional es inferior a la de enero de 2013, mes en el que se vendieron 84 403 autos, 3.9% más.
Desde 2013 no habíamos tenido en el mes de enero una cifra de autos vendidos tan baja, lo que nos da pie a pensar que la crisis económica del SARS-COV-2 y la crisis en el suministro de semiconductores van a ser el coctel perfecto para un retroceso del sector de ventas de autos de al menos ocho años.
Venta total de autos al público nacionales e importados
de enero de 2008 a enero de 2021
(Unidades vendidas)
Fuente: INEGI. Comunicado de febrero de 2021.
Así se ve el mes de enero de 2021 en las ventas de autos en el país, el retroceso de ocho años al que me he referido.
Venta total de autos al público nacionales e importados durante enero (2008 al 2021)
(Unidades vendidas)
Fuente: INEGI. Comunicado de febrero de 2021.
Últimos comentarios
El sector automotriz genera casi el 20% del empleo en el sector manufacturero de México, y alcanza alrededor de 900 000 personas empleadas directamente. Algunas estimaciones apuntan a que, en 2024, la cifra de personas empleadas rebase el 1.1 millones de personas ocupadas directamente por el sector manufacturero automotriz en México.
La crisis en las cadenas globales de suministro que estamos viendo cómo afectan al sector automotriz, indudablemente serán un dolor de cabeza adicional a la de por sí lenta recuperación de un sector que resulta muy trascendental para nuestra economía por el número de empleos generados, el nivel de las remuneraciones, los impactos a las cadenas de proveeduría como plásticos, pieles y textiles, más un sinfín de pequeñas empresas que también son proveedores del ramo automotriz nacional y de exportación.
Si a nivel nacional el impacto es muy significativo, considerado a nivel estatal puede ser algo mucho más impactante, por la fuerte concentración de exportaciones que tienen algunas entidades como Puebla o Guanajuato en la industria de vehículos ligeros y pesados. En Guanajuato, por ejemplo, poco más del 70% de las exportaciones tienen que ver con vehículos ligeros, vehículos pesados y autopartes.
Por otra parte, al ver la alarmante caída de las ventas de enero en el mercado nacional, no podemos sino esperar que esto termine también impactando al sector asegurador en México. Ya hemos comentado anteriormente que la gran desventaja de un mundo globalizado es que los problemas en Taiwán terminan repercutiendo en el empleo y la dinámica económica en Puebla, o en Ramos Arispe, o en Salamanca (Guanajuato).
Twitter: @romero_hicks
Facebook: José Luis Romero Hicks
Referencias
https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/am_raiavl/am_raiavl2021_02.pdf
https://www.inegi.org.mx/app/tabulados/pxwebv2/pxweb/es/RAIAVL/RAIAVL/RAIAVL_8_9.px/
https://www.elfinanciero.com.mx/mundo/el-mundo-depende-de-taiwan-por-sus-semiconductores
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