Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu, conocido como Agustín de Iturbide o Agustín I, nació en Valladolid, hoy Morelia (Virreinato de Nueva España), y falleció el 27 de septiembre de 1783 en Padilla, Tamaulipas, el 19 de julio de 1824. Durante las primeras etapas de la guerra por la Independencia de México, Iturbide militó en el ejército realista combatiendo a los insurgentes. Posteriormente, durante el marco del trienio liberal en España, fue designado comandante para combatir a Vicente Guerrero, jefe de los rebeldes en la Sierra Madre del Sur. Proclamó el Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821.
Más adelante, en agosto del mismo año firmó los Tratados de Córdoba con Juan O’Donojú. De esta manera se logró consumar la Independencia el 27 de septiembre de 1821. Presidió la regencia del primer gobierno provisional mexicano. El 18 de mayo de 1822 fue proclamado emperador en las calles de la capital, y el Congreso al día siguiente lo eligió formalmente para jurar su investidura solemne el 22. Fue coronado dos meses más tarde con el nombre de Agustín I.
En diciembre de 1822, Antonio López de Santa Anna proclamó el Plan de Veracruz, provocando que los antiguos insurgentes de ideas republicanas e inconformes con el régimen imperial se levantaran en armas. En febrero de 1823, se firmó el Plan de Casa Mata, como resultado, los borbonistas y republicanos unieron sus fuerzas para apoyar el derrocamiento de Iturbide.
El emperador decidió abdicar en marzo de 1823 para luego exiliarse en Europa. El Congreso le asignó una pensión anual de 25 mil pesos a Iturbide con la condición de que estableciera su residencia en cualquier lugar de Italia. También su familia tendría el derecho de la pensión que las leyes designasen en caso de muerte del exemperador.
El 9 de mayo, Iturbide llegó a la desembocadura del río La Antigua, Veracruz, y Guadalupe Victoria acudió a despedirlo; el exemperador, como muestra de gratitud y reconocimiento, quiso regalarle un reloj; el exinsurgente no lo quiso admitir y le dio a cambio un pañuelo de seda, el cual guardó hasta el momento de su muerte. El 11 de mayo de 1823, Iturbide en compañía de su esposa, ocho hijos y diecinueve sirvientes, se embarcó en la fragata inglesa Rowllins con destino a Europa. Asimismo, solicitó protección por temor a ser atacado por un barco pirata o un barco español.
Durante su ausencia, el Congreso Mexicano, previamente reinstalado por Agustín I, lo declaró “traidor y fuera de la ley en caso de que se presente en el territorio mexicano, declarándolo como enemigo público del Estado, y a todo aquel que le ayude a su regreso”. Iturbide, sin conocer esta resolución, regresó a México en julio de 1824 para advertir al gobierno sobre una conspiración para reconquistar México, pero al desembarcar en Tamaulipas fue arrestado y posteriormente ejecutado por un pelotón de fusilamiento.
En 1838, bajo la presidencia de Anastasio Bustamante, sus restos mortales fueron trasladados a la Ciudad de México, y colocados con honores en la Capilla de San Felipe de Jesús en la Catedral Metropolitana, donde se exhiben en una urna de cristal. Su nombre, en asociación con la bandera nacional, fue conservado durante mucho tiempo en una estrofa de la letra original del Himno Nacional de México, la cual se suprimió en 1943.
Paradójicamente, el sable que utilizó Iturbide durante el desfile de entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, fue colocado en el salón del Congreso junto con los nombres escritos en letras de oro de los insurgentes a quienes había combatido.
Al ser fusilado el 19 de julio de 1824, Iturbide expresó estas últimas palabras:
“¡Mexicanos!, en el acto mismo de mi muerte, os recomiendo el amor a la patria y observancia de nuestra santa religión; ella es quien os ha de conducir a la gloria. Muero por haber venido a ayudaros, y muero gustoso, porque muero entre vosotros: muero con honor, no como traidor: no quedará a mis hijos y su posteridad esta mancha: no soy traidor”.
