Rafael Tovar y de Teresa: una vida en las Artes y la Cultura

El pasado sábado 11 de diciembre, por la madrugada, dejó de existir Rafael Tovar y de Teresa.

13 de diciembre, 2016

El pasado sábado 11 de diciembre, por la madrugada, dejó de existir Rafael Tovar y de Teresa. Unos días antes ingresó al Hospital Militar desde donde fue reportado estable. Nunca se informó a la ciudadanía la gravedad de la situación. Solo hubo tres mensajes escuetos: que el Secretario de Cultura había ingresado al Hospital, que su estado era estable y, finalmente, que había fallecido. Pero no voy a escribir sobre las fallas de comunicación del Gobierno Federal ni del derecho que tenemos todos los mexicanos de saber el estado de salud de los altos funcionarios, dada la importancia de sus gestiones. Voy a escribir sobre Rafael Tovar y de Teresa; y lo puedo resumir en unas palabras: una vida dedicada a las Artes y la Cultura.

En este país somos muy propensos a descalificar a priori valiéndonos de falacias. La falacia ad hominem es una de las más utilizadas: en vez de refutar un argumento, se ataca a la fuente, es decir, a la persona. Sí, Rafael Tovar y de Teresa fue yerno de José López Portillo; sí, también fue suegro de un nieto de Gustavo Díaz Ordaz. Pero ninguna de estas dos circunstancias lo descalifican como una persona totalmente entregada a la cultura y las artes, ni mucho menos se podría decir que ello, no su capacidad, le llevó a ocupar cargos públicos. También es cierto que su salto a funcionario de primer nivel ocurrió durante la administración de Carlos Salinas de Gortari al ocupar la presidencia del recién creado CONACULTA, luego del breve periodo de Víctor Flores Olea; y que por esta razón, cuando el Presidente Peña Nieto lo nombró para presidir el CONACULTA, no faltó quien supusiera que este nombramiento era una prueba de la influencia de Salinas de Gortari en el gabinete. Todas estas conjeturas son poco serias. La extraordinaria capacidad como funcionario de Rafael Tovar y de Teresa ha sido reconocida por todos: Ernesto Zedillo lo confirmó al frente de CONACULTA para el periodo 1994-2000; Vicente Fox lo designó como Embajador de México en Italia; fue nombrado presidente de la Comisión Organizadora de los Festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución por la administración de Felipe Calderón; finalmente, Enrique Peña Nieto lo nombró presidente del CONACULTA y después primer titular de la Secretaría de Cultura.

Rafael Tovar y de Teresa no solo fue un funcionario: fue una persona de gran cultura, un erudito. Nació y creció entre bibliotecas. Conoció desde muy joven y tuvo acceso a las grandes manifestaciones del arte universal. Desarrolló un conocimiento enciclopédico de la música e incursionó con éxito y gran soltura en las letras. Claro que fue un hombre de refinamiento exquisito, políglota (hablaba inglés, francés, italiano, español), que estaba enterado e informado del acontecer de las artes en México y en el mundo, y que sabía de todas las corrientes artísticas, no sólo pretéritas sino aún de las más recientes; pero ello no lo convierte en un elitista, como algunas voces han sugerido. Al contrario: todo su saber, toda su capacidad, todo su entusiasmo, los utilizó para promover las artes y la cultura mexicana. Si queríamos un miembro de gabinete que fuera experto en la materia de su secretaría, sin duda podemos decir que Rafael Tovar y de Teresa era uno de los mejores calificados.

Rafael Tovar y de Teresa ha sido uno de los grandes artífices de las instituciones culturales de nuestro país. Para que nos demos una idea de sus grandes contribuciones, consideremos que fue uno de los creadores del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y que durante su primera gestión al frente de dicho organismo fundó el Canal 22, promovió y llevó a cabo la construcción del Centro Nacional de las Artes, creó el Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados, emprendió el rescate de la Cineteca Nacional, fundó el Sistema Nacional de Fomento Musical y estableció el Sistema Nacional de Creadores de Arte. Además fue uno de los impulsores de que el CONACULTA no solo fuera un Consejo, sino una Secretaría: la Secretaría de Cultura. Estas acciones serían suficientes para asegurarle un lugar en la historia de nuestra cultura. Me pregunto cuántos funcionarios podrían presentar logros similares en sus respectivas esferas de competencia.

Rafael Tovar y de Teresa merece ser reconocido por todos los mexicanos. Los homenajes que se le rendirán son justificados y necesarios. Debemos aspirar a que todos nuestros funcionarios tengan el nivel de excelencia que tuvo Rafael Tovar y de Teresa en los diversos cargos públicos que ocupó, especialmente el CONACULTA y la Secretaría de Cultura. Rafael Tovar y de Teresa enaltece el servicio público y hace que el contraste que resulta al compararlo con funcionarios no calificados, improvisados, resulte más grosero.

Rafael Tovar y de Teresa (1954-2016): abogado, historiador, diplomático, con posgrados en La Sorbone y la Ecole des Sciences Politiques; erutido, escritor, gran ser humano y una persona totalmente entregada a la promoción y engrandecimiento de las Artes y la Cultura de nuestro país. Si alguien no es capaz de reconocerlo, en esa medida ese alguien es un obstáculo para que las cosas en nuestro país sean mejores.

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