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EL QUE NADA DEBE, NADA TEME…

La mejor forma de exhibir a Loret “como farsante” no es mostrando cuánto gana, sino transparentando por completo todo lo relacionado con Baker Hughes y Kei Partners para aclarar la situación de José Ramón López.

18 de febrero, 2022

Julio Chavezmontes Messner

¿Es verdad que José Ramón López Beltrán habitaba una casa perteneciente a un alto ejecutivo de Baker Hughes en Houston con motivo de un intercambio ilícito de favores y tráfico de influencia?

¿Es verdad que el hijo mayor de nuestro presidente, trabaja como abogado de Kei Partners?

¿Es cierto que existe doble conflicto de interés por las relaciones entre Baker Hughes Daniel Chávez Morán y el presidente López Obrador?

Este asunto apenas comienza a desenvolverse.

Torpemente la bancada de MORENA en el Senado se opuso a la instalación de una comisión legislativa que investigue la verdad sobre las acusaciones contenidas en el reportaje de Carlos Loret de Mola Y LatinUS.

Los legisladores de MORENA por adular a su líder nato, pretenden encubrirlo, cuando AMLO siempre ha dicho que EL QUE NADA DEBE, NADA TEME. Los morenistas que así han decidido actuar, pierden la oportunidad dorada de ponerle un estrepitoso fin a la carrera periodística de Loret de Mola.

Si en vez de encubrir lo que no necesita encubrimiento, demostraran que la verdad le da la razón al presidente de la República y a su familia, con esas mismas pruebas podría demandarse a Loret de Mola por daño moral y dejarlo en la calle con estricto apego a lo que manda el artículo 1916 del Código Civil Federal, por haber montado un reportaje prefabricado para manchar el honor de López Obrador. (1)

Lo más fácil para el abogado José Ramón López Beltrán es desmentir a Loret:

Comenzando por exhibir su título de abogado por la Universidad de Las Américas, y su correspondiente cédula profesional.

Basta que exhiba su membresía de la Texas Bar Association, junto con su visa de trabajo y sus declaraciones de impuestos ante el Internal Revenue Service (el SAT gringo).

Que ponga a disposición pública el contrato de arrendamiento de la famosa casa gris, incluyendo la contratación del agente inmobiliario y las constancias de pagos de renta, seguros contra incendio y toda la documentación usual en ese tipo de contratos.

Como abogado bilingüe (español inglés) puede coadyuvar con la Securities and Exchange Commission para demostrar que no hay conflicto de interés entre Baker Hughes y PEMEX o cualquier otra agencia del Gobierno de México.

José Ramón López Beltrán debería hacer públicas sus declaraciones de impuestos en Estados Unidos, que son la mejor prueba para demostrar su solvencia y su capacidad económica derivada de su ejercicio exitoso de la abogacía.

Basta que colabore con la Securities and Exchange Commission para esclarecer que efectivamente no hubo favoritismo ni tráfico de influencia entre el arrendador de la casa de Houston, Baker Hughes y Petróleos Mexicanos.

Con simplemente exhibir las pruebas documentales que demuestren la verdad de su versión, puede brindarle a su padre el mejor servicio posible: callarle la boca a sus detractores y exhibirlos como mentirosos y difamadores.

No hay que pedirle al INAI una información, que NO PUEDE DAR sobre particulares; pero una vez aportadas las pruebas que José Ramón López Beltrán tiene en su poder, nadie podría censurar a AMLO por pedir que intervenga Gertz Manero, el SAT, la UIF y los jueces penales.

Marcelo Ebrard debería pedirle a Anthony Blinken que el FBI, la DEA y todas las autoridades competentes de Estados Unidos, profundicen y aceleren la investigación como muestra de buena voluntad y cooperación binacional, para que la ley caiga con todo su peso contra quien tenga que caer.

Si José Ramón López Beltrán despliega al máximo sus habilidades de abogado internacional, y desmiente todas y cada una de las falsedades difundidas en su contra y que salpican a su padre, habrá contribuido a una victoria política y moral mucho más importante que las seis gubernaturas que se disputarán en México en el 2021.

Para un político con la larga experiencia de López Obrador, no debería ser motivo de sorpresa y mucho menos causa de enojo, que existan francotiradores noticiosos, dedicados a husmear y dar seguimiento a cualquier tropiezo, cualquier incongruencia, cualquier “cadáver” que un político como él, pueda tener oculto en “su ropero”.

Me sorprende ver al señor presidente al que considero un gran maestro de ajedrez, actuar en forma impulsiva e irascible ante la exhibición protagonizada por Carlos Loret acusando a López Beltrán y a Caroline Adams para pegarle a él.

¿Cómo puede AMLO pedirle al INAI lo que el INAI no puede darle y luego sorprenderse de la respuesta de este instituto declarando que “ya se temía que no lo iban a apoyar”?

Si López Obrador quiere información fiscal y de ingresos de Loret, todo lo que tiene que hacer es pedírsela al SAT, aunque no podría divulgarla, PERO sí podría ordenar que se actúe contra Loret si resulta ser un evasor fiscal.

López Obrador podría y debería haber instruido a la bancada de MORENA en el Congreso de la Unión, para que hicieran la investigación más exhaustiva posible, para limpiar el nombre de José Ramón su hijo y el del propio presidente de la República.

¡Y TODAVÍA MÁS! La bancada de MORENA debería invitar a todos los partidos representados en el Congreso, a sumarse a la investigación y que la comisión investigadora la presida Ricardo Monreal con Lily Téllez y Xóchitl Gálvez para que no haya duda alguna.

MORENA con su postura que huele a ENCUBRIMIENTO, daña al presidente al que quiere apoyar.

La mejor forma para que el presidente López Obrador le calle la boca a Loret, para que no le diga “oscurantista fiscal”, es que le pida al SAT que divulgue sus declaraciones y pago de impuestos por los trece años transcurridos entre su salida del Gobierno del Distrito Federal y su llegada a la Presidencia, ya que Loret dice que nunca pagó impuestos en ese periodo.

Tanto Andrés Manuel López Obrador como su hijo José Ramón, se anotarían un éxito histórico, si en vez de permitir que la bancada de MORENA y sus gobernadores parezcan encubridores de ilícitos QUE NO EXISTEN, pidieran que se instale la más rigurosa comisión legislativa investigadora para desmentir y exhibir como verdaderos mercenarios a los periodistas que los difaman, según dice el Señor Presidente.

La mejor forma de exhibir a Loret “como farsante”, NO ES MOSTRANDO SI GANA MUCHO DINERO COMO PERIODISTA. La mejor forma de terminar con Loret, si es que de verdad es un mercenario difamador, es transparentar por completo todo lo relacionado con Baker Hughes, Kei Partners, Daniel Chávez Morán, el Tren Maya, y el origen de los dineros de José Ramón como fruto de su éxito como abogado.

En manos del Presidente López Obrador están los medios para desmentir a Loret y retirarlo del periodismo. Basta que demuestre que todo son mentiras.

¡ADELANTE PRESIDENTE! ¡AL TORO, POR LOS CUERNOS!

EL QUE NADA DEBE, NADA TEME.

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Artículo 1916.- Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspecto físicos, o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás. Se presumirá que hubo daño moral cuando se vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de las personas.

Cuando un hecho u omisión ilícitos produzcan un daño moral, el responsable del mismo tendrá la obligación de repararlo mediante una indemnización en dinero, con independencia de que se haya causado daño material, tanto en responsabilidad contractual como extracontractual…

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