Te puede interesar : De 1822 – Agustín de Iturbide es oficialmente coronado como primer Emperador de México
Te puede interesar : De 1783 – Nace Agustín de Iturbide
NOTAS
https://es.wikipedia.org/wiki/Agust%C3%ADn_de_Iturbide
object(WP_Query)#19410 (51) {
["query"]=>
array(5) {
["cat"]=>
int(14)
["posts_per_page"]=>
int(2)
["orderby"]=>
string(4) "rand"
["post__not_in"]=>
array(1) {
[0]=>
int(63195)
}
["date_query"]=>
array(1) {
[0]=>
array(3) {
["after"]=>
string(10) "17-07-2022"
["before"]=>
string(10) "14-08-2022"
["inclusive"]=>
bool(true)
}
}
}
["query_vars"]=>
array(65) {
["cat"]=>
int(14)
["posts_per_page"]=>
int(2)
["orderby"]=>
string(4) "rand"
["post__not_in"]=>
array(1) {
[0]=>
int(63195)
}
["date_query"]=>
array(1) {
[0]=>
array(3) {
["after"]=>
string(10) "17-07-2022"
["before"]=>
string(10) "14-08-2022"
["inclusive"]=>
bool(true)
}
}
["error"]=>
string(0) ""
["m"]=>
string(0) ""
["p"]=>
int(0)
["post_parent"]=>
string(0) ""
["subpost"]=>
string(0) ""
["subpost_id"]=>
string(0) ""
["attachment"]=>
string(0) ""
["attachment_id"]=>
int(0)
["name"]=>
string(0) ""
["pagename"]=>
string(0) ""
["page_id"]=>
int(0)
["second"]=>
string(0) ""
["minute"]=>
string(0) ""
["hour"]=>
string(0) ""
["day"]=>
int(0)
["monthnum"]=>
int(0)
["year"]=>
int(0)
["w"]=>
int(0)
["category_name"]=>
string(18) "cultura-para-todos"
["tag"]=>
string(0) ""
["tag_id"]=>
string(0) ""
["author"]=>
string(0) ""
["author_name"]=>
string(0) ""
["feed"]=>
string(0) ""
["tb"]=>
string(0) ""
["paged"]=>
int(0)
["meta_key"]=>
string(0) ""
["meta_value"]=>
string(0) ""
["preview"]=>
string(0) ""
["s"]=>
string(0) ""
["sentence"]=>
string(0) ""
["title"]=>
string(0) ""
["fields"]=>
string(0) ""
["menu_order"]=>
string(0) ""
["embed"]=>
string(0) ""
["category__in"]=>
array(0) {
}
["category__not_in"]=>
array(0) {
}
["category__and"]=>
array(0) {
}
["post__in"]=>
array(0) {
}
["post_name__in"]=>
array(0) {
}
["tag__in"]=>
array(0) {
}
["tag__not_in"]=>
array(0) {
}
["tag__and"]=>
array(0) {
}
["tag_slug__in"]=>
array(0) {
}
["tag_slug__and"]=>
array(0) {
}
["post_parent__in"]=>
array(0) {
}
["post_parent__not_in"]=>
array(0) {
}
["author__in"]=>
array(0) {
}
["author__not_in"]=>
array(0) {
}
["ignore_sticky_posts"]=>
bool(false)
["suppress_filters"]=>
bool(false)
["cache_results"]=>
bool(true)
["update_post_term_cache"]=>
bool(true)
["lazy_load_term_meta"]=>
bool(true)
["update_post_meta_cache"]=>
bool(true)
["post_type"]=>
string(0) ""
["nopaging"]=>
bool(false)
["comments_per_page"]=>
string(2) "50"
["no_found_rows"]=>
bool(false)
["order"]=>
string(0) ""
}
["tax_query"]=>
object(WP_Tax_Query)#19408 (6) {
["queries"]=>
array(1) {
[0]=>
array(5) {
["taxonomy"]=>
string(8) "category"
["terms"]=>
array(1) {
[0]=>
int(14)
}
["field"]=>
string(7) "term_id"
["operator"]=>
string(2) "IN"
["include_children"]=>
bool(true)
}
}
["relation"]=>
string(3) "AND"
["table_aliases":protected]=>
array(1) {
