Vituperio…

El domingo primero de septiembre, López Obrador protagonizó un espectáculo pagado ilícitamente con recursos públicos CON EL OBJETO DE PROMOVER Y EXALTAR  LA IMAGEN POLÍTICA Y SOCIAL DE SU PERSONA.

Esta conducta constituye el delito de PECULADO previsto en el artículo 223, fracción II del Código Penal Federal que a la letra dice:

Artículo 223.- Comete el delito de peculado:

II.- EL SERVIDOR PÚBLICO QUE ILÍCITAMENTE UTILICE FONDOS PÚBLICOS u otorgue alguno de los actos a que  se refiere el artículo de uso ilícito de atribuciones y facultades CON EL OBJETO DE PROMOVER LA  IMAGEN POLÍTICA O SOCIAL DE SU PERSONA, la de su superior jerárquico o la de un tercero, O A FIN DE  DENIGRAR A CUALQUIER PERSONA…

Durante más de dos horas, se dedicó a proferir mentira tras mentira, pintando una realidad alterna en la que “GRACIAS A ÉL” la economía nacional se ha fortalecido; que nuestro sistema de salud no es como el de Dinamarca SINO QUE YA ES  EL MEJOR DEL MUNDO.

…que han disminuido los homicidios; que se acabó la corrupción…

…que su superfarmacia surte medicamentos gratuitamente hasta el rincón más remoto de Mexico en menos de 24 horas.

La muchedumbre de acarreados que llenaba el Zócalo, aplaudía y coreaba consignas al ritmo que le  imponían sus pastores de MORENA.

El acarreo ni siquiera fue disimulado, ya que pudieron verse los cientos de autobuses y microbuses a bordo de los cuales, fueron conducidos los beneficiarios de los programas sociales, amenazados al son de que “AMOR CON AMOR SE PAGA…”.

DE MANERA ININTERRUMPIDA DESCRIBIÓ LOGROS QUE SOLO EXISTEN EN SU PALABRERÍA.

No conozco la suma de dinero que haya costado el espectáculo del domingo 1 de septiembre, pero la Fiscalía General de la República puede obtener esa información con fundamento en lo que dispone el artículo 131 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

La mejor forma de desenmascarar a López Obrador es sacarlo de su reino de fantasia, y forzarlo a defenderse ante la Fiscalía General de la Republica, como presunto responsable acusado ENTRE OTROS DELITOS, por PECULADO.

La conducta de AMLO embona a la perfección en lo previsto por la fracción II del citado artículo 223 del Código Penal Federal, con lo cual se cumple el principio del Derecho Romano que se expresa así:

“NULLUM CRIMEN SINE LEGE”.

“NO HAY DELITO SIN LEY QUE LO TIPIFIQUE”.

¿CÓMO PROBAR QUE AMLO COMETIÓ PECULADO?

La prueba documental pública consistente en el video y el  texto íntegro de su discurso pronunciado el primero de septiembre en el Zócalo, es evidencia irrefutable de la falsedad de sus afirmaciones.

No rindió ningún informe de gobierno, sino una autoapología para enaltecerse a sí mismo, a costa del Erario.

• Obrador DISTRAJO FONDOS PÚBLICOS para montar el espectáculo del que fue protagonista estelar y único.

• EL COSTO DE PRODUCCIÓN de su mal llamado sexto informe de gobierno, se puede obtener por conducto de Jesus Ramirez Cuevas, encargado de Comunicación de la Presidencia de la República.

¿QUÉ CASO TENDRÍA QUE ALGUIEN DENUNCIE AL INTOCABLE AMLO POR ESE PECULADO?

Tiene caso porque AMLO ha podido mantenerse impune porque nadie lo ha denunciado por delito alguno.

Tiene caso porque quedaría desnudo a la vista pública, y no podría evadir a su denunciante ni desmentir las pruebas que lo retratan como farsante y defraudador; como pillo y narcopresidente.

Su verdadero rostro pasaría del ámbito de los meros adjetivos, a la calificación legal probada de delincuente flagrante.

LA EXALTACIÓN DE LA PERSONALIDAD DE AMLO A COSTA DEL ERARIO, SE COMPRUEBA ADEMÁS DEMOSTRANDO QUE TODAS SUS AFIRMACIONES DEL PRIMERO DE SEPTIEMBRE SON MENTIRAS.

Las pruebas de su falsedad pueden obtenerse del INAI, de la Auditoría Superior de la Federación, del Banco de México, de la CFE y de PEMEX…

¿Cómo puede afirmar una reducción en los homicidios dolosos, cuando su sexenio ronda los DOSCIENTOS MIL ASESINATOS?

¿Cómo puede afirmar que el único caso de corrupción en su sexenio fue SEGALMEX, cuando el principal responsable, Ignacio Ovalle, permanece impune y ni siquiera ha declarado ante un Ministerio Público?

El caso del  huachicol fiscal es una fuente de  pruebas que le dan a Estados Unidos jurisdicción para actuar en su contra, porque ese delito cuyo monto asciende a CUATROCIENTOS MIL MILLONES DE PESOS, inició con la compra aparentemente legal de gasolina en Texas,  que luego ha entrado a México como otra mercancía, para evadir impuestos y financiar campañas políticas de MORENA, además de destinarse a la producción de fentanilo.

Gracias a esos delitos, llegó a la gubernatura de Sinaloa el Rubén Rocha Moya, y a la de Tamaulipas Américo Villarreal.

Puede que Gertz Manero no le haga nada a AMLO, pero las pruebas desahogadas  podrán ser utilizadas por la DEA, el FBI, o por la Corte Penal Internacional para perseguir a Obrador más allá de “la Chingada”.

La importancia de que AMLO responda por el delito de peculado cometido el domingo 1 de septiembre, da vigencia al refrán que lo condena:

ALABANZA DE BOCA PROPIA, ES VITUPERIO.

Ese vituperio se ha traducido en su burla de las madres buscadoras, de los padres de Ayotzinapa, de los deudos de los niños con cáncer y de los enfermos sin medicamentos; de las víctimas de extorsión y cobro de piso; de los desaparecidos, de la impunidad rampante y de su inocultable corrupción.

El 2 de octubre (que no se olvida) marcará el inicio del sexenio de Sheinbaum. Pronto veremos dónde se encuentra su lealtad…

El 2 de octubre se cumplen 56 años de la matanza de Tlaltelolco. Veremos si la ex líder universitaria Claudia Sheinbaum actúa fiel a esas raíces o si acepta el papel de monigote del cacique que hoy agrede a su alma mater y se burla de los estudiantes.

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