López Obrador terminará su mandato y la Historia lo juzgará… 

“Yo le digo a usted que es relativamente raro que la gente diga una mentira en forma deliberada. En la mayoría de los casos creen que dicen la verdad. Y sin embargo mienten todo el tiempo, tanto cuando quieren mentir cuando quieren decir la verdad. Se mienten a sí mismos y mienten a los demás…”. -George Gurdjieff.

A un mes de terminar con su encargo, Andrés Manuel López Obrador se voló la barda con su mensaje del pasado domingo 1 de septiembre donde entregó su último informe de gobierno. Aseguró, entre otras muchas largas, que deja al pueblo el mejor Sistema de Salud del mundo. ¡Caray… ya ni la burla perdona!

Curiosamente, hace unos días, acompañé a un amigo que tramitó su “Cartilla Nacional de Salud de Adulto Mayor” (personas de 60 años y más) en el sistema del IMSS-BIENESTAR que empieza a funcionar. Asistimos a la clínica de salud que le corresponde en el pueblo donde vive, San Mateo Tlaltenango, ubicado en la alcaldía de Cuajimalpa de Morelos, en la Ciudad de México. ¡Vaya… el pobre dispensario deja mucho que desear! La clínica del veterinario del pueblo está mejor acondicionada. Dicen que han mejorado y rescatado muchas clínicas y hospitales del país. En San Mateo todavía no llega la inversión adecuada. ¡Es de pena ajena!

De acuerdo con #GuacamayaLeaks el verdadero último informe de gobierno debió decir: 200 000 homicidios; 100 000 desaparecidos; 164,000 abusos sexuales; 55 000 extorsiones; 70 000 asaltos en carretera; 500 000 robos a negocios; crecimiento menor al 1%; el mayor déficit fiscal en 4 sexenios; la gasolina más cara de la historia; menos niños vacunados de los últimos sexenios y un largo etcétera.

De este modo, el “mejor Presidente que ha tenido México” miente a rabiar y está dejando una herencia difícil de superar. Deja al país en una profunda crisis: la frágil democracia que se había construido está a punto de irse al caño. La absurda propuesta de la Reforma del Sistema Judicial pende de un solo voto de la oposición en el Senado. ¡Muy pronto sabremos sí hubo otro senador electo de la oposición que se dobló! ¿O lo doblaron? 

A lo largo de su mandato, Andrés Manuel se dedicó a dividir a los mexicanos: los conservadores malditos que solo se dedicaron a satisfacer sus egos y sus bolsillos y el pueblo bueno sin nada poder hacer. ¡Primero Los Pobres! Buen lema de campaña… ¿Lo logró? La deuda que deja no tiene precedente.

El 30 de agosto de 2017 publiqué un artículo: “La Democracia de Andrés Manuel… ¡Otra Vergüenza!, el cual se puede leer en la liga. En el texto comento cómo lo conocí, cómo se fue haciendo un líder indiscutible, como designó a Claudia Sheinbaum como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y cómo, Ricardo Monreal reclama que no hubo transparencia en dicha elección. La conclusión fue que el presidente saliente no era un demócrata. Creo que nunca lo fue.

Andrés Manuel terminará formalmente su mandato y va a lograr un lugar en la historia, no como don Benito Juárez, ni como Francisco Madero ni como Lázaro Cárdenas, los tres líderes de las primeras Tres Transformaciones, de acuerdo a sus inventos. La Cuarta Transformación tuvo un líder muy popular. Lo quiero ver caminando en un Sanborns para que vea la rechifla que se va a llevar…

La esperanza es que la próxima presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sea la líder que todos los mexicanos deseamos y nos merecemos; que se dedique a unir lo que está evidentemente roto pues el reto que tiene ni ella misma se lo imagina. Lo puede lograr mientras se sacuda al tabasqueño, al que, hasta ahora, le hace caso y lo celebra… en una demostración que ha tenido mano izquierda y que ha tenido que aguantar. ¡Pronto sabremos de qué está hecha!

Te puede interesar:

La democratización de lo público