[0]=>
string(21) "rt_term_relationships"
}
["queried_terms"]=>
array(1) {
["category"]=>
array(2) {
["terms"]=>
array(1) {
[0]=>
int(14)
}
["field"]=>
string(7) "term_id"
}
}
["primary_table"]=>
string(8) "rt_posts"
["primary_id_column"]=>
string(2) "ID"
}
["meta_query"]=>
object(WP_Meta_Query)#19418 (9) {
["queries"]=>
array(0) {
}
["relation"]=>
NULL
["meta_table"]=>
NULL
["meta_id_column"]=>
NULL
["primary_table"]=>
NULL
["primary_id_column"]=>
NULL
["table_aliases":protected]=>
array(0) {
}
["clauses":protected]=>
array(0) {
}
["has_or_relation":protected]=>
bool(false)
}
["date_query"]=>
object(WP_Date_Query)#19421 (5) {
["queries"]=>
array(4) {
[0]=>
array(6) {
["after"]=>
string(10) "17-07-2022"
["before"]=>
string(10) "14-08-2022"
["inclusive"]=>
bool(true)
["column"]=>
string(9) "post_date"
["compare"]=>
string(1) "="
["relation"]=>
string(3) "AND"
}
["column"]=>
string(9) "post_date"
["compare"]=>
string(1) "="
["relation"]=>
string(3) "AND"
}
["relation"]=>
string(3) "AND"
["column"]=>
string(18) "rt_posts.post_date"
["compare"]=>
string(1) "="
["time_keys"]=>
array(14) {
[0]=>
string(5) "after"
[1]=>
string(6) "before"
[2]=>
string(4) "year"
[3]=>
string(5) "month"
[4]=>
string(8) "monthnum"
[5]=>
string(4) "week"
[6]=>
string(1) "w"
[7]=>
string(9) "dayofyear"
[8]=>
string(3) "day"
[9]=>
string(9) "dayofweek"
[10]=>
string(13) "dayofweek_iso"
[11]=>
string(4) "hour"
[12]=>
string(6) "minute"
[13]=>
string(6) "second"
}
}
["request"]=>
string(503) "
SELECT SQL_CALC_FOUND_ROWS rt_posts.ID
FROM rt_posts LEFT JOIN rt_term_relationships ON (rt_posts.ID = rt_term_relationships.object_id)
WHERE 1=1 AND (
( rt_posts.post_date >= '2022-07-17 00:00:00' AND rt_posts.post_date <= '2022-08-14 00:00:00' )
) AND rt_posts.ID NOT IN (63195) AND (
rt_term_relationships.term_taxonomy_id IN (14)
) AND ((rt_posts.post_type = 'post' AND (rt_posts.post_status = 'publish')))
GROUP BY rt_posts.ID
ORDER BY RAND()
LIMIT 0, 2
"
["posts"]=>
array(2) {
[0]=>
object(WP_Post)#19411 (24) {
["ID"]=>
int(82065)
["post_author"]=>
string(3) "194"
["post_date"]=>
string(19) "2022-08-11 10:50:32"
["post_date_gmt"]=>
string(19) "2022-08-11 15:50:32"
["post_content"]=>
string(5248) "“Tú no tienes nombre y yo tampoco. No hay nombres, aquí no tenemos nombres”, le propone esa especie de fantasía el personaje de Marlon Brando a la sensual Jeanne: no decir nombres, que ninguno sepa quién es realmente el otro y entonces vivan en la cama una abierta y muy envidiable actividad amatoria. Exactamente así, una mañana de invierno cuando un afligido cuarentón y una joven y fresca mujer se conocen por azar en un departamento vacío que se alquila en la ciudad de París; y que tras sostener una breve conversación se abandonan con rotunda pasión y desenfreno a las llamas de la lujuria; comienza la intrigante y soberbia, pero a menudo perturbadora, obra cumbre del audaz director parmesano Bernardo Bertolucci.
