Reto de López Obrador a Joe Biden podría complicar la relación bilateral

La postura de López Obrador al condicionar su asistencia a la Cumbre de las Américas, a la invitación de Joe Biden a Cuba, Venezuela y Nicaragua entre otros, va más allá de una valentonada, o golpe mediático para complacer a su feligresía, la mayoría antiyanqui.

La Cumbre involucra la participación de los Gobiernos del Hemisferio, ONG, organismos multilaterales de financiación, organismos del Sistema Interamericano y diversos actores de la sociedad civil y del sector empresarial.

El 22 de abril López Obrador había confirmado su asistencia a la Cumbre, pero después de la gira por Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba, condicionó su asistencia.

El presidente de México puede provocar el endurecimiento de políticas unilaterales de Estados Unidos que no están signadas en el Tratado Comercial, como diversos aspectos de migración, remesas, control fronterizo, hasta la tipificación de terrorismo a los cárteles de México.

En las últimas horas, la DEA renovó la oferta sobre información que lleve a la captura de capos de los cárteles en México, como el Caro Quintero, El Mayo Zambada y Ovidio Guzmán López, este último liberado por el presidente López Obrador en el operativo llamado culiacanazo.

Hace tres semanas se anunció la desaparición de la Unidad de Investigación Sensible (SIU), como uno de los 15 centros de operación de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos en diferentes países, que según López Obrador ya había dado de baja desde hace un año, y que derivó en la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

Nada es casualidad en política. Mientras el presidente hacía una gira exitosa por Centroamérica que terminó con una condecoración en Cuba, el gobierno de Estados Unidos puso nuevas recompensas, sin darse algún motivo en específico en estos días.

La postura de López Obrador implica la defensa de dictadores como Nicolás Maduro, Daniel Ortega y el representante de Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel, que pega en el ánimo de la poderosa comunidad cubana y sus congresistas, vapuleados insistentemente por López Obrador.

En las conferencias mañaneras, el presidente de México también ha amenazado con exhibir a senadores y representantes que en un futuro voten contra la reforma migratoria de Joe Biden, tal como lo hizo contra legisladores mexicanos que votaron contra la Ley de la Industria Eléctrica.

Más allá de la anécdota y la indiferencia con que pueda tomar Biden la baladronada de López Obrador, el condicionamiento puede provocar un conflicto innecesario que pegue directamente al intercambio comercial entre los dos países.

En el 2021 el intercambio comercial entre los dos países cerró en 661 mil millones de dólares, la cifra más alta desde que hay registros, y una atmósfera de confrontación de México con Estados Unidos, puede complicar una economía