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La verdadera transformación educativa: Comunicación Pública

La educación se volvió parte de la agenda nacional y se vertieron diferentes posturas en medios tradicionales y redes sociales. Sin proponérselo, la SEP ha mostrado que la comunicación es vital para las democracias.

29 de agosto, 2023

Guillermo Lopez Franco

La verdadera transformación educativa: Comunicación Pública

En 2022, todavía en el contexto de emergencia sanitaria, la Organización de Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE) publicó una serie de recomendaciones para una efectiva comunicación pública, un área fundamental de las instituciones de gobierno, puesto que deben de proveer información adecuada para el público. La OCDE enlistó 9 puntos principales:

Transparencia, para que la información sea accesible y conocida por todos
Interés público por encima de intereses partidista
Preparación y prevención para posibles malentendidos y rumores
Protocolos claros de actuación
Profesionalización del personal responsable
Uso de evidencia e información comprobable
Respuesta efectiva y oportuna frente a la desinformación
Atención a diferentes tipos de público
Colaboración y participación con diferentes sectores de la sociedad para evitar la desinformación.

Para este momento, seguramente el lector ha identificado que la Secretaría de Educación Pública no cumplió con muchos de estos criterios al dar a conocer la llamada Nueva Escuela Mexicana (NEM) al resto de la población. Hemos visto un claro desorden y opacidad en la forma en que se han presentado los nuevos libros de texto y mucho del debate se ha desviado en condenas ideológicas contra propios y extraños.

Los responsables del sistema educativo nacional nunca previeron que los cuestionamientos a los nuevos libros de texto crearan una polémica tan grave. Desde la estridencia infundada de algunos medios y grupos que hablaron de “comunismo” y “perversión sexual” hasta la lamentable quema de libros en San Antonio del Monte. Chiapas, la polémica sobre los libros de texto alcanzó un punto álgido y los funcionarios de la educación llegaron tarde al debate.

Al no existir una presentación pormenorizada de la NEM, la incertidumbre caló entre la población. No son pocos los docentes que se mostraron inconformes con la apresurada y extenuante capacitación que han recibido en los Consejos Técnicos Escolares (CTE). Las voces críticas de investigadores educativos ocuparon un espacio prominente en los medios y la ciudadanía se encontraba desorientada.

Frente a este escenario, el 4 de agosto el presidente López Obrador anunció una serie de conferencias para dar respuesta a los constantes señalamientos en contra de los libros de texto y, por extensión, de la NEM. A partir de la semana siguiente, desde el 8 hasta el 18 de agosto, la titular de la SEP, Leticia Ramírez Amaya, se presentó en Palacio Nacional acompañada por funcionarios de la SEP, maestros participantes en la elaboración de los libros y algunos especialistas. El propósito era explicar en qué consistía el nuevo plan de estudios y los contenidos de los materiales.

Al día siguiente de la primera conferencia, los libros de texto de primaria y secundaria que habían circulado únicamente de forma extraoficial ya estaban disponibles para su descarga en el portal de la Comisión Nacional de Libros de Texto (CONALITEG). Día después, el 15 de agosto, la SEP publicó el acuerdo de modificación de los programas de estudio y el anexo correspondiente en el Diario Oficial de la Federación. Con un año de retraso y alterando sus propios acuerdos legales, pero los programas de estudio se oficializaron. Ya para el 24, se publicó el Marco Curricular Común de la Educación Media Superior.

Las conferencias terminaron el viernes 18 con una nueva exposición de los beneficios del nuevo modelo. En total, la SEP invirtió 756 minutos frente a los medios para defender su propuesta e intentar atajar las críticas. Los gobernadores de MORENA firmaron desplegados manifestando su apoyo y compromiso para distribuir los materiales, numerosos profesores publicaron su testimonio en redes sociales expresando su entusiasmo por haber participado en la creación de los libros y, aunque con algo de demora, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, se pronunciaron en favor de la NEM.

La actual administración ha insistido en la idea de “transformación” y la NEM busca materializar la “revolución de las consciencias”. Quizá los funcionarios de la SEP no se han dado cuenta del cambio que impulsaron. Las reformas educativas de los sexenios anteriores no estuvieron exentas de controversia, pero la presión de la opinión pública en los últimos meses obligó a que los funcionarios actuales decidieran implementar una serie de medidas para dar a conocer su versión de los hechos: presentaron el modelo y mostraron varios proyectos contenidos en los libros para ilustrar cómo podrían utilizarse en el aula. Más aún, hicieron públicos documentos que no habían dado a conocer con anterioridad. En dos semanas, la SEP hizo mucho de lo que dejó de hacer en los últimos dos años.

Es difícil saber si las conferencias de la SEP sirvieron de algo. Varios de los cuestionamientos de fondo no han sido resueltos. Según la encuesta de Mitofsky publicada el 22 de agosto en El Economista, el 53% de los consultados no aprueba los nuevos libros, 56% piensa que los errores son demasiado graves y sólo el 41% piensa que los nuevos libros de texto ayudarán a la mejora de la educación en México.

El ciclo escolar ya comenzó y tenemos a 24.4 millones de estudiantes iniciando un nuevo ciclo escolar. Tres estados, Chihuahua, Coahuila y Estado de México no distribuirán los libros de texto debido a las suspensiones definitivas concedidas por los tribunales y algunos más aún están en debate. Pero ya podemos hablar de un cambio. Hubo un gran debate sobre la cuestión pública. La educación se volvió parte de la agenda nacional y se vertieron diferentes posturas en medios tradicionales y redes sociales. Aunque sea sin proponérselo, la SEP ha mostrado que la comunicación es vital para las democracias.

OCDE: Principles of Good Practice for Public Communication Responses to Mis- and Disinformation