La Cuauhteminha del patriarcado

Con la lavada de cara desde el gobierno a un personaje machista, prepotente e ignorante, la lucha feminista pasa por un agrio momento.

27 de marzo, 2025

Israel Aparicio

El pasado martes 25 de marzo legisladores y legisladoras de Morena, el Partido Verde Ecologista y el PRI dieron un certificado de impunidad al exgobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo. Éste es acusado por su hermanastra Nidia Fabiola Blanco de violación, según un expediente muy defectuoso en su integración realizado por la fiscalía estatal.

La votación mayoritaria logró evitar retirarle el fuero para que enfrentara las graves acusaciones con imágenes históricas de legisladoras afines al oficialismo, flanqueando al diputado.

El desaseado proceso que incluyó un posicionamiento no previsto del mismo legislador morenista, y exestrella del futbol mexicano, fue la cereza en el pastel agrio que celebró el pacto patriarcal. El escándalo fue tal que la misma presidenta Claudia Sheinbaum se notó incomoda tratando de justificar el carpetazo del procedimiento jurídico al estar viciado de origen.

Si bien el actuar incólume de la presidenta Sheinbaum es destacado, sobre todo de frente a los potenciales aranceles que pretende imponer la administración del republicano Donald Trump, así como el cambio de estrategia en materia del combate al crimen organizado y el narcotráfico, el que Blanco Bravo haya logrado evitar enfrentar el proceso penal sin fuero, es una mancha indeleble en el actuar de la primer mujer presidenta en el país.

Aunque la cámara de diputados no tiene atribuciones de fiscalía para sentenciar o absolver al actual diputado morenista, si deja un muy mal precedente del grupo mayoritario en torno a los casos de abuso y presunta corrupción, a la que dicen combatir. El caso de Cuauhtémoc Blanco es por demás emblemático. La administración estatal que encabezó tiene múltiples acusaciones de malversación de recursos públicos según la misma Auditoría Superior de la Federación, pero como es costumbre, no se ha realizado ninguna denuncia al respecto.

La imagen polémica del exfutbolista del club América, curiosamente, siempre vinculado a campeonatos arreglados, es por demás escandalosa. Su calidad deportiva siempre estuvo contrastada con los escándalos fuera de la cancha, muchos excesos y su limitada educación provocaron momentos dignos del teatro del absurdo. Divorcios, amoríos y excesos mediáticos que siempre fueron maquillados por Televisa hasta que fue imposible ocultar las consecuencias de sus actos.

La imagen del ídolo popular no hubiera trascendido más en la esfera política de no ser porque el entonces Partido Encuentro Social le ofreció una candidatura con la única intención de colgarse de su fama para lograr conservar el registro de votación. La sorpresa fue mayúscula cuando logró ganar el municipio de Cuernavaca, convirtiéndolo en el candidato natural a la gubernatura de Morelos.

Blanco tuvo desencuentros importantes con el exgobernador saliente Graco Ramírez y sobre todo con el impresentable exfiscal Uriel Carmona, ampliamente conocido por el caso de encubrimiento del feminicidio de Ariadna Fernanda.

Quizás la imagen más escandalosa del exgobernador Blanco sean sus fotografías con integrantes de grupos criminales donde se le ve muy apacible, lejos de la posibilidad de alguna gira o compaña donde los tiempos apremian. Las acusaciones en su contra no son nuevas y parecen tener un capítulo aparte después de su ascendente carrera política.

Mientras el país se mantiene a la expectativa sobre la inmisericorde guerra comercial con los Estados Unidos, el caso de Cuauhtémoc Blanco da un manto de impunidad, que desde el oficialismo se cierne a favor de uno de los suyos. La próxima semana, ya con un rumbo claro sobre los retos económicos por venir en el sexenio, es probable que nadie recuerde el penoso caso del fallido desafuero.

En un mundo donde el péndulo político oscila hacia el negacionismo de los derechos de la mujer, pero sobre todo donde la reacción misógina intenta retomar el camino perdido por las luchas feministas, en el partido Morena, la mayoría de sus legisladoras apuestan por proteger al presunto agresor, en contra de las víctimas que en el país se cuentan por miles.

El escándalo político logro ser explotado por esa minúscula oposición que sigue peleándose con las Inteligencias Artificiales, a las que les pretendía imponer agenda política, con resultados totalmente adversos a su realidad totalmente alienada. Solo en este doloroso caso del triunfo del patriarcado político les asiste la razón, a pesar de que las cúpulas de lo que queda del PRIAN estén dominadas por hombres, sin olvidar la realidad del mundo empresarial que sigue condenando a las mujeres a techos de cristal, con salarios inferiores a los de sus pares de género.

Con la lavada de cara desde el gobierno a un personaje machista, prepotente e ignorante, la lucha feminista pasa por un agrio momento, durante el histórico periodo de gobierno de la primera presidenta en la historia del país.

A la memoria de mi hermano Luis Gerardo Aparicio en su vigésimo aniversario luctuoso. No pasa un solo día en que no te recuerde, extrañe y agradezca por tus enseñanzas.

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