Como se sabe, toda crisis representa al mismo tiempo una oportunidad, una oportunidad para cambiar de rumbo de nuestras vidas y entorno. Así lo señaló Albert Einstein:
“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’. Quien atribuye a las crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones”.
Esta máxima del genio de la física y gran filósofo encierra lo que los grandes de espíritu y emprendedores por naturaleza hacen cuando revienta la zona de confort en la que están.
En el tiempo que estamos viviendo figura como una de las temporadas más difíciles que ha enfrentado en el mundo debido al gran desequilibrio económico, moral, educacional, etc. Tras sufrir las consecuencias de una pandemia que pareciera que no tiene fin a pesar de grandes avances tecnológicos, y que solo nos resta ir adaptándonos a un nuevo estilo de vida.
Países en todo el mundo, así como los gobiernos, buscan reinventarse un nuevo mundo donde ya todo cambió, y es allí donde está la clave: “El mundo cambió, pero ¿tú ya cambiaste?, ¿cuál es tu postura desde esta perspectiva?, ¿has analizado realmente cuáles eran y ahora cuáles son tus prioridades o sigues viviendo en el pasado, es decir en un estilo de vida que ya no es funcional para esta nueva temporada de cambio?
Es muy común buscar una respuesta y estar volteando hacia los lados viendo a nuestros semejantes qué hacen para así tomar la iniciativa de cambiar, cuando en realidad, si estamos conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor, nos estamos quedando atrás ya que las soluciones están dentro de nosotros, en nuestros pensamientos, en nuestras capacidades, en nuestras virtudes y nuestra esencia misma de supervivencia humana.
Solo se necesita creer en uno mismo y entresacar el tesoro oculto que el creador divino depositó en nosotros. Somos inteligentes, sabios y capaces para iniciar un mundo nuevo de retos, y no sobrellevar la crisis, sino estar por encima de ella tomando el control de la situación presente y futura. Adelante que el mundo está en nuestras manos y es hora de actuar.
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Cómo acompañar a alguien
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