El México de MORENA cumple 7 años. Se cae a pedazos. Pero el pueblo está feliz. Un gobierno corrupto, autoritario, incapaz de frenar o siquiera hacer frente al crimen organizado; no obstante, lleno de Bienestar y amor para repartir.
El concepto de felicidad quedó desvinculado del de calidad de vida. Porque para un alto porcentaje del país todo siempre está igual de mal. Es en ese punto gris de inestabilidad y muerte a la esperanza. Que la política de MORENA ha sabido estandarizar un sentimiento que provee al pueblo mexicano de identidad, patriotismo y cuidado paternalista del estado.
Tenemos café, chocolate, farmacias y tiendas del Bienestar. Lo que importa es la representación marqueteada de un estado presente para el pueblo. No, cómo se ejecuta y con qué fines. Es el Estado de Bienestar, como concepto de marketing político.
Mientras tanto, el gobierno de Sheinbaum debe enfrentar al narcotráfico y por encima la presión de Donald Trump y la política exterior estadounidense, que amenaza con invadir territorio mexicano, e incómoda con políticas de deportación abusivas. Y debe también mantener el sueño compartido de Bienestar, en un país altamente endeudado, sin proyecto de nación claro y que lleva casi una década, acostumbrando a la sociedad a un gobierno que solo sabe maquillar con grandes datos, soluciones espectaculares, pero sin planeación y falsas esperanzas de grandeza nacional.
La mentira es viable y sostenible, pero solo hasta donde las arcas de dinero y la presión internacional lo permitan. El día que no sea sostenible, no será cuando MORENA deje el poder. Será cuando el pueblo bueno no pueda ignorar cuán poco ha mejorado en el país, que mucho ha empeorado y que ningún genio de la lámpara llegó a salvarnos.
El partido, fundado por López Obrador, ha cooptado instituciones democráticas, de justicia social y derecho a la información. Politizó una causa populista hasta el fondo de la identidad mexicana y tiene a los 3 poderes del estado amarrados para su propio beneficio. El descontento social llegará, es cuestión de tiempo. Pero el gobierno del pueblo, aunque siempre cercano a ser el del odio del pueblo, no se irá tan solo por ebullición social. El daño a la democracia en este país es inminente y parece que la capacidad de dar marcha atrás ya es inviable.
Para MORENA el Bienestar, es solo un producto ideológico conveniente de representar. No importan los datos, ni la veracidad. Poco les ha importado dar la cara o asumir responsabilidad. Sin embargo, cuando se trata de promover el falso positivismo en el pueblo, todo es paz y amor en el discurso de la presidenta Sheinbaum.
El verdadero Bienestar está en la garantía de seguridad y desarrollo para los mexicanos. Se debería reflejar en el progreso y la tranquilidad del pueblo. No solo como una palabra hermosa que engloba lo bueno, mientras se entierra la capacidad de visibilizar lo malo.
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