Con Último tango en París, Bertolucci le entrega a sus devotos cinéfilos el trabajo más comprometido y a la par más popular de su filmografía. Se trata de una cinta donde profundiza en temas como el dolor, la pasión, la muerte y los recuerdos, a la cual la crítica llamó “un arrebatado y ya clásico retrato de la moral claudicante”. De sobra son conocidos los enormes problemas que la película enfrentó con la censura y los sectores conservadores del catolicismo que la acusaron de obscena y pornográfica. Una sodomización de la actriz principal por parte de Marlon Brando, utilizando como lubricante una barra de mantequilla, representó el asunto mayor del escándalo y la gran controversia que causó su estreno a principios de la década de los setenta. “Fue idea de Marlon. Y Bertolucci me ordenó lo que tenía que hacer poco antes. Me engañaron. Esa escena no estaba prevista. Las lágrimas que se ven en la película son reales”, recordó la actriz Maria Schneider en una de las últimas entrevistas que dio antes de fallecer en febrero de 2011.
Aunque la prensa se empeñó en mandarle al público un mensaje erróneo, señalando a la cinta como una especie de adaptación del Kamasutra; al final, el provocador guion escrito por el propio Bertolucci (El último emperador, Soñadores) y Franco Arcalli (Erase una vez en América), demostró que Ultimo tango en París no era solamente una película erótica; más bien lo que ofrecía era una lectura amarga y cruda de las pasiones humanas, un relato de la pérdida de identidad, que a pesar todas las acusaciones e injurias recibidas, logró merecidos elogios y nominaciones a importantes premios cinematográficos.
“Venimos a olvidar, a olvidar todas las cosas, absolutamente todas” sentencia el infeliz y atormentado Paul en ese departamento deshabitado donde se reúne frecuentemente con una beldad francesa de veinte años para hacer el amor de una manera extremadamente procaz y animal, y trasladar sus arrebatos lascivos a niveles que nunca soñaron. Marlon Brando, reputado como uno de los mejores actores de la historia del cine (Un tranvía llamado deseo, Nido de ratas, El Padrino y Apocalypse Now), interpreta al maduro norteamericano que huyendo de la realidad, escapando del trágico ambiente que le dejó la muerte de su esposa, experimenta un atisbo de liberación y júbilo dando rienda suelta a sus deseos carnales entre cuatro paredes. Es ahí, donde Jeanne (María Schneider, espléndida en un papel colmado de erotismo), se deja seducir, en un claro ejercicio de sadismo, sin preguntas ni compromisos, por este maduro hombre de lujuria insaciable; no obstante, esté próxima a casarse con un muy atropellado pero entusiasta cineasta que filma un documental en las brumosas calles parisinas, ni más ni menos que con ella como protagonista.
Condimentada por una banda sonora del compositor argentino Gato Barbieri, que se presenta oportunamente como fondo del drama, y con toda la riqueza que aporta el romanticismo, el arte y la historia de la capital francesa, Último tango en París conmueve de un modo eficiente, propina los golpes precisos y pega hasta en las entrañas.
Sin duda es una película que hay que ver, más ahora que está celebrando su cincuenta aniversario. "
["post_title"]=>
string(41) "50 años de “Último tango en París”"
["post_excerpt"]=>
string(171) "“Último tango en París”: Director y guionista: Bernardo Bertolucci; Actores: Maria Schneider, Marlon Brando; País: Italia-Francia; Año: 1972; Duración: 129 min.
