Para quienes no me conocen la verdad es que no hay mucho que saber de mí. No soy más que una mujer que estudió comunicación y que gusta de expresar su opinión y agradezco a este medio que me permite hacerlo respetando mi ideología y brindándome confianza y libertad. En mi familia no hay absolutamente nadie que trabaje en gobierno, amigos políticos sí tengo bastantes y la mayoría son de partidos de la ahora oposición. Mi vida ha estado más bien cerca siempre del sector empresarial, yo misma soy empresaria, nunca he obtenido ningún beneficio por parte de la política a la que jamás me dedicaría y estoy cierta que no recibiré ningún privilegio.
Lo que aquí expreso es mi punto de vista, con la misma libertad y determinación que cualquier mexicano y segura que aunque un sector de la sociedad se empeñe en afirmar que no existe la libertad de expresión, yo puedo decir con base en mi experiencia y a todo lo que he escuchado y visto en esta semana que vaya que existe. Lo que no existe en este país es el respeto ni la tolerancia hacia el pensamiento del otro, pero asegurar como leí en las consignas escritas y cantadas en la marcha de este 15 de noviembre es redundar en lo absurdo porque precisamente si no existiera la libre expresión no hubiese sido posible que millares de personas pudieran salir y dar la cara en la calle para decir lo que siente, lo que le molesta y lo que a su parecer debería de suceder.
En una sospechosa poco clara en cuanto a su origen pero sí muy clara convocatoria, se denominó a este movimiento “Marcha de la Generación Z” usurpando los intereses y la identidad de toda una generación, pero supongo que se sienten con la autoridad de hacerlo como con muchas otras cosas, con todo y una bandera un extraño y nada claro ni sustentado pliego petitorio firmado por dicha generación por la que nuevamente deciden hablar, pero sin un propósito muy claro, solo salir a las calles a exigir paz y seguridad, lo cual me parece por demás legítimo y válido y algo que todos debemos esperar siempre del gobierno y de la sociedad.
Aquí el tema es todo lo demás, cómo se hicieron las cosas, un grupo incógnito diseñó una estrategia de marketing usando como referencia la imagen de Luffy, un anime japonés muy gustado por la generación Z y que ha sido imagen ya de una lucha social en otros países como Indonesia, Nepal y Perú, en donde la gente salió a demandar causas sociales emergentes. Luffy es un personaje un tanto disruptivo que contra la opresión, incluso en su estrategia intentaron hacerlo más cercano tropicalizándolo con un bigote a lo Emiliano Zapata (Todo mal) e intentaron venderle a la Generación Z a la que incansablemente llamaron Nini y que duramente criticaron por recibir apoyo del gobierno y convencerlo que saliera a las calles y sin medir métodos, incluso usando la violencia se manifestará contra el gobierno demandando apoyo, libertad de expresión, seguridad y paz, conforme el tema iba avanzando la incongruencias avanzaban también pero nada comparado con lo que vimos el sábado 15, aunque ya era de esperar. Y perdón pero creo que cualquier persona con pensamiento crítico podría dudar de la veracidad de todo esto y de la autenticidad del supuesto y anónimo llamado que de repente apareció en todas las redes sociales, en anuncios de TV Azteca extrañamente y lo más risible llenando las páginas de tiendas departamentales de lujo con objetos relativos de la causa: sombreros blancos haciendo referencia al caso tan lamentable y del que para pronto se colgó este sector opositor haciéndolo su causa del cobarde asesinato del alcalde de Uruapan (Carlos Manzo) y que por cierto su viuda Grecia Quiroz, ahora alcaldesa, se deslindo públicamente; también carteras y camisetas con la imagen de Luffy. A quien hasta hace una semana nadie conocía.
El colmo fue para los que seguimos la marcha en medios que de todo vimos menos jóvenes a cuadro. Lo mismo de siempre: políticos y empresarios de oposición y el mismo y ya tan repetido contingente de señoras vestidas de blanco con lentes de marca o de imitación vociferando insultos contra el gobierno y quienes lo apoyan, quejándose de ser marginadas y no recibir apoyo del gobierno que es una dictadura y que nos tiene igual o peor que Venezuela, gente para nada joven reclamando en contra de los apoyos sociales y quejándose de la inseguridad. Y yo me pregunto, ¿de verdad es tan difícil de entender que apoyar a los sectores más vulnerables es precisamente un modo de combatir la delincuencia y abrir nuestras mentes para entender que el verdadero origen de la violencia en México viene del desmedido consumo de droga de Estados Unidos? Pero definitivamente este país es una Torre de Babel en la que todos entendemos las cosas de diferente manera pero peleamos nuestra razón sin la mínima intención de escuchar las razones de otras realidades diferentes a la nuestra.
Estos pobres de derecha y ojo, quiero aclarar lo que para mí significa pobreza cuando me refiero a ellos y es que pobre no es el que no tiene sino el que mucho necesita, me dan a entender que lo que a ellos les molesta no es no tener sino que el otro pueda llegar a estar en la misma posición que ellos, es tal su odio y ceguera que están dispuestos a defender y apoyar a un evasor de impuestos como Ricardo Salinas, llamándolo cariñosamente “Tío Richie”, y alegando que no es tan grave su adeudo fiscal. Ahora sí que pobres inocentes, si supieran que este tipo jamás les estrecharía la mano porque ni siquiera los ve y que nunca de los nunca ha perdonado un solo peso de los intereses que les cobra por la venta de sus muebles y artículos de quinta categoría que acaba vendiéndoles diez veces más caros y lucrando con la necesidad.
Una marcha en la que se pide paz agrediendo, insultando, denostando. Exigiendo que se haga lo que ellos creen conveniente en el momento que ellos lo decidan aunque esto sea anticonstitucional, enarbolando banderas católicas pero olvidando que Cristo era defensor de los más humildes, hablando de educación y solicitando en inglés la intervención de Estados Unidos pero diciendo que defienden la soberanía y que aman a México, escribiendo pintas en paredes tan ofensivas como “Puta Judía” y “Presirvienta”, demostrando una vez más su odio racista y clasista pero eso sí, pidiendo unión y paz, hasta un letrero vi que decía “Yo ya no era machista pero llegó Claudia”.
Perdón pero si esto para alguien cree que esto es evolución y un llamado a la armonía pues ofrezco una humilde disculpa pero yo estoy incapacitada de mis facultades mentales porque no entiendo nada.
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