El 7 de octubre de 2023, fecha en la que el Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS), principalmente, pero también con la ayuda de sus hermanos de grupos de resistencia palestina, perpetraron un ataque sorpresa a ciudadanos israelitas, considerados por los palestinos colonos, en territorio palestino ocupado. Este acto fue condenado desde el primer momento por la comunidad internacional, incluidos los pariese árabes y musulmanes; y considerado como atroz sin justificación alguna. Sin embargo, queda por resolver si los palestinos tienen derecho a rechazar la ocupación israelí; y luchar por sus derechos, incluido su derecho a la autodeterminación.
Desde esta fecha, el gobierno de ultraderecha en Israel ha iniciado una guerra inhumana contra todo el pueblo palestino en represalia a lo que se considera la violación más evidente y grave en su sistema multicapas de seguridad. Incluso, se habla de colisión entre autoridades israelíes y HAMAS para lograr cada quien un fin personal particular que, en resumen, es consolidarse en el poder y saltar sobre problemas internos que pueden poner en jaque su autoridad y, por tanto, su continuidad en el poder. Pues, últimamente, circula un video que demuestra la entrada de convoy que trasladó a los activos de HAMAS en territorio palestino ocupado, captado por un helicóptero israelí sin hacer nada para detenerlo.
Las Naciones Unidas, mediante la Comisión Internacional Independiente sobre los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén Oriental, y en Israel, concluyó que Israel ha cometido genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza. La comisión independiente, surgida del Consejo de Derechos Humanos, se basó en sus conclusiones en pesquisas exhaustivas sobre lo ocurrido en Gaza desde el 7 de octubre de 2023 hasta el 31 de julio de este año.
Al matar, causar lesiones graves a la integridad física o mental, someter deliberadamente a condiciones de vida que hayan de acarrear la destrucción total o parcial de los palestinos, e imponer medidas destinadas a impedir la natalidad, las autoridades y las fuerzas israelíes cometieron cuatro de los cinco actos genocidas definidos en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948, apuntaron los expertos de la Comisión en un nuevo informe, de acuerdo a un comunicado de prensa de la ONU publicado este 16 de septiembre.
“Es evidente que existe la intención de destruir a los palestinos de Gaza mediante actos que cumplen los criterios establecidos en la Convención sobre el Genocidio”, declaró la presidenta de la Comisión, Navi Pillay.
La también ex alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos recordó que, además, “los acontecimientos en Gaza desde el 7 de octubre de 2023 no se han producido de forma aislada. Fueron precedidos por décadas de ocupación ilegal y represión bajo una ideología que exigía la expulsión de la población palestina de sus tierras y su reemplazo”.
Por su parte, el comisario australiano Chris Sidoti dijo que “las muertes no son accidentes, no son daños colaterales. Son el resultado de una estrategia militar de bombardeos intensivos y tierra quemada en lo que respecta a la infraestructura de Gaza y a la población de Gaza”.
“Residencias, casas, hospitales, universidades, escuelas, museos, iglesias, mezquitas, sitios arqueológicos, carreteras, instalaciones agrícolas, la industria pesquera (…) Nuestro informe ha dibujado la imagen completa durante dos años de la destrucción. Y la destrucción es tal, unida a la política de hambruna, que las condiciones para la vida son insostenibles”, añadió Sidoti.
Anterior a este hallazgo, la misma Comisión había declarado en octubre de 2024 que “Israel ha perpetrado una política concertada para destruir el sistema sanitario de Gaza como parte de un asalto más amplio contra la Franja, cometiendo crímenes de guerra y el crimen de lesa humanidad de exterminio con ataques implacables y deliberados contra el personal y las instalaciones médicas”, según un nuevo informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre los Territorios Palestinos Ocupados, incluida Jerusalén Oriental, e Israel en ese entonces.
A casi dos años de la guerra israelí en Gaza y Cisjordania, que ha conseguido Israel. Dejando a un lado las perdidas en vidas de los palestinos, los lesionados, los niños asesinado, familias destruidas, casas, hospitales, mezquitas, iglesias y campos de refugio destruidos en su mayoría; que sin dudad está en favor de Israel, el saldo político es en su contra.