"
["post_status"]=>
string(7) "publish"
["comment_status"]=>
string(6) "closed"
["ping_status"]=>
string(6) "closed"
["post_password"]=>
string(0) ""
["post_name"]=>
string(32) "50-anos-de-ultimo-tango-en-paris"
["to_ping"]=>
string(0) ""
["pinged"]=>
string(0) ""
["post_modified"]=>
string(19) "2022-08-11 10:50:32"
["post_modified_gmt"]=>
string(19) "2022-08-11 15:50:32"
["post_content_filtered"]=>
string(0) ""
["post_parent"]=>
int(0)
["guid"]=>
string(35) "https://ruizhealytimes.com/?p=82065"
["menu_order"]=>
int(0)
["post_type"]=>
string(4) "post"
["post_mime_type"]=>
string(0) ""
["comment_count"]=>
string(1) "0"
["filter"]=>
string(3) "raw"
}
[1]=>
object(WP_Post)#17777 (24) {
["ID"]=>
int(81741)
["post_author"]=>
string(2) "42"
["post_date"]=>
string(19) "2022-08-03 11:13:13"
["post_date_gmt"]=>
string(19) "2022-08-03 16:13:13"
["post_content"]=>
string(2966) "Camino de milagro. Esta muleta me da movilidad es el sostén único de mi pierna derecha. Si estoy con vida, obró en mí un milagro más, sin duda.
Mi gatito anaranjado un buen día amaneció en los amplios jardines de la casa, echado en un puente donde abajo hay un gran lago artificial dónde cultivamos lirios y criamos ornamentales carpas multicolores.
Ante mi atónito asombro, me acerqué al escuchar sus ronroneos en altos decibelios, como si de una motocicleta potente se tratara. ¡Cuál sería mi sorpresa al atestiguar su tamaño gigantesco, vamos, un león o un tigre de bengala eran seres diminutos a su lado!
–"Michi hermoso, mi Orange, ¿qué te pasó?" – le pregunté, ante lo que siguió un manotazo que me mandó a volar a unos tres metros de altura y a unos cuatro de distancia. Aterrado, ahora sí, corrí, pero a los pocos pasos y apenas metido en medio de una maceta grande con helechos, me pescó con sus enormes garras, parecidas a filosos garfios, de ahí me adiviné en su boca los colmillos y demás dentadura hoces blancas que se movían en todas direcciones, haciéndome sentir como en una lavadora gigante.
Me acordé de mi navaja suiza que estaba dentro de un bolsillo trasero de mis jeans. La saqué y con movimientos rápidos y repetitivos me vi de pronto tirado en la banqueta del otro lado de uno de los muros del jardín que dan a la calle, lleno de una masa viscosa verde. Orange me había escupido y se había echado a correr. Alcancé a verlo subir la montaña mientras la tierra temblaba. Sin duda me quiso comer cual lagartija y prevaleciendo su instinto, sin importarle que yo mismo lo recogí de un basurero, lo alimenté desde recién nacido, le di cariño, techo, alimento y todo tipo de tolerancias.
No sé ya qué sucedió después, de hecho para mi familia y los noticieros yo había tenido un lapsus de locura, quizás por exceso de café (que los médicos al salir del hospital luego de una semana, me prescribieron la prohibición de consumirlo más).
Agradezco a Dios el continuar con vida, así sea con ciertas limitantes físicas, pero debo confesar que lo que quizá me tenga más triste sea sentirme como en aquella canción de MECANO al leer un importante diario en su encabezado de nota roja: "Asaltantes con mortales armas hechizas dejan malherido a vecino de la zona del desierto de los leones, al tiempo que su hija llega, apenas a tiempo, para su oportuno auxilio".
A Orange, por cierto, nunca nadie lo volvió a ver jamás, pero cada que desaparece un perro de la zona, no puedo evitar pensar en la posibilidad de que él haya bajado a hacer de las suyas."
