Acaba de pasar una temporada larga de fiestas, y me dediqué a recorrer diversos puntos de la ciudad para ver cómo se celebran. La gente está muy alborotada con las fiestas, y casi no piensa en otra cosa, y yo tenía curiosidad por ver qué eran estas fiestas. Te diré que en todos lados son iguales, con las diferencias que da la posición social de las familias. Pero en todas son más o menos lo mismo.
Primero son las posadas, que me parecieron preciosas- Pero hay quienes las celebran con todo el ritual religioso que involucran, y quieres se limitan a organizar un bailongo y cuelgan una piñata (Vas a tener que consultar el diccionario mucho, porque no te puedo explicar todo lo que pasa) para justificarlo. La mayoría no hacen la ceremonia de “pedir la posada”, porque eso ya no les interesa.
Luego viene la cena de Navidad, en que las familias se juntan. Siempre hay problemas, porque alguno de los hijos casados tuvo que ir a cenar con la familia del cónyuge. Se dan regalos unos a otros que, aunque sean poca cosa, siempre alegran a todos. Y la cena es muy buena, con varios platillos y multitud de postres y dulces. Todos salen de esas cenas muy contentos. Y al día siguiente regresan para el recalentado. Ahí suelen aparecer los hijos ausentes a la cena, con lo que todo queda olvidado y se reaviva el amor familiar.
Además, esa noche los niños reciben regalos especiales que les trae un personaje que se supone vive en el Polo Norte y dedica su vida entera a confeccionar juguetes para los niños bien portados del mundo.
Luego viene la despedida al Año Viejo y la bienvenida al Año Nuevo con otra cena llena de brindis y buenos deseos. Esta celebración es más profana que la Navidad, porque en ésta se recuerda y celebra el Nacimiento del personaje más importante de la religión que profesan la mayoría de los habitantes del país, no solo el que los creó, sino el que los ayuda en sus tareas cotidianas. pero es bonito empezar el año con esperanza y buenos deseos para todos. Y, como antes, al día siguiente se hace el recalentado.
Y, como corolario, unos días después, tres reyes míticos que llevaron regalos de oro, incienso y mirra al personaje que nació el 25 de diciembre, llevan regalos a los niños del mundo. En una sola noche dan la vuelta a la Tierra, por arriba y por abajo, para entregar juguetes a los niños. Otra tradición muy bella y muy apreciada.
Pero… Me choca esto de los “peros”. Lo que me molesta es que en todas esas fiestas olvidan al personaje que nació el día 25. Son muy pocas las familias que le dedican aunque sea un pensamiento en algún momento de la festividad. ¿Por qué? ¿Por qué el ser humano es desagradecido? No quiero pensar eso. Pero sí es cierto que con todos los preparativos que esas cenas demandan, hay poco tiempo para pensar en el fondo de las festividades. Me gustaría ver unas fiestas en las que se honre al personaje más importante que tiene esta gente. A ver si el año próximo.
Te quiere
Cocatú
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