Autocompasión VS Autoestima

Aumentar la autocompasión es una manera efectiva y sustentable de aumentar el bienestar.

29 de agosto, 2022

Maribel Rodríguez Pacheco

En uno de mis artículos anteriores hablé sobre la compasión, ahora voy a hablar sobre la autocompasión que es totalmente diferente de la autoestima.

Kristin Neff, principal estudiosa del tema de la autocompasión, dice que es una fuente interna inagotable de alegría y acogimiento, pues es una forma de auto aceptación incondicional que envuelve una postura gentil y receptiva en relación a uno mismo.

Neff destaca la importancia de entender la diferencia entre autocompasión y autoestima. A pesar de ser dos conceptos semejantes ya que ambos implican sentimientos positivos en relación a sí mismo, actúan de maneras totalmente diferentes.

Para mantener la autoestima depende tanto de una autocrítica positiva como de la creencia de que somos valorados por los demás, por lo tanto, subyace en esta visión del mundo la competitividad y la necesidad de estar perfeccionándonos continuamente pues nunca es suficiente lo que tenemos.

Por otro lado, la autocompasión es una forma de cuidar de uno mismo con afecto y ternura a pesar de nuestros propios defectos o la falta de valoración de los demás. De esta forma, cuando nos enfrentamos a un aspecto desagradable de nosotros mismos, la autoestima nos lleva al aislamiento mientras que la autocompasión nos lleva a una relación con nosotros mismos y con los demás pues entendemos que nadie es perfecto y no hay necesidad de esconder nuestros errores. Nuestra sociedad occidental, competitiva e individualista, ofrece muchísimos estímulos para la autoestima, pero no para la autocompasión.

Frecuentemente la autoestima se asocia con el narcisismo, autopercepciones distorsionadas además de los prejuicios y rechazo contra aquellos que amenazan nuestro ego.

Ya la autocompasión nos proporciona un fuerte sentido de autoaceptación sin las trampas de la autoestima, pues esa aceptación no se basa en las comparaciones con los demás. Por el contrario, se basa en el reconocimiento de la naturaleza imperfecta de la condición humana, permitiéndonos ver clara y gentilmente nuestros defectos sin necesidad de menospreciar a otros o exaltar nuestras cualidades.

Aumentar la autocompasión es una manera efectiva y sustentable de aumentar el bienestar.

La meditación Mindfulness, en el contexto de la autocompasión, radica en el estar conscientes de las experiencias dolorosas de una manera equilibrada, de tal forma que no ignoremos o rechacemos los aspectos desagradables de uno mismo o de la vida y que tampoco nos quedemos rumiando sobre ellos.

Es necesario entender y reconocer nuestro propio sufrimiento para poner en práctica la autocompasión. Pero es imprescindible estar atentos para no ser arrastrados por ese sufrimiento, identificándonos con él y exagerando sentimientos, sensaciones, emociones inadecuadas, culpa y vergüenza.

Una buena fórmula para empezar a practicar la autocompasión, es recordar lo que hacemos con nuestros amigos más queridos cuando están pasando por un momento difícil y nos piden ayuda o algún consejo… Les damos todo nuestro apoyo, los acogemos de la mejor forma que podemos, con cariño, con afecto, con palabras de consuelo, con un abrazo, un apretón de mano o para aquellos que les cuesta más demostrar sus sentimientos con su simple presencia y atención. Eso que hacemos con los otros en momentos difíciles, debemos empezar a hacerlo con nosotros mismos cuando pasamos por dificultades o cualquier tipo de sufrimiento…¡Seamos nuestro mejor amigo!

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Material del Posgrado de Mindfulness y Terapias Integrativas. Child Behavior Institute of Miami, 2022

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