Millones de industrias y negocios alrededor del mundo, esperan regresar a la “normalidad” lo antes posible y así comenzar su recuperación económica. Lo anterior, derivado de las afectaciones causadas por la COVID-19 durante la mayor parte de 2020 y lo que va de 2021. Gran parte de las esperanzas recaen en la inmunización de la población. Los gobiernos, organismos internacionales y científicos estiman que esto solo se logrará cuando un alto porcentaje de las personas estén vacunadas.
Estados Unidos ha tenido la oportunidad de adquirir millones de dosis para su población y ha tenido una campaña eficiente de vacunación; sin embargo, hasta el momento los datos no son los esperados, ya que revelan que alrededor del 40% de los adultos no han recibido la vacuna. Sorprendentemente, la mayoría de estas personas están en esta situación por elección propia, es decir, que no cuentan con alguna condición médica que se contraponga, no existen problemas de desabasto en sus estados y tampoco existen problemas en la logística para acceder a una vacuna.
El principal problema que está llevando a tomar esta decisión es el escepticismo, por lo que prefieren no vacunarse. Pero ¿cuáles son los motivos encontrados para que esta parte de la población opte por esta decisión? Los datos más recientes de la Kaiser Family Foundation indican que el 15% de estos adultos está esperando conocer cómo afecta la vacuna a los que ya la recibieron; el 6% solo se vacunaría si fuera “obligatorio”, por parte de su empleador; y un 13% ha decidido que definitivamente no se vacunará; estos tres grupos de escépticos representan el 34% del 40% de personas que faltan por vacunarse.
En el mismo tenor, una encuesta reciente por parte de NPR/ Marist Poll1, señala que 1 de cada 4 estadounidenses rechazaría la vacuna contra el coronavirus y un 5% se encuentra indeciso sobre vacunarse. Existe mayor renuencia por parte de los hombres republicanos, así como de los residentes de áreas rurales a vacunarse. Adicional a la situación de la vacunación, al igual que en muchos otros países, Estados Unidos enfrenta la negación del uso del cubrebocas por parte de algunos ciudadanos, quienes argumentan que el cubrebocas interfiere con sus libertades.
Derivado de las estadísticas antes presentadas, existe preocupación por alcanzar una posible inmunidad, así como por evitar nuevos posibles brotes. De hecho, se estima que se necesita entre un 80% y 85% de la población vacunada para poder regresar a la “normalidad”. No obstante, los científicos consideran que durante los meses de verano los casos de COVID-19 podrían disminuir derivado de la calidez del clima y dado el número de personas que ya fueron vacunadas. Esta situación podría traer como consecuencia que las personas que no han sido vacunadas opten por, posponerlo, lo olviden o incluso dejen de hacerlo; sin embargo, la situación cambiará radicalmente con la llegada del otoño y el invierno. Ya que el virus podría volver con más variantes.
Desafortunadamente los datos actuales no son alentadores y advierten que si el nivel de vacunación se presenta por debajo del 60% al 70%, cuando llegue el otoño, podría llevar a Estados Unidos a una nueva situación de emergencia de salud pública. Por lo tanto, concluyen que es necesario poder convencer a la población que está indecisa o negada a ser vacunada. La problemática radica en cómo llegar a convencerlos. Es por eso que es importante evitar la desinformación. Actualmente es muy sencillo acceder a información en internet y redes sociales, donde nos volvemos susceptibles a historias falsas o datos no confiables y sin sustento científico.
Esto motivó a los Estados Unidos a lanzar una campaña, utilizando líderes a nivel local que están a favor de la vacunación. La semana pasada, la administración Biden empezó una iniciativa con dichos fines, la cual utiliza a grupos religiosos, sindicatos e incluso a la NASCAR. Es posible que derivado de la situación actual, algunos estados del país vecino del norte, hayan optado por vacunar a cualquier persona, sin que demuestre ser ciudadano o residente. Originando un nuevo turismo: el de las vacunas, ya que tiendas como Walmart y Costco aplican la vacuna.
Estamos entrando en una situación complicada, donde los países con ingresos suficientes y con poder, pueden garantizar la vacunación de su población. Por otro lado, tenemos países que están a expensas de los sobrantes y de que su nivel adquisitivo permita adquirir las dosis para su población. Sin embargo, en medio de ambas situaciones, está la decisión de la gente, entre vacunarse o no hacerlo. Esta situación deber ser cuidadosamente vigilada, ya que, al ser opcional, podría originar un nuevo caso de discriminación entre la población inmunizada y la que no.
Maniac y la inteligencia artificial
En su novela Maniac, Benjamin Labatut construye un panorama de la gran generación de científicos del primer tercio del...
noviembre 29, 2024Bipolaridad y bilateralidad
La relación con el poderoso imperio moderno siempre será desventajosa para México.
noviembre 29, 2024Formas de comunicación de Mandatarios
En la actualidad, la forma de comunicación no son las mismas que en el antaño. Existen infinidad de apps, ...
noviembre 28, 2024Con visión incluyente, Sergio Salomón transforma panorama económico de Puebla: Economía
De dos años a la fecha, el crecimiento económico de Puebla pasó del lugar 20 al quinto con un...
noviembre 27, 2024