Hoy, el Estado Sionista pierde terreno en los estados occidentales históricamente aliados en este conflicto palestino – árabe desde 1947. Pues, la comunidad internacional reunida en la Asamblea General de la ONU respalda la creación de un Estado Palestino, independiente, contiguo y viable o capaz de sobrevivir, en base del consenso internacional acerca de la solución de dos estados: uno israelí y otro palestino. Una iniciativa encabezada por Francia y Arabia Saudita ha logrado el reconocimiento internacional de Palestina por cerca de 149 países, en contra, y apear, del veto estadounidense. Trump hizo un último y fracasado esfuerzo previo a la actual Asamblea General de la ONU al visitar Reino Unido para disuadir su intención de reconocer a Palestina.
Sin embargo, este reconocimiento internacional no es un cheque en blanco, tampoco es un endoso al movimiento terrorista HAMAS. Al contrario, el discurso del presidente francés Macron, mediante cual anunció el reconocimiento de su país del Estado Palestino, ha fijado una especie de hoja de ruta para llegar a una paz duradera y justa en la región. Este mapa incluye la renovación de la autoridad palestina mediante elecciones libres independientes, combatir la corrupción en las filas del gobierno palestino, reanudar los esfuerzos de negociación entre las dos partes con la finalidad clara de llegar a un acuerdo de paz, el desarme de HAMAS, etc.
Es evidente que todos esos esfuerzos serán en vano sin la colaboración de Israel, pues ¡¿cuál elección libre se llevarían bajo la autoridad de la ocupación en el territorio palestino?! ¿Cómo podría la autoridad palestina presidida por el presidente Mahmoud Abbas implementar sus políticas públicas para combatir la corrupción y la impunidad en sus filas bajo la injerencia del gobierno de Israel? Desde antaño, el gobierno ultraderechista de Israel encabezado por Netanyahu ha conspirado para apoyar a los líderes, que hoy considera terroristas, de Hamas para socavar la presencia de la autoridad palestina en Gaza. Lo que tenemos desde el 7 de octubre de 2023, ese resultado de esta conspiración.
Hoy Israel ha perdido la guerra política, no ha logrado que su narrativa sea la hegemónica en los medios de comunicación internacionales, como siempre se ha venido haciendo, gracias a los medios de comunicación alternativos, el movimiento juvenil en las universidades y las calles de las capitales occidentales. Sin ello, no hubiéramos llegado a conocer la verdad. La Guerra en Gaza se ve en directo y en vivo mediante las redes sociales. Israel ya no puede seguir en la misma ruta. Es más, sus aliados occidentales al reconocer al Estado Palestino, regresando a la solución de los dos estados, intentan conservar y salvar a Israel de sí mismo.
De lo contrario, y de continuar esta guerra inútil, llegaríamos a uno de dos escenarios. El primero es la destrucción del Estado palestino como un ente jurídico y político, lo que significa que los palestinos que sobrevivan a la guerra de exterminio, pasarán a ser parte de un estado único: Israel, en territorios históricamente considerados palestinos. En este caso y tomando en cuenta los números de la población actual; Israel, que en un principio se concibió como un Estado judío, ya no será más como tal, pues los palestinos sobrepasan, paradójicamente y contra marea y mar, por mucho el número de los actuales judíos. En este escenario estaríamos enfrente de un estado basado en el apartheid, y ya sabemos cuál es el destino de un estado así, al igual que vivimos en el siglo pasado en Sudáfrica. El otro escenario es perpetuar el conflicto a lo largo de los años venideros, lo que implica riesgos políticos a nivel internacional, pues con el cambio que avecina en el escenario internacional, no se descarta la intervención de fuerzas o potencias internacionales. Estaríamos en las puertas de un conflicto internacional de nuevo. No es concebible que los países árabes y musulmanes acepten tal humillación por los años de los años. Los débiles de hoy pueden ser fuertes mañana y silencio político se rompe.
Por lo tanto, los aliados occidentales de Israel llegaron a la conclusión de qué forzar a sus líderes de ultraderecha a aceptar el Estado palestino como uno independiente, contigo y viable, es una solución que en realidad salva Israel de sí mismo, antes de reconocer al pueblo palestino su derecho a la autodeterminación
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