["post_title"]=>
string(15) "Michigigantismo"
["post_excerpt"]=>
string(0) ""
["post_status"]=>
string(7) "publish"
["comment_status"]=>
string(6) "closed"
["ping_status"]=>
string(6) "closed"
["post_password"]=>
string(0) ""
["post_name"]=>
string(15) "michigigantismo"
["to_ping"]=>
string(0) ""
["pinged"]=>
string(0) ""
["post_modified"]=>
string(19) "2022-08-03 11:13:13"
["post_modified_gmt"]=>
string(19) "2022-08-03 16:13:13"
["post_content_filtered"]=>
string(0) ""
["post_parent"]=>
int(0)
["guid"]=>
string(35) "https://ruizhealytimes.com/?p=81741"
["menu_order"]=>
int(0)
["post_type"]=>
string(4) "post"
["post_mime_type"]=>
string(0) ""
["comment_count"]=>
string(1) "0"
["filter"]=>
string(3) "raw"
}
}
["post_count"]=>
int(2)
["current_post"]=>
int(-1)
["in_the_loop"]=>
bool(false)
["post"]=>
object(WP_Post)#19411 (24) {
["ID"]=>
int(82065)
["post_author"]=>
string(3) "194"
["post_date"]=>
string(19) "2022-08-11 10:50:32"
["post_date_gmt"]=>
string(19) "2022-08-11 15:50:32"
["post_content"]=>
string(5248) "“Tú no tienes nombre y yo tampoco. No hay nombres, aquí no tenemos nombres”, le propone esa especie de fantasía el personaje de Marlon Brando a la sensual Jeanne: no decir nombres, que ninguno sepa quién es realmente el otro y entonces vivan en la cama una abierta y muy envidiable actividad amatoria. Exactamente así, una mañana de invierno cuando un afligido cuarentón y una joven y fresca mujer se conocen por azar en un departamento vacío que se alquila en la ciudad de París; y que tras sostener una breve conversación se abandonan con rotunda pasión y desenfreno a las llamas de la lujuria; comienza la intrigante y soberbia, pero a menudo perturbadora, obra cumbre del audaz director parmesano Bernardo Bertolucci.
Con Último tango en París, Bertolucci le entrega a sus devotos cinéfilos el trabajo más comprometido y a la par más popular de su filmografía. Se trata de una cinta donde profundiza en temas como el dolor, la pasión, la muerte y los recuerdos, a la cual la crítica llamó “un arrebatado y ya clásico retrato de la moral claudicante”. De sobra son conocidos los enormes problemas que la película enfrentó con la censura y los sectores conservadores del catolicismo que la acusaron de obscena y pornográfica. Una sodomización de la actriz principal por parte de Marlon Brando, utilizando como lubricante una barra de mantequilla, representó el asunto mayor del escándalo y la gran controversia que causó su estreno a principios de la década de los setenta. “Fue idea de Marlon. Y Bertolucci me ordenó lo que tenía que hacer poco antes. Me engañaron. Esa escena no estaba prevista. Las lágrimas que se ven en la película son reales”, recordó la actriz Maria Schneider en una de las últimas entrevistas que dio antes de fallecer en febrero de 2011.
Aunque la prensa se empeñó en mandarle al público un mensaje erróneo, señalando a la cinta como una especie de adaptación del Kamasutra; al final, el provocador guion escrito por el propio Bertolucci (El último emperador, Soñadores) y Franco Arcalli (Erase una vez en América), demostró que Ultimo tango en París no era solamente una película erótica; más bien lo que ofrecía era una lectura amarga y cruda de las pasiones humanas, un relato de la pérdida de identidad, que a pesar todas las acusaciones e injurias recibidas, logró merecidos elogios y nominaciones a importantes premios cinematográficos.
“Venimos a olvidar, a olvidar todas las cosas, absolutamente todas” sentencia el infeliz y atormentado Paul en ese departamento deshabitado donde se reúne frecuentemente con una beldad francesa de veinte años para hacer el amor de una manera extremadamente procaz y animal, y trasladar sus arrebatos lascivos a niveles que nunca soñaron. Marlon Brando, reputado como uno de los mejores actores de la historia del cine (Un tranvía llamado deseo, Nido de ratas, El Padrino y Apocalypse Now), interpreta al maduro norteamericano que huyendo de la realidad, escapando del trágico ambiente que le dejó la muerte de su esposa, experimenta un atisbo de liberación y júbilo dando rienda suelta a sus deseos carnales entre cuatro paredes. Es ahí, donde Jeanne (María Schneider, espléndida en un papel colmado de erotismo), se deja seducir, en un claro ejercicio de sadismo, sin preguntas ni compromisos, por este maduro hombre de lujuria insaciable; no obstante, esté próxima a casarse con un muy atropellado pero entusiasta cineasta que filma un documental en las brumosas calles parisinas, ni más ni menos que con ella como protagonista.
