LA SOLEDAD

Estamos viviendo tiempos difíciles, muy difíciles porque tenemos que resolver un cúmulo de calamidades, primero externas luego internas; o tal vez de las dos al mismo tiempo. Somos poco afortunados viviendo en un mundo tan materializado donde...

18 de septiembre, 2020

Estamos viviendo tiempos difíciles, muy difíciles porque tenemos que resolver un cúmulo de calamidades, primero externas luego internas; o tal vez de las dos al mismo tiempo. Somos poco afortunados viviendo en un mundo tan materializado donde necesitamos una cierta cantidad de ingresos para solventar nuestros gastos por modestos que sean. Esto automáticamente representa una gran preocupación, ya que en las actuales circunstancias estamos ante la amenaza de perder nuestro trabajo y también la fuente de nuestros salarios. Nadie tiene la culpa de esto ni tampoco es un castigo divino, simplemente es una recesión económica mundial que ha afectado a todas las sociedades. Esta desgracia se ha empeorado con la aparición de un agente biológico muy poderoso que no nos había atacado y que ahora ha agravado nuestra situación económica y social por la inestabilidad para seguir manteniendo las empresas, ocasionando así el despido de millones de empleados en todo el mundo. Por si esto fuera poco, la desgracia económica nos ha acentuado un caos social que se había venido gestando décadas atrás. Estas crisis afectan al individuo que día con día está sujeto a una serie de incertidumbres, inseguridades y estrés. Es posible que en este momento aun no sintamos los efectos, ya que estamos más ocupados en la resolución de las adversidades, pero llegará el tiempo en que tengamos que hacer un balance de nuestras experiencias, que no va a ser del todo favorable.

Es importante hacer notar que mucho antes de la recesión y la pandemia, el grueso de la población mundial ya tenía un grave problema: la soledad. La soledad es un sentimiento muy personal, muy íntimo, cada quién tiene su propia manera de expresarlo. En artículos anteriores he descrito y explicado las funciones de las moléculas, las hormonas, los neurotransmisores y lo que afecta a nuestros sistemas. Sin embargo, en esta ocasión no se trata de dosificarnos ni de balancear nuestras deficiencias funcionales, se trata de establecer una conexión entre nosotros mismos y el medio ambiente que nos rodea. Es algo emocional, indescriptible y que todos los seres vivos poseemos. No existe alguna definición que me agrade, simplemente: la soledad es una situación causa-efecto íntima que se manifiesta porque te sientes solo, desconectado, desfazado con respecto a los demás y con tu medio ambiente. Es personal porque solo es para ti y no la puedes substituir ni la puedes engañar, de otra manera no existirían los suicidas.

La soledad es una de las tantas crisis emocionales que nosotros empezamos a cultivar desde hace mucho tiempo, tal vez sin darnos cuenta iniciamos con modas, sucesos y publicidades inocentes que fueron adquiriendo mayor importancia y que ahora nos están explotando como cruentas e inhumanas crisis sociales. La soledad generalmente está acompañada con otros factores emocionales y es difícil determinar las influencias externas que la provocan, en términos muy generales podríamos señalar las siguientes:

  • El cambio social y económico que se dio después de la Segunda Guerra Mundial donde se pretendía disfrutar el concepto de libertad en todos sentidos influyó en las ansias de manifestar la individualidad como precepto básico.
  • La situación social y económica de las mujeres cambio radicalmente al integrarse a las posiciones de trabajos profesionales. También influyó su ingreso a la educación superior.
  • Hubo severos cambios en la estructura familiar, un gradual aumento en la tasa de divorcios y el advenimiento de un control natal sin riesgos. Los cambios en la estructura social sugerían o apoyaban con gran énfasis la adquisición de satisfactores materiales, la pérdida parcial de los valores éticos y morales, había una marcada tendencia  y aceptación a la  sobrevaloración del individuo triunfador.  

