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Las escuelas rurales mexicanas más allá de los 43 de Ayotzinapa

Ayotzinapa sigue siendo un triste caso de impunidad y reflejo de un conjunto de disfunciones del sistema de justicia y de la sociedad mexicana.

13 de marzo, 2024

Guillermo Lopez Franco

Las escuelas rurales mexicanas más allá de los 43 de Ayotzinapa

Una gran parte de la opinión pública mexicana conoció a las escuelas normales rurales mexicanas tras el trágico caso de los 43 normalistas de la Escuela Normal Isidro Burgos ubicada en Ayotzinapa, Guerrero. Los 43 normalistas desaparecieron en circunstancias todavía no aclaradas del todo el 27 de septiembre de 2014 y todavía no se han podido localizar los restos de 41 de ellos. Diversas versiones han surgido sobre la colusión de grupos criminales de la zona con autoridades locales y estatales para atacarlos, así como las acusaciones de tortura sobre los sospechosos por parte del gobierno federal.

El caso desató indignación en todo el país y los grupos asociados a las normales rurales, encabezados por los padres de familia de los estudiantes, se volvieron muy relevantes para la agenda política. Sin embargo, sus constantes demandas de justicia no han logrado desentrañar el misterio alrededor del crimen y, el pasado 8 de marzo, Yanqui Rothan Gómez Peralta, estudiante de esa misma escuela normal, fue asesinado en un encuentro con la policía estatal de Guerrero, horas después de que un grupo de manifestantes que exigían justicia para los 43 derribó una de las puertas del Palacio Nacional durante la acostumbrada conferencia de prensa del presidente López Obrador. La investigación sobre el asesinato de Yanqui sigue en curso.

Ayotzinapa sigue siendo un triste caso de impunidad y reflejo de un conjunto de disfunciones del sistema de justicia y de la sociedad mexicana. Sin embargo, lo que sucedió en Ayotzinapa en 2014 y ahora en 2024 es sólo un reflejo de una institución educativa marcada por la pobreza y la violencia.

Para entender a las normales rurales hay que remontarnos en 1922, justo en los inicios del proyecto educativo de José Vasconcelos que buscaban acabar con el analfabetismo rampante en México. Los gobiernos surgidos de la revolución mexicana buscaron impulsar el desarrollo de las comunidades apartadas y empobrecidas del país al establecer escuelas donde se formarían a los maestros que después trabajarían en los propios poblados. Las Normales Rurales adquirieron muy pronto un papel ideológico, influido por la doctrina revolucionaria de la primera mitad del siglo XX, incluyendo vínculos con los grupos comunistas del país (López Macedonio, 2019).

Las normales rurales fueron sujeto de diferentes reformas y cambios durante las décadas siguientes a su formación. Sin embargo, los conflictos comenzaron a partir de 1960, con las divisiones entre los diferentes grupos de normalistas, los intentos del gobierno federal por intentar mantenerlos alineados y la influencia de movimientos como el de la revolución cubana (Flores, 2019). Incluso antes del movimiento estudiantil de 1968, en el que los normalistas tuvieron una participación activa (Flores, 2021), los grupos de normalistas liderados por Pablo Gómez ya habían llevado a cabo un malogrado asalto al cuartel militar en Madera, Chihuahua (Flores, 2019).

Pero fue en Guerrero donde los conflictos llegaron a un punto culminante en 1967 por las tensiones entre los líderes campesinos, las autoridades locales y las fuerzas federales. En medio de una fuerte protesta campesina fue reprimida por la policía, que intentaba apresar al cabecilla, el normalista Lucio Cabañas. Este evento es conocido como la matanza de Atoyac y marcó un nuevo episodio en el historial de violencia de las comunidades rurales de Guerrero (Ávila, 2019).

Lucio Cabañas, estudiante de la normal de Ayotzinapa, era líder estudiantil y, a partir de los eventos de Atoyac, se convirtió en el líder de un movimiento guerrillero y facción política conocida como el Partido de los Pobres, que reivindicaba las causas campesinas y que operó por varios años en la sierra de Guerrero hasta que las fuerzas federales acabaron con él. Lucio perdería la vida, pero se convirtió en una suerte de héroe para las normales rurales.

La figura de Lucio Cabañas de alguna forma encapsula el espíritu de las normales rurales: constante movilización, disidencia política, conflicto y un entorno marcado por la pobreza y la marginación que ha caracterizado al estado de Guerrero y a muchas zonas rurales del país desde hace más de un siglo. El capítulo de 2014, en toda la dimensión de la tragedia y el reciente episodio de hace unos días parecen ser sólo las secuencias más recientes en una historia violenta.

Es difícil decir si los familiares de los normalistas de Ayotzinapa alguna vez alcanzarán la justicia. Lo que es seguro es que mientras persista la pobreza y la ausencia de ley y orden, las escuelas normales rurales seguirán marcadas por la violencia.

REFERENCIAS

Ávila Coronel, F. (2019). Las bases subjetivas de la violencia política en Atoyac, Guerrero (México). Una interpretación del proceso insurreccional de la guerrilla del Partido de los Pobres en los años sesenta del siglo XX. Ratio Juris UNAULA, 14(29), 267–290. https://doi.org/10.24142/raju.v14n29a12

Flores Méndez, . Y. . (2021). Las escuelas normales rurales en el movimiento estudiantil del 68 y la resistencia a la Reforma educativa subsiguiente. Antropología. Revista Interdisciplinaria Del INAH, (6), 19–32. Recuperado a partir de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/antropologia/article/view/16733

Flores Méndez, Yessenia. (2019). Escuelas Normales Rurales en México: movimiento estudiantil y guerrilla. Iztapalapa. Revista de ciencias sociales y humanidades, 40(87), 205-226. Epub 20 de noviembre de 2019.https://doi.org/10.28928/ri/872019/aot3/floresmendezyLópez Macedonio, M. N. (2019). Los estudiantes normalistas rurales y el Partido Comunista Mexicano en la historia política del siglo XX. Anuario Mexicano De Historia De La Educación, 1(2), 67–84. https://doi.org/10.29351/amhe.v1i2.241