Condimentada por una banda sonora del compositor argentino Gato Barbieri, que se presenta oportunamente como fondo del drama, y con toda la riqueza que aporta el romanticismo, el arte y la historia de la capital francesa, Último tango en París conmueve de un modo eficiente, propina los golpes precisos y pega hasta en las entrañas.
Sin duda es una película que hay que ver, más ahora que está celebrando su cincuenta aniversario. "
["post_title"]=>
string(41) "50 años de “Último tango en París”"
["post_excerpt"]=>
string(171) "“Último tango en París”: Director y guionista: Bernardo Bertolucci; Actores: Maria Schneider, Marlon Brando; País: Italia-Francia; Año: 1972; Duración: 129 min.
"
["post_status"]=>
string(7) "publish"
["comment_status"]=>
string(6) "closed"
["ping_status"]=>
string(6) "closed"
["post_password"]=>
string(0) ""
["post_name"]=>
string(32) "50-anos-de-ultimo-tango-en-paris"
["to_ping"]=>
string(0) ""
["pinged"]=>
string(0) ""
["post_modified"]=>
string(19) "2022-08-11 10:50:32"
["post_modified_gmt"]=>
string(19) "2022-08-11 15:50:32"
["post_content_filtered"]=>
string(0) ""
["post_parent"]=>
int(0)
["guid"]=>
string(35) "https://ruizhealytimes.com/?p=82065"
["menu_order"]=>
int(0)
["post_type"]=>
string(4) "post"
["post_mime_type"]=>
string(0) ""
["comment_count"]=>
string(1) "0"
["filter"]=>
string(3) "raw"
}
["comment_count"]=>
int(0)
["current_comment"]=>
int(-1)
["found_posts"]=>
int(16)
["max_num_pages"]=>
float(8)
["max_num_comment_pages"]=>
int(0)
["is_single"]=>
bool(false)
["is_preview"]=>
bool(false)
["is_page"]=>
bool(false)
["is_archive"]=>
bool(true)
["is_date"]=>
bool(false)
["is_year"]=>
bool(false)
["is_month"]=>
bool(false)
["is_day"]=>
bool(false)
["is_time"]=>
bool(false)
["is_author"]=>
bool(false)
["is_category"]=>
bool(true)
["is_tag"]=>
bool(false)
["is_tax"]=>
bool(false)
["is_search"]=>
bool(false)
["is_feed"]=>
bool(false)
["is_comment_feed"]=>
bool(false)
["is_trackback"]=>
bool(false)
["is_home"]=>
bool(false)
["is_privacy_policy"]=>
bool(false)
["is_404"]=>
bool(false)
["is_embed"]=>
bool(false)
["is_paged"]=>
bool(false)
["is_admin"]=>
bool(false)
["is_attachment"]=>
bool(false)
["is_singular"]=>
bool(false)
["is_robots"]=>
bool(false)
["is_favicon"]=>
bool(false)
["is_posts_page"]=>
bool(false)
["is_post_type_archive"]=>
bool(false)
["query_vars_hash":"WP_Query":private]=>
string(32) "9e725450ed4e4f70f13748858bf93980"
["query_vars_changed":"WP_Query":private]=>
bool(false)
["thumbnails_cached"]=>
bool(false)
["stopwords":"WP_Query":private]=>
NULL
["compat_fields":"WP_Query":private]=>
array(2) {
[0]=>
string(15) "query_vars_hash"
[1]=>
string(18) "query_vars_changed"
}
["compat_methods":"WP_Query":private]=>
array(2) {
[0]=>
string(16) "init_query_flags"
[1]=>
string(15) "parse_tax_query"
}
}
“Último tango en París”: Director y guionista: Bernardo Bertolucci; Actores: Maria Schneider, Marlon Brando; País: Italia-Francia; Año: 1972; Duración: 129 min.
agosto 11, 2022
Camino de milagro. Esta muleta me da movilidad es el sostén único de mi pierna derecha. Si estoy con vida, obró en...
agosto 3, 2022