Estos y muchos otros factores publicitarios modificaron las expectativas del individuo, lo orientaron a conseguir satisfactores personales, lo cual fue logrando con gran éxito, pero al mismo tiempo también fue perdiendo su capacidad de relación con los demás. Las relaciones interpersonales cambiaron, se tornaron frías, dominantes y superficiales, los amigos confidentes y los momentos íntimos desaparecieron, el resultado fue catastrófico, los individuos empezaron a sentir la soledad, que ahora es una crisis sin límite.

La situación se volvió insostenible en todo el mundo, sin embargo pocos países se atrevieron a reconocerla, uno de ellos fue Inglaterra donde la Primer Ministro Británica, Theresa May, inauguró el Ministerio de la Soledad en 2018 en un esfuerzo por rescatar a los ciudadanos de severas crisis emocionales. De inmediato se organizaron actividades culturales diversas, cine, teatro, conferencias, poesía, torneos de ajedrez y otros juegos de salón, clases de computadora y otras actividades semiprofesionales, asistencia a diversos deportes y espectáculos, transporte y alimentos gratuitos, etc. Otros países han optado por soluciones similares, pero sin darlo a la publicidad, existen gobiernos que han apoyado el patrocinio de los llamados robots sociales, por ejemplo: el AV1 sueco que esta diseñado para ayudar a los niños imposibilitados para ir a la escuela o los robots alquilados que puedes rentar en Japón para que te acompañen a cualquier actividad social, desde una compañía amistosa hasta un robot que vea y comente la televisión contigo. En Blackpool (Inglaterra) existe Silver Line una compañía que provee cuidados médicos gratuitos a enfermos recluidos en sus casas u hospitales desde el 2013. Esta compañía recibe cerca de medio millón de llamadas al año, esta administrada en su gran mayoría por voluntarios y hasta ahora ha sido todo un éxito. El National Health Service  también ha diversificado sus servicios y ha resuelto muchos casos poniendo atención e involucrando a sus pacientes en actividades sociales en lugar de recetarles ansiolíticos o analgésicos.1 En Estados Unidos, la compañía Anthem ha lanzado su programa Togertherness Programme donde lo primero que se hace es preguntarles a los pacientes si quieren participar sabiendo que sus obligaciones voluntarias serán participar en actividades sociales como: tomar llamadas telefónicas, coordinar servicios, visitar clínicas, visitar a otros enfermos o simplemente jugar o platicar con otros pacientes. La evaluación de este programa esta pendiente, pero todo parece indicar que será positivo.

De acuerdo con reportes recientes, las poblaciones con mayor riesgo es la generación Z (de 18 a 22 y los milenios de 23 a 37 años) que están usando tecnologías de comunicación nunca antes vistas. Ahora, es oportuno aclarar que la soledad ya era una crisis establecida en todo el mundo desde antes de la aparición del internet, ésta solo vino a exacerbar sus efectos. Los individuos de las poblaciones mayores de 55 años tienen características especiales porque su soledad está determinada por una falta de relación (defunciones de parientes y amigos), intereses diferentes o inclusive enfermedades incapacitantes.  

En México, la situación no es tan extrema por el carácter, la personalidad y la localización geográfica del país; sin embargo, debemos conservar y fomentar la facultad del ser humano para hacer legítimamente lo que conduce a los fines de nuestra vida (definición del Diccionario de la Real Academia Española) y conducirnos con la solidaridad que debemos a nuestros congéneres.

No existe una receta o tratamiento para aminorar la soledad, el único recurso que tenemos es la comunicación verbal y corporal, mostrarnos a nosotros mismos; así que hagamos un buen uso de ellos. Escuchemos con calma y cuidadosamente a quien requiera nuestra atención, teniendo cuidado en no involucrarte en situaciones negativas ni en la expresión de críticas o culpas, a menos que sea necesario. Aléjate de las relaciones toxicas y enfócate en lo positivo. 

Pronto verás los resultados, son agradables son placenteros….   

REFERENCIAS: 

  1. Anónimo. Alone in the Crowd. The Economist. September 1st, 2018.

Correo electrónico: [email protected]

 

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