Otro año más y llegamos al Día de San Valentín o Día del Amor y la Amistad o cualquier otro nombre “naif” (por no decir claramente “cursi”, con el que se le identifique). Estoy escuchando la canción FLOWERS compuesta y cantada por Myles Cyrus (aunque Bruno Mars afirma que se la plagió) y que escuché repetidamente en mi último viaje en las vacaciones de invierno. Melodía y letra de fácil memoria comienza con una característica sociológica del desamor e individualismo en nuestros días:
“I can buy myself flowers, Write my name in the sand. Talk to myself for hours. Say things you don’t understand”. Pero bueno, no voy a convertir mi colaboración en un relato de la “prensa del corazón”.
Solo añadiré que en USA este día 14 de febrero, según cálculos del Departamento de Comercio habrá una derrama de entre 27 000 y 30 000 millones de dólares, a great business, ¿or not?
Más bien compartiré algunas reflexiones acerca del reciente enfrentamiento entre el gobierno de Colombia con el de Donald Trump por motivo del envío de inmigrantes ilegales de nacionalidad colombiana devueltos en dos aviones de matrícula estadunidense a Bogotá el domingo 26 de enero. Ese día por la mañana partieron dos aviones con más de 300 colombianos rumbo a Bogotá, dichas naves no contaron con el permiso de aterrizar en suelo colombiano por instrucciones del presidente Gustavo Petro quien afirmó que “los Estados Unidos no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos”, de inmediato el presidente Trump al enterarse dio instrucciones para que se impusiera un conjunto de aranceles a productos de ese país que iban del 25 inicial y al final de la semana alcanzarían el 50 %,. Además de imponer veto de viaje, cerrando la oficina de expedición de visas y que revocaría las visas de funcionarios del gobierno colombiano a sus familiares, aliados y seguidores. Trump otorgó escasas horas para la respuesta.
De inmediato, suponemos el presidente de Colombia debió de haber llamado a sus principales colaboradores quienes de seguro le explicaron los grandes riesgos que implicaría, sobre todo ante la víspera del envío de flores para el día de San Valentín. Colombia es el mayor productor de flores de América, en 2024 mando un poco menos de un millón de tallos de rosas rojas y en 2025 se espera un incremento de casi un 25 % (recuerdo una visita que hice a ese país cuando negociábamos el TLC con ellos y Venezuela -que después lo abandonó- nos llevaron a visitar la terminal aérea de carga especial para las flores y las empacan verticales ya en bouquets con una rejilla y agua abajo, en contenedores refrigerados que entran en el avión de carga en rieles, todo un arte de logística), además de las exportaciones de café que son de más de 2000 millones de dólares al año (equivale a un 27 % de su consumo), además de bananos, aguacates y petróleo, las exportaciones sumaron en 2024 13,300 US en 2024, siendo el tercer socio comercial de USA en América Latina y generando cerca de 100,000 empleos en 3,200 empresas y pequeños propietarios agrícolas. En 2023 el comercio bilateral de ambos países superó los 40,000 millones de US, en 2012 ambas naciones suscribieron un Tratado de Libre Comercio después del exitoso Plan Colombia contra del narcotráfico.
Antes de las 10 de la noche del mismo día los dos aviones aterrizaron sin problemas, como todo gobierno populista que aprovecha sus errores los pasajeros fueron recibidos casi como héroes y colmados de atenciones. Regresaron muy a su pesar a la tierra que no los supo retener.
Las crisis en el gobierno de Petro han continuado: asesinatos, guerrillas, incremento de violencia y apenas esta última semana, mientras él viajaba a Dubái y Abu Dabi, pidió a todo su gabinete que renunciara y que a su regreso volvería a formar nuevo gobierno, mientras la vicepresidenta Francia Márquez estaba encargada del despacho.
A Trump le sirvió, mucho este episodio para demostrar sus alcances y hasta dónde puede llegar con quienes no se ajusten a su agenda, más recientemente, el día 13 de febrero durante la visita del presidente Modi de la India se lo dijo claramente, “impondremos los mismos aranceles que ustedes nos han impuesto” y también si “adoptan otra moneda de cambio distinta a nuestro dólar, sufrirán las consecuencias” (en clara referencia al proyecto de los BRICS de comerciar en otras divisas).
El mismo día de la diferencia diplomática, Petro declaró: “nuestras exportaciones deben de ampliarse, invito a todos los países y a sus empresas a convertirse en comercializadores de nuestros productos”, haciendo referencia al hecho de que los lazos comerciales con China son ligeramente inferiores a los de Estados Unidos.
Los importadores de flores en Estados Unidos no se esperaron y de inmediato incrementaron sus pedidos de tulipanes holandeses que lograron una muy buena participación en el mercado.
Así comprobamos que a Trump no hay que tocarlo ni con “el pétalo de una rosa” roja, pero que ojalá siga siendo de Colombia.
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